Especial 2

8.7K 1K 94
                                    

Había pasado tan solo un mes desde que Jeon JungKook había sido nombrado Rey de Hanyang, las cosas habían ido a mejor para el palacio a pesar del inicial desconfío que hubo hacia el nuevo gobernante. El nuevo monarca junto a su pareja el rey consorte, Kim TaeHyung, eran dos monarcas con una visión al futuro que todos habían admirado.

Ambos eran encargados del nuevo orfanato que, rápidamente se le habían juntados los fondos para la realización. Recordando cómo es que con un simple desfile, TaeHyung había caído más enamorado del príncipe.

Y el castaño recordaba ese día, pero no por el hecho de su propio marido. Sino el recordar las caritas dulces de los niños del orfanato, además de un lindo bebé recién nacido y uno de quizá dos años que le habían robado el corazón. Esos rostros los vería en poco y eran como una debilidad a su latente corazón.

—JungKook, ¿Quieres pasar a mirar el nuevo orfanato? —Escuchó el castaño la voz de su marido, girándose para asentir algo despistado— ¿Pasa algo cariño que te esté molestando?

—No, simplemente...—JungKook sonrió a su esposo, para tomarle de la mano y darle un pequeño beso en los labios—Estoy pensando en las cosas que faltan para aquel nuevo orfanato.

—Está bien entonces, pero...—Sonrió ladino, mirando a todas partes y notando que ambos estaban solos. Se acercó al menor y le tomó de la cintura, logrando sonrojar a JungKook— ¿No te parece que deberíamos aprovechar un poco de tiempo?

—No sé en qué...—Salió más como afirmación, acompañada de un pequeño gemido de sorpresa al sentir la mano de TaeHyung por sus glúteos—T-TaeHyung... No hagas eso...

—Anoche no decías eso cariño—Besó cerca del cuello del menor, para después soltar una risa un tanto cómica y alejarse del menor. Acarició la mejilla de JungKook y le tomó de la mano—Descuida, sé que debemos ir a ver a los pequeños. Entonces vamos amor, debemos partir ahora ya que al parecer esos pequeños quieren ver al rey... estoy celoso.

JungKook sonrió con diversión, soltando una risa un tanto silenciosa. Negando, avanzó a la par de su esposo; marchándose ambos finalmente al nuevo orfanato.

Minutos después de llegar, notaron el recibimiento animado y emocionado de los infantes de ese lugar. Ambos sonrieron mientras que, en sus mentes sin saber que el contrario pensaba lo mismo, la idea de tener hijos y una familia al fin era una vista muy buena para el futuro.

La pareja se miró entre sí con aquel pensamiento, para después bajar la vista avergonzados de decir aquel deseo al contrario. TaeHyung miró a su chico y sonrió con ternura ante la idea de ver a JungKook con dos pequeños, obviamente no de ambos ya que no podían procrear, pero sí con dos niños que les dieran amor como si de su sangre se tratara.

JungKook miraba a sus manos, pensando en la manera de decirle a TaeHyung sobre los dos pequeños que, desde aquel desfile habían robado su corazón. Pero la duda de si su marido quisiera del mismo modo una familia, era la que le impedía decir aquello con gran confianza como todo lo que les pasaba se platicaban.

El sonido de la puerta del automóvil les hizo salir de sus cavilaciones, para ver cómo les abrían las puertas y ambos salían con calma de este. Siendo recibidos por una hilera de infantes emocionados ante la presencia de ambos hombres.

— ¡Hola nuestros reyes! —Saludaron a la par los niños.

Los dos sonrieron e hicieron ademán con las manos, para después acercarse al encargado del orfanato, quien cargaba al pequeño bebé que había robado el corazón de JungKook. El menor de la pareja real, se acercó de inmediatamente a donde estaba el bebé, mirando con algo de vergüenza al encargado.

— ¿Puedo tomarlo? —Indagó con curiosidad, mientras recibía un asentimiento un tanto sorpresivo del encargado— ¡Muchas gracias!

TaeHyung miró la emoción en el rostro de su Rey, para después pensar en que, quizá el menor no era indiferente ante la idea de tener familia. Además de que al parecer, ese pequeño bebé era quien había robado su corazón. Se acercó a su marido, para mirar al bebé que este cargaba, luego a la belleza de su marido al tener los ojos iluminados por el infante.

