...-*-...-*-...-*...-*-...-*-...-*...-*-...-*-...-*...-*-...-*-...-*...-*-...-*-...-*...-*-...-*-...-*...-*-...-*-...-*-...
-¡Se me hace tarde!- grito en automático al momento de levantarse, pero se quedó estática en su lugar, parpadeo para poder despertar y vio que esa NO era su habitación, asustada miro a todos lados.
Si alguien alguna vez le hubiera dicho que despertaría como en esas películas de terror, donde la protagonista despierta de la nada con un dolor en alguna parte de su cuerpo y perdida sin saber dónde estaba, definitivamente le hubiera dado un buen golpe al pobre diablo; pero ese no era el caso ,no señor, ahora ella misma se encontraba en una habitación (acogedora) con un dolor aun costado (debido a que se había caído de la cama por el sobresalto) bueno a quien engañaba ¡nada de eso era su caso! Pero no quitaba el hecho de que no tenía ni idea de dónde estaba!
-Que rayos hago aquí, lo último que recuerdo es...- sus pensamientos la llevaron al hospital de como el doc. Shinoda le inyectaba algo y a ese chico y claro las ideas empezaron a surgir -de seguro me secuestro y ahora me mantendrá aquí para siempre- se horrorizo levantándose de golpe, pero resbalando con las sabanas que estaban en su pie, saludando al piso (una vez más).
-Calmate Ochako!- respiro y dejo de pensar en cosas absurdas, se paró y logro mantener el equilibrio, miro en la mesita de noche que había una nota
Te quedaste dormida cuando iba a llevarte a tu casa, así que te traje a mi casa, por favor no te asustes, si necesitas algo mi habitación es la continua a la izquierda, siéntete cómoda.
-Un día este chico raro me causara un infarto- dijo ella con las manos en su cara para tranquilizarse
Se quedó un rato estática y más pensamientos entraron en su cabeza, un sonrojo se apodero de ella, ese raro la trajo de su coche a esta habitación de seguro cargándola, porque no quería creer que la haya arrastrado, esperaba no... De cualquier forma era vergonzoso ese detalle, pero ya no podía hacer nada, suspiro y por fin miro curiosa la habitación, vio una puerta que definitivamente no era la salida se acercó a inspeccionar y se sorprendió. El baño era al menos el triple de grande que su baño, definitivamente no sabía dónde se había ido a meter. Sin pensar en otra cosa decidió darse un baño caliente, su cuerpo se lo pedía a gritos.
Una vez lista salió de la habitación y decidió probar suerte al tocar la puerta de alado, esperando que estuviera despierto el raro, ni siquiera sabía su nombre que vergüenza.
Espero unos momentos y de repente la puerta se abrió dejando ver al chico con ojos heterocromaticos mirándola seriamente y sin expresión alguna.
-Buenos días, gracias por dejarme quedar en tu casa, disculpa las molestias ocasionadas ya me voy- dijo ella dándole una leve inclinación.
-Espera yo te llevo- salió de su habitación y empezó a guiar a la chica por su casa lo más natural.
La castaña ni pudo replicar debido a que el chico ya se encontraba a lejos de ella, reaccionando rápidamente fue a alcanzarlo, y no pudo evitar mirar la casa con una fascinación real, definitivamente tenía una casa hermosa, aunque era extraño que en una casa tan grande no hubiera más persona. No le dio importancia, a fin de cuentas no era quien para preguntar. Salieron y ella se adelanto
-Realmente no hay problema ya mucho hiciste por mí y te debo lo del hospital, ehhh así que ya sabes dónde trabajo puedes ir los fines para el pago-
-Realmente estás loca- susurro el chico al ver la actitud de la chica -lo del hospital fue gracias a mí, así que no me debes nada, sin embargo yo si te debo algo- le miro directamente a los ojos con la intensión de acabar con todo.
ESTÁS LEYENDO
La Ley de la Atracción || Todochako||
RomanceCasualidad tal vez, coincidencia no señor, destino muy probablemente. De cualquier forma que lo miraras las razones por las cuales Ochako y Shouto se conocieron eran las que menos se imaginaban pero sin dudarlo lo que ellos necesitaban en su vida. [...