Las fiestas en el enrome palacio siempre se le habían hecho al pequeño JungKook muy aburridas, a sus cortos diez años, no entendía muy bien el motivo de que fueran llenas de gala y con muchas etiquetas que debía seguir. Pero lo que más le enfadaba o lo que más discutía con Heechul, era el hecho de que debía aprender a comer con más de diez cubiertos diferentes.
¿No era más sencillo con solo tres principales?
Había muchas cosas que a su corta edad aun no entendía, sin embargo... le agradaban los regalos que por ejemplo en su cumpleaños le obsequiaban y el convivir con su abuelo un poco más de lo que lo hacía normalmente.
—JungKook—hablando de su amado abuelo, el menor sonrió y le encaró—. Ven a saludar a los invitados de hoy.
—Ya voy, un momento por favor.
Acomodó su traje, para después, con una imitación a la forma de caminar del rey Heechul, avanzar hacia los invitados que le estaban esperando. Mientras una sonrisa que sabía que a su abuelo le gustaba que diera a todos, se dibujaba en su rostro.
Miró primero al rey Heechul, para después darse la vuelta y encarar a los recién llegados. Sorprendiéndose cuando, un chico de quizá un par de años más grande estaba frente a él con una sonrisa que podía iluminar toda la habitación.
—JungKook, él es el conde Kim TaeHyung—Presentaba Heechul con tranquilidad— TaeHyung, él es mi nieto, el príncipe JungKook.
Ambos se miraron con una sonrisa, mientras se tomaban de la mano. Un sonrojo decoró las mejillas de ambos, causando que el rey les mirara con curiosidad.
—Bueno, JungKook...—Llamó el mayor con autoridad, haciendo que ambos chicos soltaran sus manos— ¿Por qué no llevas a jugar al conde a los videojuegos mientras los adultos hablamos?
—Yo... abuelo creo que...—Miró con un sonrojo al mayor, quien asentía levemente—Sí, lo llevaré entonces. ¿Vienes conde?
—Sí, ya lo creo—Sonreía mientras se apartaban de los mayores—Gracias por la invitación a jugar, no me gustan mucho esas reuniones.
JungKook se sorprendió por aquello, mientras se sentía con más cosas en común con el chico. Ambos pronto se la pasaron jugando un poco con los juegos favoritos del pequeño príncipe, llevándose muy bien y notando que les gustaban muchas cosas en común.
Aunque eso no duró para siempre como ambos les hubiera gustado que pasara, ya que el mayor tuvo que irse del palacio. Con la promesa de volver a reunirse pronto y seguir con la pequeña amistad que ambos habían construido en ese corto lapso de tiempo.
Pero no sucedió así.
Luego de eso no supo de aquel niño en un buen periodo de tiempo, cinco años para ser precisos.
Y era de nuevo en un evento como el que recordaba de niño, mientras comía algo de manera aburrida y veía a todas esas personas pomposas jactarse con una copa de champaña, que le vio de nueva cuenta.
Ahora se veía diferente, ya no había rastros del niño que había sido su amigo de una tarde. Parecía que la adolescencia le había pegado para dejar a un joven adulto atractivo, quien estaba con un señor que el chico no había visto en las reuniones de su abuelo.
Sintió su corazón acelerándose, mientras el chico que no recordaba su nombre, pero si esos brillantes ojos, se acercaba a él con paso lento. Hasta quedar de frente, con su presencia y su atractivo hechizantes.
—Príncipe Jeon—Escuchó su voz grave, mucho más que lo que podía imaginar—Feliz cumpleaños.
—Muchas gracias—Musitó en un modo más similar a un susurro— Cuánto tiempo sin vernos...
Vio como el gesto del muchacho no cambiaba al verse reconocido, sin embargo, una sonrisa ladina adornó sus labios y asintió.
—Mucho tiempo, aunque debo decir que le sentó bien la edad—Murmuró mientras hacía una pequeña reverencia al menor de ambos—Bueno, debo irme ya que me han tomado con anterioridad sobre mis estudios.
—Oh, es una desgracia—Torció el gesto, mientras sentía su corazón latiendo rápido ante la idea loca que cruzaba por su mente—Por otra parte, podemos quedar para... ya sabe... hablar.
—Bueno, es su cumpleaños—Miró a su tío de soslayo, soltando un suspiro—Supongo que unos minutos más no me vendrán mal ni a usted, mi príncipe.
Ambos jóvenes se fueron al balcón donde JungKook solía tomar aire cuando se sentía abrumado de todo lo elegante de las fiestas, mientras el frío del exterior les daba en el rostro. Se encaminaron hasta donde estaban las flores del rey Heechul y se quedaron allí, de pie mirándose sin decir nada.
—Yo...—Empezaba el conde mientras apretaba el dobladillo de su traje— Lamento no haber venido más, pero pasé por muchas cosas.
—No te preocupes—Sonreía nervioso JungKook, sintiendo el latir de su corazón—Aunque me alegra mucho verte y saber que estás bien.
TaeHyung iba a decir algo más, cuando miró hacia la fiesta y notó a su tío buscándolo. Suspiró y cambió a su semblante serio de nuevo, acercándose al menor hasta estar a pocos centímetros de su rostro.
—Feliz cumpleaños—Besó la mejilla del príncipe mientras se marchaba—Tómalo como algo que no debe pasar.
JungKook no había entendido aquello bien, pero su corazón se había acelerado y sentía su cara roja por el acto de aquel chico. ¿Eso era lo que se consideraba un primer amor?
Si era así, quizá desde antes se hubiera enamorado del chico que acababa de marcharse.
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Príncipe ❀ᴛᴀᴇᴋᴏᴏᴋ
Fanfiction❀El conde Taehyung no soportaba al príncipe Jungkook❀ ➡Pareja Principal: Taekook ➡Advertencia: Comedia, Romance, Drama. Contenido Homosexual. ➡ Parejas Secundarias: Yoonmin, Namjin. ...