Sonrió y acarició al bebé con ternura, mientras el bebé permanecía dormido. Entonces la misma cosa que había enganchado a JungKook, lo hizo con TaeHyung. Aquel bebé con ojitos cerrados, piel con un tono un tanto rosado, el olor a talco y a bebé, llenó sus pulmones. En aquel momento, cuando iba a decir algo más, sintió un jalón en sus pantalones.

Bajó la mirada con sorpresa, notando como un pequeño niño le miraba con ojos esperanzados. Eso robó su corazón demasiado, quedándose viendo en aquellos ojos brillantes.

—Oh no, eso no se hace—escuchó de pronto al encargado del orfanato, quien trató de acercarse al infante—Lo siento mucho su majestad...

—Oh, no lo quites de mí—Ordenó para agacharse, acariciando al pequeño infante de sus cabellos y extendiendo sus manos, para que el niño se lanzara a sus brazos con alegría—Bueno, ya que estamos... ¿Cómo van las instalaciones hasta ahora?

—Va muy bien su majestad, en verdad son muy amplias las habitaciones—Sonreía el hombre con emoción y alegría—Esto es un milagro enorme para todos. Estaba con algo de temor hace unos meses ya que eran muchos niños, pero ahora... hay mucho espacio.

—Quiero adoptarlos—Musitó JungKook de pronto, haciendo que ambos hombres le miraran con curiosidad ante lo repentino que era eso—Al bebé en brazos de TaeHyung y a este... quiero adoptarlos. Bueno, si Taehyung está de acuerdo.

El mayor sonrió con alegría, asintiendo ante ello y después mirando al encargado con algo de preocupación.

—Espero se puedan adoptar—TaeHyung lanzó un beso en la mejilla del niño que cargaba—Sería un honor que nos lo permita. Y sobre nuestra ayuda mensual, les llegará la de estos dos niños también, de eso no se preocupe.

—Yo... muchas gracias sus majestades—Sonreía el hombre con alegría, mientras avanzaba con ambos monarcas hasta la oficina de adopciones—Y se puede, ya que ustedes tienen el sustento económico, están casados y bueno... son los reyes de Hanyang.

Los chicos sonrieron, mientras leían las cláusulas de los papeles de adopción. Firmaron con el sello real que hacía oficiales sus documentos, para después entregar un cheque con una cantidad mensual para ropa y comida de los infantes del lugar. El rey JungKook y el rey consorte TaeHyung, sonrieron con alegría al ver los papeles de adopción realizados en un día.

Los dos niños estaban dormidos, mientras se terminaban las formalidades correspondientes.

Sabían bien que esos trámites eran de meses o años, pero era una ventaja al parecer ser de la realeza. Ambos monarcas se retiraron con los infantes en brazos, despidiéndose de los demás pequeños y ordenando a HoSeok que repartiera los juguetes y dulces que habían preparado para ellos.

—No sabía que querías ser padre—Se burló ligeramente TaeHyung, para observar un sonrojo del menor en sus mejillas—Pero me alegra, yo también quería pero no sabía cómo decirte.

—Ni yo que tú también quisieras—Musitaba mientras tocaba la nariz de su ahora hijo, mientras sonreía con alegría ante lo que había pasado—Había pensado en adoptar a ambos desde que pasó lo del evento del desfile, pero no pude hacerlo. Aunque ahora mismo...

—Lo sé, yo también aquel día me sentía aún más cautivado contigo por los niños—Admitió mientras el menor le veía con sorpresa, a su vez que el mayor acariciaba su rodilla con su mano libre—Y ahora mismo, creo que en verdad inicia nuestro cuento de hadas.

—Yo creo que inició desde que nos vimos la primera vez—Sonreía el menor con alegría—Y aun no es ni cerca el final feliz, ya que el final de una historia, en verdad es la continuación de toda una vida.

—En eso concuerdo contigo—TaeHyung suspiró ante lo bendecido que se sentía el estar ahora con su familia—Y en verdad que mi querido príncipe fue la mejor elección del mundo.

—Lo mismo digo, conde TaeHyung.

Y ahora con una nueva familia, la felicidad era infinita en ambos.

Príncipe ❀ᴛᴀᴇᴋᴏᴏᴋDonde viven las historias. Descúbrelo ahora