Es difícil decirle a tu padre que no te gusta el helado de fresa con la boca cerrada.
¿Pero sabes qué es más difícil? Decir que no te identificas con el género que te imponen cuando el mundo te silencia y los que te rodean tienen los ojos cerrados ante la verdad.
Mi falda, mi ropa holgada, mis rasgos finos o mi mandíbula marcada no me definen ni a mi ni al género con el que me identifico.
Tu religión, tu ideología, tu educación y a lo que llamas "biología" no me definen y no voy a permitir que ninguna de estas sean la causa de mi silencio, de mi incomodidad y de mi conformismo.
Yo no voy a impedirme ser quien soy a causa de tus ojos cerrados.
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AcakViene algo, un pensamiento, algo y al ser incapaz de retenerlo en mi mente lo plasmo en textos antes de que se desvanezca por completo, aunque este al conjunto de otros termine siendo igual de monótono.