Mate del Alpha, Hija de la Luna

Extra Annelly

Era una tarde agradable, me encantaban las tardes así. Por lo general tienen un buen final, con algunas excepciones, ésta, era una de ellas.

Estaba en mi cama acostada revisando el facebook y escuchando Palabras Mudas de Porta, cuando recibí ese mensaje, un mensaje que debí ignorar, el mensaje que me llevó a la ruina.

Era Carla, invitándome a una fiesta que se celebraría en casa de Alan Parker, uno de los mas populares en el instituto. Me encantaba ir a fiestas, y como sabia que mis padres me dejarían ir, acepte. Después de pedirle permiso a mis padres subí a mi cuarto a elegir mi ropa.

Opte por un top negro, una minifalda con medias negras y unas botas altas negras. Sí, amaba vestir de negro para eventos así.

Salí a la fiesta y nada mas llegar encontré a Angie con su novio.

Eran inseparables esos dos. Pero eso no importaba ahora, estaba en una fiesta y pensaba divertirme.
Fui a la barra y pedí al barman que me sirviera un gic tonic. Después de un par de tragos fui a la pista de baile, y me encontré con Angie quien bailaba muy pegado de su novio, les deje algo de intimidad y me dispuse a bailar sola, no me acordaba quien era el cantante ni que musica era, pero sabia que me gustaba.
Un par de minutos después un chico muy guapo se pego de mi para bailar juntos, no habría sido un problema si no fuera por el hecho de que me estaba manoseando de mas, y el hecho de que anduviera vestida de manera provocativa y me gustara bailar, no significaba que iba a dejar que un idiota me tocara cuando y donde le viniera en gana.

Sí, era virgen. Pero no por falta de oportunidades ni de pretendientes.
Yo lo había elegido así.

Lo alejé de un buen golpe y me fui de allí, comenzaba a sentirme mareada y algo cansada, pero no me importo así que seguí bailando. Más tarde me daría cuenta de que irme en ese momento hubiera sido lo mejor.

Pasaron dos horas aproximadamente, y yo seguía bebiendo y bailando, no soy delicada, de hecho no me emborracho fácilmente, así que no estaba ebria, seguía consciente pero un poco suelta.
Así que decidí que era hora de irme, como es de esperarse Angie insistió en que me quedara, ella me llevaría después, pero yo quería irme a acostar, por última vez, debí quedarme con ella.

Salí afuera, pero no estaba en un estado que me permitiera caminar hasta mi casa así que opte por pedir un taxi. Un rato después apareció uno.

Me subí al taxi y le di las indicaciones para que me llevara a mi casa y espere allí sentada llegar a mi destino. Solo que nunca llegue.

El taxista siguió de largo, comencé a reclamarle y preguntarle porque había seguido de largo, el detuvo el auto, agarro un pañuelo y se bajo. Yo intente hacer lo mismo, pero antes de que pudiera hacerlo el hombre me puso el pañuelo en la cara y me sostuvo así hasta que caí en la inconsciencia.

Cuando desperté estaba en un lugar oscuro, tuve que parpadear varias veces para acostumbrarme a la poca luz que se filtraba por una pequeña ventana, había una cama individual a mi lado derecho y una puerta a mi lado izquierdo (imagino que era la salida, ya que no veía ninguna otra), yo estaba sentada en una silla algo pequeña para mi, intente levantarme pero fue en vano, tenia amarradas las manos y los pies, intente gritar pero tenia una cinta en mi boca.

Después de infructuosamente intentar soltarme hasta el cansancio, me resigne y espere pacientemente a que apareciera mi captor, pasaban las horas y nadie llegaba, lo cual empezaba a preocuparme, después de todo estaba agotada física y mentalmente de estar en la misma posición, además tenía hambre. Deduzco que es de noche ya, pues la luz de la ventana fue menguando poco a poco hasta solo quedar un poco de luz, lo suficiente para que pudiera ver mis piernas.