Teo nos ha traído a la casa en la que vamos a vivir. Es una casa enorme, con sitio de sobra para nosotros seis. Dentro de la casa están todas las cosas que días antes le dimos a La Hermandad para que las trajeran, ahí en el centro del salón hay un gran montón de cajas, cada una con uno de nuestros nombres. En la cocina estaba todo ordenado, incluso el frigorífico estaba lleno de comida. Hablando de comida, es ya la hora de comer.
-¡Oídme todos!- Una vez todos me están mirando continúo hablando- Estoy muerto de hambre, ¿Comemos ya y después ordenamos nuestras cosas?- Will tiene una cara extraña.- ¿Qué te pasa Will?
-No he entendido que estés muerto.- Habla muy bien pero supongo que nuestras expresiones todavía no las controla lo suficiente.
-Estar muerto de hambre significa tener mucha hambre.- Barto se lo explica en tono amable.
-Aaaah. Es lógico.- Parece que lo ha entendido a la perfección, aunque tampoco es que sea muy difícil.
Comemos y después ordenamos las habitaciones, yo he cogido la que está en el segundo piso más lejos de las escaleras, en la habitación de al lado esta Lidia, después un baño, Víctor y María. En el piso de abajo están Barto y Will, esas son las únicas que hemos rifado y le han tocado a ellos.
Acabo de terminar de ordenar mi cuarto, ya está toda la ropa en el armario, mi Nintendo DS y mis juegos de Pokemon Zafiro y Esmeralda encima de la mesita de noche. Mi Play Station 2 también está ya conectada a la televisión, y a su lado están varios de mis juegos.
Parece ser que todos han terminado ya de ordenar sus habitaciones. María llama a la puerta.
-Hola Al, ¿puedo pasar?-Le hago un gesto con la cabeza indicándole que pase.- Barto y yo hemos pensado que podríamos salir a cenar fuera y tomarnos unas copas después, para conocernos mejor y eso, ¿qué te parece?
-Por mi está bien. ¿Os vais a arreglar mucho?-María parece extrañada por mi pregunta.
-No, vamos normal, de calle.
-Bien, bueno,¿ya se lo has dicho a todos?
-No. Creo que es mejor que a Lidia se lo digas tú, parece que contigo se siente menos incómoda.
-OK, pues voy a ello.-Mientras que hablo voy saliendo de la habitación. Llamo a la puerta de Lidia.
-Hola Lidia.-Abro la puerta lentamente mientras hablo.- Los demás han pensado que podríamos salir a cenar y tomarnos algo después, ¿te apetece?- Su cara al oírme parece dejar bastante claro que no le apetece.-Venga, estará bien, vamos a vivir juntos durante 3 meses, tendremos que conocernos, y mientras antes lo hagamos, mejor.
-Vale.-Arrastre mucho las vocales, como cuando le contestas a tus padres sin ganas.
-Bien, no te arregles mucho.-Me mira con una ceja arqueada.
-No pensaba hacerlo.-Me rio y salgo de la habitación, no se por que pero Lidia me cae muy bien, se parece a mi, en versión exagerada, pero se parece a mi.
Ya estamos todos saliendo de la casa.
-¿Donde está Víctor?-Mi tono suena un poco a preocupación, no he puesto ese tono queriendo.
-Víctor, debido a sus gustos especiales, ha ido a cenar a un lugar diferente y después se reunirá con nosotros.-María responde a mi pregunta en tono de broma, y la verdad es que ha tenido bastante gracia, todos nos hemos reído, incluso Lidia ha soltado una pequeña sonrrisita.
La verdad es que la noche está transcurriendo de una manera bastante aburrida ya que nadie habla con nadie, solo Barto y Will parecen haber hecho buenas migas.
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Cazadores: Dianne
Fantasy-Vale. Pues que te vaya bien. ¿Te vas a llevar a Dianne? -Por supuesto, no iría sin ella a ningún sitio- Le dedico a mi madre una gran sonrisa y me voy a la sala de entrenamiento cargado con mi mochila mientras me como unas cuantas galletas que he c...