El despertador esta sonando, hoy no va a ser un buen día, tengo mucho sueño. Me levanto de la cama y me dirijo al baño para lavarme la cara. Lleno las manos con agua muy fría y meto la cara dentro, a mucha gente eso le despierta, a mi no.
Una vez bajo la escalera veo que no hay nadie en el salón, creía que ya se habrían levantado. Voy a las cocina, me hago un café muy cargado, estoy con la cafetera cuando María entra.
- Buenos días.- Aún tiene voz de dormida.
- Buenos días, ¿quieres café?- Pregunto señalando la cafetera.
- No gracias, no tomo mucho café, prefiero cola cao.- Mientras habla se dirige a la despensa.
- Saca las galletas de chocolate ya que estás ahí.- María coge el paquete de galletas y los cereales, saca un tazón y lo llena de leche. Se va al salón a desayunar, cuando pasa junto a mí deja las galletas a mi lado encima de la encimera.
Justo cuando María salia, Lidia entraba, esta me mira y arquea una ceja mientras se ríe.
- ¿Qué te pasa?, ¿te acabas de levantar y ya te estás riendo de mí?
- Podrías ser un poco menos descarado y así no me reiría de ti- Se acerca mientras habla y me saluda con un abrazo.
- ¿Descarado?, ¿qué he hecho?- Pregunto ya imaginándome la respuesta.
- Le estabas mirando el culo, da gracias a que no le ha dado por mirar atrás.
- Tampoco es algo tan raro, solo le he mirado el culo.- No me gusta hablar de estos temas, me da vergüenza.
- Pero hay chicas a las que eso les molesta.
- ¿A ti te molesta?- Intento ir desviando la conversación poco a poco.
- Si me molestara no hablaría contigo.- Se ríe, coge el paquete de galletas de mi lado y se va.- Prepárame un café por favor.- Se gira en el último momento y me guiña un ojo.
Ya debería haber llegado la carta de La Hermandad, pero es casi la 1 y todavía no hay noticias, estoy sentado en la silla de el cuarto de Lidia, ella esta tumbada en la cama y Víctor esta sentado en el suelo con la espalda apoyada en la pared, hablamos de lo de siempre, mangas, animes, series y poco más.
Se escucha el timbre, es raro, nadie debería venir a visitarnos. Los tres bajamos corriendo, Barto va hacia la puerta y la abre despacio.
- ¿Quién es?- Pregunta asomándose por la pequeña rendija que ha dejado al abrir la puerta.
- Vengo de parte de La Hermandad, mi nombre es Matías. Traigo la nueva carta, aparte de algo que me han pedido que os diga.- Barto mira hacía atrás, está buscando nuestra aprobación para abrir la puerta. Todos asentimos con la cabeza.
- Pasa Matías.- Barto le abre la puerta.
- Por favor, llamadme Mat. La Hermandad me ha mandado ha pediros disculpas por el incidente del hombre lobo, estamos investigándolo, creemos que no es nada de gran importancia, pero de todas maneras, nos quedaríamos más tranquilos si estuvierais totalmente alerta. Por lo que pudiera pasar.
- ¿Eso es todo?, ¿para eso te han mandado?, podrían haberlo puesto en la carta y ya esta.- Parece que Barto no se fía de él.
- Podrían, pero han creído que sería mejor que alguien os lo dijera en persona, y respondiendo a tu pregunta, no, eso no es todo. También he venido a presentarme, aunque no sea lo común. Como sabéis, Teo Gavilán es vuestro examinador, pero él no está aquí, tiene demasiado trabajo, por eso estamos nosotros, nos encargamos de realizar los informes sobre los cuales el Señor Gavilán calificará vuestra actuación en La Prueba. Dentro de este sobre tenéis la carta de la hermandad y un número de teléfono, si vuelve a ocurrir lo del hombre lobo y no os veis capaces de acabarlo solos, podéis llamar y acudiremos a ayudaros.- Ha sacado el sobre de su bolsillo, es la carta, lleva el sello de La Hermandad.
- Un momento, has dicho nosotros, ¿cuántos sois?- Pregunto, he sido el primero, pero creo que todos iban a preguntar lo mismo.
- Eso no os lo puedo revelar aún, pero ten por seguro que si algo pasara, daríamos la vida para protegeros, esa es nuestra labor.- Me mira fijamente mientras habla. Debe ser mi imaginación, pero creo que he visto el color de sus ojos, son morados.- Bueno, ya ha acabado mi misión aquí, ya me voy, entrenad mucho, lo que habéis hecho estos primeros días, solo era el calentamiento.- Habla mientra sale por la puerta con una sonrisilla de satisfacción en la cara.
María como siempre, tiene la carta.
- ¿La leo en voz alta?
- No hace falta, solo dinos lo que es y la dificultad y ya nos leemos el informe.- Barto parece algo nervioso, en realidad todos estamos deseando saber que será nuestra próxima presa.
- Un vampiro.- La cara de todos refleja la incómoda situación.
- Tranquilos, estoy acostumbrado, la mayoría de los que son como yo se dedican a matar gente y eso, lo tengo asumido. No me siento como si perteneciera a su grupo, soy lo mismo que ellos, pero he escogido un camino diferente.- Víctor se ha dado cuenta de la situación.- ¿Cuál es su nivel?
- 3/12, más o menos como el hombre-lobo.
Le hecho una vista al informe.
- Pero no es de este pueblo, mata en el bosque, a gente que este pasando por la carretera o a personas del pueblo de al lado.- No solo nos tenemos que ocupar de este pueblo, también de los alrededores. Sabíamos que esto podía pasar, pero es difícil cambiar el habitat donde te sueles mover para cazar, cualquier anomalía se encuentra más rápido en un lugar que conoces.
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Cazadores: Dianne
Fantasy-Vale. Pues que te vaya bien. ¿Te vas a llevar a Dianne? -Por supuesto, no iría sin ella a ningún sitio- Le dedico a mi madre una gran sonrisa y me voy a la sala de entrenamiento cargado con mi mochila mientras me como unas cuantas galletas que he c...