Después de un corazón roto (Lily Collins, Aaron Taylor Johnson, Logan Lerman)

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Logan había  llegado a la ciudad por interés  de su padre y era por su padre también  que salió aquella tarde en busca de un medicamento, caminaba por la acera cuando el semáforo en rojo le impidió cruzar la calle, casi de inmediato sus ojos se enfocaron en la chica al otro lado de la calle. Era Lexi, su Lexi. El corazón  se le acelero dando golpes fuertes contra su pecho, tenia años sin sentir esa emoción , una emoción que su rostro no parecía  reflejar, por eso cuando la luz del semáforo  cambio en verde y los dos comenzaron a avanzar uno hacia el otro, creyó que todo el pasado y todo el dolor se habían esfumado repentinamente y que tenia una nueva oportunidad para amarla, sin trucos ni engaños. Supo lo equivocado que estaba cuando Alex paso a su lado, sin prestarle atención, sin sonreírle como acostumbraba hacerlo y su cuerpo se alejo de el en segundos. Logan se giro a verla esperando que ella hiciera lo mismo y se sintió como un idiota cuando ella desapareció de su vista.

Pensó en correr tras ella, en disculparse y se dio cuenta de lo patético que era por creer que todo estaría bien entre ellos. Después de todo la versión oficial era que el había jugado con los sentimientos de la castaña, esa versión no incluía el remordimiento que Logan había sentido esos tres años después de darse cuenta que el también se había enamorado.

La sonrisa se desvaneció del rostro del chico por el resto del día, incluso a la mañana siguiente su madre le pregunto si estaba enfermo por que la actitud de Logan había cambiado repentinamente.

Condujo hacia la compañía de su padre sin gran expectativa, estaba un poco enterado de las operaciones y como trabajaban en la empresa, pero todo era superficial, sin embargo su padre le había dado un mes para ponerse al corriente y presentarlo oficialmente como el nuevo Director.

Vaya sorpresa que se llevo Logan cuando al tomar el elevador en el tercer piso se encontró con Alex concentrada totalmente en su celular.

El destino de ambos estaba en el séptimo piso. Donde Logan bajo antes que ella con dirección a la oficina de su padre, estaba seguro que Alex ni siquiera lo había reconocido y aun así sintió una gran alegría de saber que trabajaría cerca de ella o incluso junto a ella. El solo hecho de tenerla cerca era suficiente para alegrarle el día.

-Finalmente estas aquí- su padre esperaba sentado en el sofá de la oficina, tenia una vaso con whisky en la mano, una costumbre que seguía de manera religiosa, Logan se sentó al lado suyo

-Y bien ¿que se supone que debo hacer?-

-Quiero que te mantengas siempre a mi lado por algunos días, necesito que vayas entendiendo el funcionamiento de la compañía y se que pronto vas a poder adaptarte, además Alex puede ayudarte con cualquier problema que se te presente y si eso aun no es suficiente se que Nancy también puede hacerlo- Logan asintió, comprendiendo por primera vez que Alex no era un hombre y en cambio se trataba de la chica que lo había dejado sin explicación alguna, su primer amor. En casa de sus padres era común que Logan escuchara a su madre mencionar a Alex, prácticamente cada dos o tres días había una nueva noticia sobre ella, aunque el nunca le tomo importancia, suponía que se trataba de un hombre, la mano derecha de su padre y no de una mujer.

-Vamos, quiero presentártela- Logan se puso de pie al mismo tiempo que su padre, permitió que el avanzara primero y un instante antes de entrar a la oficina su padre se disculpo, recordando que había olvidado hacer una llamada importante -ve tu primero- le indico. Logan entro a la oficina, el delicado aroma a vainilla inundo sus sentidos. Alex le daba la espalda, estaba hablando por su teléfono celular y no noto la presencia de alguien mas
-mejor nos vemos en el café que esta cerca de tu casa- la escucho decir, quizá se trataba de una amiga, no quería pensar en otra opción por que eso solo podía significar que ella se había olvidado de el. Entonces Alex se volteo y sus miradas se encontraron -si, nos vemos- dijo Alex antes de colgar

-Tanto tiempo sin vernos Lexi- su corazón se acelero al pronunciar su apodo, tenia tanto tiempo sin hacerlo que creyó que tartamudearía un poco, pero no lo hizo, Alex no tenia expresión alguna en el rostro, parecía una muñeca sin vida

-¿Lexi?- su voz se endureció ¿por que lo miraba con tanto desprecio? ¿no era él quien debería mirarla así después de abandonarlo sin permitirle explicar las cosas? -puedes llamarme Alex, solo mi padre me llama Lexi- Logan trato de decir algo, pero su padre entro en la oficina, abrazo  al moreno y dijo con orgullo

-Te presento a mi hijo, espero que puedan trabajar juntos, una vez que me retire la compañía quedara en sus manos- el seguía contemplándola, intentando descifrar por que su rostro no reflejaba ninguna señal de alegría ¿era cierto entonces que ella lo había abandonado intencionalmente?

-Soy Logan- logro articular, el dulce reencuentro se estaba volviendo un intercambio incomodo de miradas y ya no estaba tan seguro de que Alex y el pudieran darse una oportunidad

-Alex- contesto la castaña, pudo ver la falsa sonrisa en su rostro, la misma que ella había usado cuando un día antes de desaparecer le prometió a Logan que estarían juntos siempre -será un placer trabajar contigo- el moreno bajo la mirada, incapaz de decir algo, esa Alex frente a el ya no era la misma chica de la que se enamoro tres años atrás.

Su historia de amor era algo complicada, Alex era una dulce chica de colegio, era aplicada en sus estudios y tenia un pequeño grupo de amigas.

Logan nunca vio que alguien la molestara, algunos chicos incluso mostraban interés en conocerla. Era una chica normal con la excepción que sus calificaciones eran las mas altas en todo el campus. Y entonces una mañana Penélope, la chica mas popular del colegio se acerco a Logan y le propuso un reto, tenia que enamorar a Alex a cambio de conseguir una cita con Penélope. ¿Por que específicamente a Alex? Por que era la dueña del casillero siguiente al de Logan.

Un mes después del reto, el moreno se dio cuenta que a pesar de no estar enamorado empezaba a tener un sentimiento de amistad hacia Alex, ella se había vuelto su confidente y empezaban a pasar todas las tardes juntos. El día en que cumplieron tres meses juntos Logan se encontró con Penélope, la chica intento besarlo recordándole la recompensa por cumplir el reto, pero el ya no tenia ningún interés en ella. Se había enamorado de Alex en el proceso, por eso después de hablar con Penélope fue a la casa de la castaña quien lo recibió con una sonrisa y le hizo una promesa sabiendo que no la cumpliría, por que un día después Logan se entero que Alex y su familia se habían mudado para siempre.

Mas tarde cuando recorrían las instalaciones de la empresa sintió una nueva sensación de asfixia y entonces confirmo sus sospechas. Alex estaba rehaciendo su vida con alguien mas, alguien que no era el.

Las siguientes horas las paso ocupado escuchando a su padre hablar de lo maravillosa que eran Alex y Nancy, unas mujeres jóvenes con alto sentido de la responsabilidad. Blah blah blah. Logan ya no quería escucharlo por que sentía que esa Alex no era la misma de la que se enamoro, esa joven era fría, calculadora, insensible. Todo lo contrario a la irresistible ternura que derrochaba antes, cuando se sonrojaba cada vez que Logan le robaba un beso o la que se dejaba acurrucar entre sus brazos.

Aquella mujer a la que se encontró a la hora de salida en el elevador. La que acepto las flores de su novio con una sonrisa fingida antes de subirse en el coche de el. Esa ya no era su Lexi.

Su madre lo recibio con un fuerte abrazo, habian pasado dos meses desde la ultima vez que la vio. Logan no le sonrio, tenia la misma expresion derrotada de tres años atras. Acepto comer con su madre para no estar solo en su departamento, queria evitar a toda costa la tristeza que significaba volver a verla y saber que ya no podia hacer nada para retroceder el tiempo, para hablarle a la chica del casillero de enseguida sin necesitar ese estupido reto como pretexto. Queria volver a hacer todo de nuevo, de la manera correcta, que cada beso fuera sincero, que cada abrazo estuviera lleno de cariño, pero no podía y las cosas se volvían mas complicadas cuando su madre también hablaba de ella, sin saber que esa Alex a la que mencionaba de manera natural era la misma que le había roto el corazón tres años atrás. ¿Como iba a saberlo? Si el había evitado una y otra vez que Alex conociera a sus padre, después de todo solo era un estúpido reto y nada mas.