Después de un corazón roto (Lily Collins, Aaron Taylor Johnson, Logan Lerman)

20. Final B

Alex había decidido regresar a la ciudad por dos simples razones, tenia una nueva oferta mas ambiciosa que la anterior y dos, había vuelto para ofrecerle a Nancy trabajar con ella, necesitaba alguien de confianza mientras los dos proyectos se realizaban, Alex supervisaría cada uno de ellos de manera simultanea.

Esa tarde después de platicar con Nancy decidió salir de compras, llevaba las manos llenas de bolsas. La navidad estaba por llegar y empezaba a prepararse con los regalos para la familia y su equipo de trabajo.

Entonces lo vio a unos metros, sonriéndole amablemente a la cajera de una tienda para hombres. Había cambiado tan solo un poco. Seguía usando el cabello corto peinado con poco esfuerzo y la camisa remangada.

Alex sonrió para si misma y luego se dio la vuelta. Había pasado tanto tiempo. Creyó que todo estaba el pasado, claro que en todos esos meses no lo había visto y ahora se daba cuenta que algunas cosas o mas bien algunas personas simplemente no se olvidan.

Alex camino en dirección contraria y por necesidad volteo a mirarlo una ultima vez, le daba gusto saber que estaba bien, que había encontrado al igual que ella una manera para seguir adelante. Se despidió en silencio deseándole lo mejor del mundo y continuo su camino.

Había dado unos pasos cuando lo escucho llamarla

-¿¡Alex!?- ella se giro dedicándole una sonrisa -creí que no volvería a verte-

-Pues no fue así- dijo ella, aunque las palabras se escucharon un tanto duras
-estaba a punto de irme cuando te vi- admitió intentando que el incomodo encuentro no empeorara

-Si- dijo él -te vi mirando y entonces te reconocí- Aarón dejo de sonreírle, dirigió la mirada a otro lado y luego siguió un indescriptible silencio, fueron apenas unos segundos, pero a Alex le parecieron eternos

-En verdad tengo que irme- mintió ella

-Claro- Aarón se llevo una mano a la cabeza -entonces nos vemos luego- el también mentía, no había manera que volvieran a encontrarse, Alex ya no vivía en el mismo sitio y tampoco tenia el mismo numero telefónico, pero supuso que Aarón solo lo decía por cortesía, por que en realidad no tenia idea de que mas decirle

-Adiós- se despidió ella, dándose la vuelta dirigiéndose a la salida, se mordió el labio y se detuvo. Luego volteo a ver a Aarón, el no se había movido en absoluto y no pudo evitar sonreír -en realidad no tengo nada que hacer- le confeso -estaba aburrida y salí a comprar los regalos de navidad- él se rio
-Te invito un helado- Alex también se rio y camino hacia él

-¿Por que no?- Aarón le ofreció el brazo y ella se colgó de el, como en los viejos tiempos.

Platicaron de muchas cosas, poniéndose al día en cuanto a sus trabajos. Alex le platico sobre el proyecto que había realizado en el ultimo año, como se dedico a él en cuerpo y alma

-Debió ser difícil dejar todo lo que tenias aquí- ella negó

-No deje nada en realidad, me fui sin tener algo por lo que volver-

-¿Y por que lo hiciste? ¿por que regresaste?-

-Algo me dijo que lo hiciera- ella se rio, sonaba patético lo que estaba diciendo, no tenia sentido alguno y sin embargo Aarón la escuchaba con atención y sin juzgarla

-¿Y tu?-

-¿Yo que?-

-¿Estas casado? O ¿tienes hijos?- el negó

-Ni una ni la otra- confirmó

-¿Y eso es malo?-

-No lo creo- dijo él -solo una vez me eh querido casar con alguien pero al final no funciono y desde entonces no eh buscado nada enserio-

-Pues ha sido muy tonta por dejarte ir-

-No lo es- contesto el defendiéndola -es una mujer muy inteligente-

-Aun la debes querer mucho-

-Si- admitió Aarón -aun la quiero pero no se si ella también me siga queriendo-

-Seguramente así es ¿quien no querría estar contigo?-

-Tu- dijo el contemplándola fijamente para ver su reacción, Alex le sonrió

-Nunca me pediste que nos casáramos-

-Si lo hago en este momento, ¿vas a decirme que si?-

-Te diría que si- admitió ella y el la beso, fue un beso simple, de esos que apenas duran unos segundos, pero fue suficiente para que Alex quisiera salir de aquel local de helado y llevarlo a su cuarto de hotel, o a donde le fuera posible. Lo tomo de la mano, pago la cuenta y mientras Aarón intentaba procesar lo que estaba pasando ella lo beso, con la desesperación y luego con mas calma, lo había extrañado tanto y apenas se daba cuenta, entonces entendió el motivo por el que tuvo que regresar, tenia que volver a verlo, tenia que sentir de nuevo todo lo que Aarón provocaba en ella, por que era la única forma de sentirse completamente viva

-Podría besarte todo el día- murmuro el, entre besos

-Hazlo- contesto ella, el la elevo en el aire y la cargo como si fueran unos recién casados. Alex ahogo unas risas por la repentina acción y mientras sus miradas se conectaban, sintió que no necesitaba nada mas o a nadie mas en su vida siempre y cuando lo tuviera a él. Por que ese hombre al que un día pensó terminar, le había enseñado que a veces el primer amor no es el mas especial, a veces la persona indicada llega en segundo lugar cuando aun tienes miedo de perder, cuando menos te imaginas que alguien va a colarse por cada uno de tus huesos, por cada célula en tu cuerpo y te va a hacer sentir de nuevo lo que es amar, pero esta vez, sabes que será para siempre.

-¿Y esto?- le pregunto Alex, habían pasado tres meses desde que se mudo al departamento de Aarón y ahora el la había llevado a un hermosa casa en el centro de la ciudad

-Es nuestra- le dijo el abrazándola por la espalda -¿te gusta?- ella asintió

-Es preciosa- Aarón le sonrió

-Menos mal- susurro -por que la construí pensando en ti- Alex volteo a verlo

-Yo también tengo una sorpresa- dijo ella, en voz muy baja como intentando guardar un secreto -vas a ser papá-

Aarón la cargo dándole vueltas en el aire

-Te amo Alex- dijo emocionado y luego la beso dulcemente

-Y yo te amo a ti Aarón-.