Los Anfibios (両生種 Ryoseishu en japonés) son una clase de monstruos introducida en Monster hunter, parientes de los Leviatanes pero mejor adaptados a tierra.
Como su nombre indica, están familiarizados con anfibios como las ranas, siendo cuadrúpedos y teniendo potentes patas traseras para saltar. Pueden encontrarse en numerosos hábitats, pero requieren de una fuente de agua para poder vivir y reproducirse, por lo que las cuevas o zonas costeras son idóneas. El ciclo vital de estos monstruos es como el de las ranas, empezando su vida como renacuajos, un ejemplo son los Zamite.
Tetsucabra
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Apariencia
Su apariencia recuerda a una rana. Posee enormes colmillos inferiores y potentes patas traseras. Su cola es redondeada y espinosa, y se torna blanca al hincharse. Su cuerpo está cubierto de escamas rojas, tornándose azules oscuro en las patas y cuerpo inferior. Su vientre y colmillos son de color amarillo.
Comportamiento
El Tetsucabra es un habitante común en la Sima hueca y la Fronda arcaica, donde se alimenta de cualquier cosa que se mueva en sus dominios. También puede encontrarse a veces en Canal helado, aunque se desconoce como llega hasta ahí.
Combate
El Tetsucabra posee una poderosa mandíbula, con dos prominentes colmillos con los que ataca. Es capaz de levantar enormes rocas del suelo, lanzarlas o pulverizarlas de un mordisco creando una lluvia de guijarros muy peligrosa. También es capaz de saltar grandes distancias con sus patas traseras para atacar o escupir una sustancia verde que disminuye la resistencia del cazador.
Taxonomía
El Tetsucabra es un gran anfibio que habita en cuevas de zonas húmedas. Algunos individuos viejos se denominan tetsucabra toro. Está emparentado con zamtrios y zamite de regiones frías.
Hábitats
Aunque el Tetsucabra se encuentra principalmente en la Sima hueca, el Vergel eterno y la Fronda arcaica, algunos individuos han llegado a aparecer en ocasiones en el Canal helado y la Isla desierta.
Adaptaciones
Como las ranas, el Tetsucabra necesita vivir en un entorno húmedo para sobrevivir. Sus escamas rojas y azules le permiten mezclarse en entornos cavernosos, además de alertar a posibles depredadores. Su coraza es dura pero flexible, siendo bastante similar a la piel de un sapo, y su cráneo es resistente a los golpes. Las patas traseras del Tetsucabra son muy musculosas y le permiten saltar grandes distancias en terrenos escarpados, y sus garras son lo suficientemente fuertes como para destrozar rocas. El Tetsucabra utiliza sus gigantescos colmillos principalmente para excavar, más que para defenderse, pues son tan duros que pueden atravesar rocas con facilidad. Las fuertes mandíbulas del Tetsucabra le permiten incluso levantar enormes piedras y hacerlas polvo de un mordisco, generando una lluvia de fragmentos que pueden herir o matar a su presa. Al levantar rocas, el monstruo ejerce presión sobre su espina dorsal, causando que su cola se hinche para equilibrar su peso, pero esto también convierte su cola en una parte vulnerable. Por otro lado, el Tetsucabra produce un líquido pegajoso sobre sus presas, lo que entorpece mucho cualquier movimiento que hace que se cansen rápidamente. Este líquido también tiene muy mal sabor, lo que previene al Tetsucabra de ser comido por depredadores mayores.
