Capitulo 7

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Naruto saltaba de techo en techo en la aldea, iba un tanto rápido pero era porque no había comido absolutamente nada y a pesar de que al comer el fruto se volvió inmortal en todo sentido y al hacerlo no necesitaba nada para seguir viviendo. No necesitaba comida, agua o respirar. Aunque comía mas que nada porque quería hacerlo, después de todo era eterno, que problema tenia si perdía un poco de tiempo comiendo, aunque su estomago rugía cada vez que pensaba en comer. Por ello fue hasta el barrio medio de Konoha y llego hasta una muy curiosa tienda que vendía algo que Naruto podia casi jurar que Hagoromo le dejo al mundo para hacerlo mas brillante: el Ramen.

Su comida favorita en el mundo y el Ramen que preparaban en Ichiraku's Ramen era el mejor, además de que el dueño y su hija lo trataron muy bien cuando era pequeño.

Flashback—

Actualmente Naruto tenia 5 años y el anterior no fue muy diferente de los anteriores, soporto otro año de soledad y tristeza, otro año de incertidumbre y desconcierto. Había estado tan asustado los últimos días debido a que los civiles se volvían mas y mas agresivos con el, fueron días duros, días en los que sobrevivió gracias a cierta criatura sobrenatural que vivía en su interior, aunque el pequeño hubiera ignorado tal peculiaridad.

Ese poder, sin embargo, sería incapaz de mantenerlo con vida por siempre, y tuvo suerte como también mala suerte de que la encargada del orfanato en que vivía había decidido correrlo con solo cuatro años.

No le había importado su estado, solo lo aventó a la calle y lo dejó allí a su suerte. En ese lugar había sido recogido por uno de los ANBU que dentro de un año lo abandonaría cuando lo masacraron, tenía que asegurarse por orden de Hiruzen de cuidar al niño y que nadie como Danzo se le acercara. Así que lo llevó hasta un lugar más seguro y dejó algo de comida y agua para cuando despertara, solo suficiente para que tuviera unas pocas energías.

Hubo confusión y miedo al momento de despertar, corría y pedía ayuda, pero solo obtuvo como respuesta las miradas de desprecio, o sucias y duras palabras, ni que decir de los golpes de los más intolerantes.

Posteriormente salió para encontrar a su "Jiji" el único que no que parecía no odiarlo, pero no tenía idea de cómo llegar hasta su hogar, así que muy prontamente se había extraviado en la gran extensión de la aldea.

Por donde quiera que miraba, solo podía ver miradas de odio y de malicia, así que se había escondido hasta que su "Jiji" le encontrara, seguramente algo le había sucedido y por eso no había podido regresar. Aunque no sabia que el concejo tenia a el Sandaime atado de manos, diciendo que no se podia involucrar con el niño porque si era así podia afectar al Jinchuriki.

Desde ese punto en adelante su vida se había convertido en una verdadera odisea. No había nadie que le ayudara en ningún aspecto. En el orfanato, si bien la pasaba mal, al menos tenía algo que comer tres veces a la semana, o si tenía suerte, hasta seis.

Pero ahora, y por primera vez en su vida, se encontraba totalmente solo; se sentía como un pequeño ratón rodeado por felinos.

Había aprendido a moverse por las noches, momentos en los cuales el tránsito era casi nulo, y por lo tanto aprovechaba para buscar restos de alimentos cerca de los puestos de comida, o incluso entre la basura de los habitantes.

Salir a las calles en los días soleados había sido inevitable, ya que las autoridades de la aldea, mas concretamente los policía militar Uchiha hacía guardia y evitarlos era casi imposible. Y no le gustaba que estas personas le atraparan, si bien no le causaban daño físico, ellos disfrutaban de hacerlo sufrir de una manera que no podía concebir.

Se burlaban de su apariencia, de su situación, e incluso de su falta de alimentación. Esas personas disfrutaban de hacerle llorar, y aun más que implorara por algo de la comida que devoraban frente a él.

Naruto OotsutsikiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora