¿Qué Pasa Después De Ti ?

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Se que debo pedir que ella venga por mí. Eso hare, tal vez una carta le llegue; por dios, ahora actuó como un niño pequeño pidiendo una paleta en el parque.

He perdido todo control sobre mí, ellos creen que lo que hago, escribo o siento, está mal. Ellos piensan que tengo ideas complejas para ellos, ideas que se niegan; ya que ellos le temen a lo nuevo o al qué dirán sobre mí. Yo ya no temo, porque yo he vivido de ofensas y duros golpes de la vida.

Creo no están entendiendo de que hablo...

Regresemos unos meses atrás, cuando supuestamente yo era una persona feliz. Comenzare desde mi último día de colegio con mi mejor amigo (en realidad era mi novio): Cristopher. El cual, fue el comienzo de la mayor prueba que la vida y el destino fueron capaces de mandarme.

Mi último día, estuvo lleno de muchas intrigas y ratos alegres. Porque desde que conocí a Cristopher, me hizo el hombre más feliz del mundo.

Llegamos al colegio de la Ciudad de México, faltaban pocas horas para nuestra graduación, la cual planeamos por meses, mejor dicho: desde primer grado. Lo esperaba en el lugar de siempre, junto al salón de segundo B. Pero cuando llego ese día, yo... lo vi diferente, no venía con la misma alegría de siempre, él siempre fue la causa y mi motivación del día, el me hace sentir alegre y me consintió más de una forma. Él era el amor de mi vida, se oirá raro pero los dos somos "gays", me enteré que él era gay por que el me lo conto, el primer día de clases en el receso mientras yo escribía versos y algunas poesías de mi autoría; los cuales le fascinaron y quedo encantado con ellos. Yo igual que el soy gay pero que nunca le dije a mis padres, por el contrario, sus padres si sabían que él era gay. A los cuales yo les simpatice.

Él tenía una forma de hacerme sentir importante y lo adoraba.

El al igual que yo, escribía versos. Me alegre de una forma difícil de explicar, tan difícil era que no encontraba palabras adecuadas para expresar o catalogarlo.

"Si tu saltas, yo salto
Si te cortas, yo lo hago
Si te vas, yo voy tras de ti
Si me necesitas, yo estaré ahí
Si me buscas, te iré a encontrar
Si lloras, yo lloro contigo
Si sufres, yo estaré ahí
Y te juro que si no te acuerdas de mi...
Yo siempre me acordare de ti...
Porque tu marcaste mi vida"

Sabía que era mi turno de hacerlo feliz, y así lo hice. Tratando de que ese fuera nuestro mejor último día de colegio, ya que yo estudiare en un CCH y el estará en una preparatoria del Estado de México y sería algo difícil de vernos, pero la distancia no corta amores unidos por el destino. Así que reímos, bailamos, lloramos, nos mojamos con agua embotellada, e incluso comimos y platicamos de mucho que no nos daba tiempo en cada receso y salida de estos tres años.

Lo vi muy, muy, pero muy feliz:

-gracias, por hacer de este el mejor día de mi vida. El cual nunca olvidare, porque tú has sabido como expresar tu amor hacia mí.

Pero me hizo una promesa extraña la cual no entendía al principio:

-oye, se oirá raro, pero: prométeme que sin importar lo que pase, la distancia, las fronteras, e incluso la muerte; nunca me dejaras de amar y me recordaras.

Sus palabras me hicieron pensar en un poema que había leído no hace mucho:

"Si algún día muero durante nuestras batallas

Júrame que no me olvidaras

Acuérdate de nuestros bellos momentos

No de cómo me viste morir"