Capitulo 1: Génesis

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Ryu creció con belleza y gracia tal cual fénix era

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Ryu creció con belleza y gracia tal cual fénix era. Encerrada en un Reino que no le permitía ver la luz del día por ninguna ventana u orificio en todo el Reino. Sin embargo, ella era feliz, sonreía todo el tiempo con todas esas pecas sobre sus mejillas sonrojadas.

Todas las personas en el Reino –se podían contar con los dedos de las manos- jurarían que era capaz de enamorar a cualquiera que estuviera un par de segundos con ella, pues Ryu tenía una hermosura inexplicable y hablaba como si de un ángel se trátase; Si bien Ryu no era el estereotipo de lo que alguien llamaría una chica linda, cuando llegaba perfumada con el aroma de rosas recién cortadas a las habitaciones de Reino era como ver el amanecer una vez más, opacando aún más el azul del cielo con sus ojos.

Ryu era muy bien parecida a sus padres, la misma aura angelical de su madre y el mismo temperamento que su padre. Con el cabello de oro hilado por los mismísimos ángeles, los ojos azules del agua de un manantial y los mismos rasgos finos de su madre.

Además, era muy inteligente. Teniendo tanto tiempo libre en el Reino juraría haber leído cada página de todos los libros que se encontraban en el Reino, le apasionaba la historia de la creación de Universo y todo lo que implicaba éste.

Entrenaba cada día junto a su fiel maestro: Galván. Lo conocía desde que tenía memoria y todo lo que sabía acerca de sus poderes era gracias a su ayuda, pasaba cada tarde entrenando a su lado y por muy increíble que suene, prefería entrenar sin sus poderes y aun así era magnifica usándolos. La convirtieron en una máquina de matar incluso sin usar sus poderes y sin desvanecer su alma pura.

¿Quién hubiera pensado que una chica como Ryu estaba tan vacía por dentro?

Jamás le intereso el puesto de ser Princesa de Hamillton, y mucho menos ser su Reina; Pasaba el tiempo aburrida colgando la cabeza del sueño en cada una de las lecciones para aprender a ser una gran gobernante y por más que intento interesarse por el tema, fue una tarea imposible para ella. Odiaba la sensación de saber que en cierto momento de su vida tendría que tomar el puesto de su padre y convertirse en la Reina de Hamillton como sus padres lo deseaban, y ese futuro para ella estaba mucho más cerca de lo que se podría imaginar.

Ryu siempre estuvo acostumbrada a la vida de cautiva dentro de un castillo que ella adaptaría a su vida cotidiana y pensaría que es lo normal. Hasta que pronto le hicieron saber sus padres que las cosas no eran así; Pronto acabarían las puertas y ventanas cerradas pues Ryu sería presentada como lo que era ante todo el mundo mágico: "Heredera del poder más grande en el universo y Princesa Heredera del Reino de Hamillton". Los escalofríos recorrían la espalda de Ryu cada que escuchaba a sus padres llamarla así.

Se sentía poca cosa a lado de ese título tan enorme "¿Portadora del poder más grande del universo?" Cuando ni siquiera era capaz de mantenerse en pie cuando invocaba a su dragón. No era un puesto para ella y mucho menos como guardiana del mundo mágico, cada que la presentaban de esta manera era como poner una etiqueta enorme escrita sobre su frente.

El sueño de un Fénix | Primer LibroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora