Capitulo 23: El Rescate de la Princesa de la Nieve. Parte 1—
Naruto abrió las puertas de la torre Hokage, caminaba un poco apresurado ya que volverían a hacer misiones y seria molesto que por hacerlas no pudiera entrenar, el Ootsutsuki siguió caminando hasta que se topo con un espejo en la pared, se detuvo al ver el objeto de cristal. Allí pudo verse por primera vez en mucho tiempo, valla que había cambiado, no solo había sido en la ultima semana, ya no podia ni ver a su "antiguo yo" en el espejo, su cabello, antes alborotado y rubio como el oro ahora era lacio y plateado como la luna o la plata. Había dejado de ser aquel niño desnutrido y bajito para convertirse en un hombre casi adulto y fornido. Sus ojos… el cambio mas significativo para Naruto. Sus ojos antes eran azul hielo, ahora eran azul oscuro, casi metálico.
No se miraba para nada como cuando era un niño, aunque dudaba que alguna vez lo hubiera sido en pleno derecho. Los primeros 3 años de su vida… esos 3 años fueron los mejores y a la vez los peores de su vida, el orfanato en el que vivió fue horrible, lo golpeaban diario por simplemente pedir comida o preguntar algo típico de un niño que ni siquiera tenia 5 años, la comida… Naruto había desarrollado cierta habilidad para comer de todo, bueno, mas que habilidad fue una necesidad de supervivencia, la comida que le daban allí o era comida podrida o envenenada, lo sabia al recordar los dolores estomacales que sentía, si no fuera por Kurama seguramente no habria vivido mas allá de los 6 meses de vida, según le dijo Kurama, desde esa edad lo habían comenzado a tratar de envenenar, la cama que había tenido no fue la mejor, la madera estaba podrida y el colchón era duro además de que tambien estaba podrido. Mientras estuvo en el orfanato recordaba vagamente que Kakashi e Itachi lo visitaban y en esos días por lo menos le daban comida en buen estado y lo trataban con cariño.
Cariño… antes de conocer a Kakashi, Itachi, el viejo Hokage o alguien que lo trato bien, antes de ellos no conocía ni había oído hablar de esa palabra, los primeros 3 años de su vida vivió encerrado y amaestrado. Como un perro que educaron a base de palos y pedradas, no había mejor manera de describir como fue su infancia. Cuando tenia 4 años las cosas empeoraron, lo echaron del orfanato, no es como si tuviera mucho allí pero aunque la comida o fuera podrida o estuviera envenenada por lo menos era comida. Las golpizas de el orfanato no se comparaban con la de los aldeanos, según había oído, Morino Ibiki, el jefe de I+T, había sufrido torturas que iban desde clavarle clavos en la cabeza, quemaduras, le habían roto huesos. Entre muchas otras cosas. Nada de eso de comparaba a lo que sufrió el, podia sonar pretencioso decir eso pero era la verdad.
Se llevo la mano izquierda al brazo derecho, abrazándose a si mismo con leve incomodidad. Se toco el ojo izquierdo. Si no fuera porque comió el fruto del Shinju no podria ser un Shinobi, no, si no hubiera comido el fruto no estaría vivo. Y aunque lo estuviera hubiera preferido morderse la lengua hasta arrancársela y morir desangrado. Prefería eso a que le volviera a pasar lo que paso cuando tenia 6 años.
Mirándose de nuevo en el espejo Naruto suspiro mientras tocaba el vidrio con la punta de sus dedos, su mano toco el frio cristal mientras se miraba nuevamente, tal vez fue su mente jugándole trucos o una ilusión puesta por alguien mas, pero casi podia ver a una versión suya con cabello rubio y como era antes, pero ahora ya no se parecía en nada a sus padres.
Padres… pensando detenidamente en ellos Naruto noto una dura verdad; no le importaban. Jamás los conoció y cuando supo quienes eran… agradecía que estuvo en una misión en Raíz porque si no fuera así hubiera ido a la montaña Hokage y destruido la cara de su "Padre". Sentía una leve melancolía al ver fotos de ellos o ver los juguetes que le compraron, pero no era porque los extrañase, era simplemente porque se preguntaba como se sentiría el tener padres o una vida normal. Había pensado en ellos algunas veces pero no de manera que le tomara importancia, no los echaba de menos ya que nunca los conoció. Sonaba frio, insensible y hasta cierto punto cruel pero… ellos no le importaban—Tengo que dejar de quebrarme la cabeza con cosas como esas. Ellos no van a volver… y a mi no me importa—Pensó el Ootsutsuki mientras su reflejo cambiaba, ya no era la imagen de aquel pequeño niño. Era solo… él.
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Naruto Ootsutsiki
Fiksi PenggemarQue pasaría si un niño cuya vida estaba destinada a nada mas que al sufrimiento se le diera la oportunidad de salvarse, de ayudar a Nueve criaturas a encontrar el amor y a todo un continente a encontrar la paz. Esta, es su historia, la historia del...