Los humanos no nos percatamos de que nuestra vida es finita. Queremos hacerlo todo pero siempre lo dejamos para más tarde. Nos creemos seres infinitos aunque nuestra vida sea la más corta. Sólo es en el momento en el que alguien nos abre los ojos cuando nos damos cuenta del desperdicio que cometemos diariamente.
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Aunque no lo veas
RomanceAquí Eric, voy a contaros la historia de como la chica más inesperada me abrió los ojos a la realidad más bonita y cruel a la vez.