Capitulo 8: Mamihlapinatapai

88 7 3
                                    

— Vámonos —

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— Vámonos —. La voz de Kami fue tan monótona que asustaba, sin protestar abrí un desgarro delante de nosotros y salimos de ahí volviendo a nuestro limbo para nosotros dos.

Estaba en estado de negación, con la boca temblando con tantas cosas por decir, pero ningún sonido escapaba de ella. Y sin esperarlo ni planearlo lágrimas silenciosas comenzaron a caer de mis ojos, con el corazón roto en mil pedazos; Sin saber controlar mis emociones me lancé a los brazos de Kami en busca de consuelo, me aparté casi al mismo tiempo que fui en busca de sus brazos para mirarlo directamente a los ojos.

Kami estaba igual, con ojos cargados de lágrimas y su rostro tan rojo que resaltaba todas las pecas esparcidas por sus mejillas. Estaba tratando de controlar su respiración para no desatar en llanto.

— Necesito que me expliques. Kami, esta vez no evites mis preguntas —. Por fin fui capaz de articular palabra, deteniendo mi llanto.

— No me hagas esto — dijo colocando sus dedos en el puente de la nariz, estresado y apunto de llorar.

— ¡Siempre es lo mismo, nunca quieres hablar sobre ti! Y tú sabes algo que no quieres decirme ¡Debes de dejar de ocultarme las cosas! — grité tan alto que mi cabello se encendió en un color rojo vivo y voló como si hubieran puesto un ventilador cerca.

— Nos vas a encontrar en cualquier desgarro que abras, no te debes sorprender... — desvío su mirada hacia arriba inclinando su cabeza hacia atrás — Todos los Kami's estamos obsesionados con nuestra Ryu

Un rayo fugaz de entendimiento cruzó por mi mente, Kami siempre estuvo conmigo cuando comencé a sentir que el mundo se me venía encima, era la razón por la cual me ayudaba, era una relación tan fuerte que existía en varios multi-universos, y no podía entender el por qué. Por eso Kami me ayudaba, por eso esa intención de cuidarme al primer instante que salí al exterior.

— ¿En todos los universos terminamos como pareja? — dije con la mayor ilusión del mundo dentro de mi corazón, aunque mi expresión no lo dejaba ver. Muy dentro de mí estaba tan emocionada por la idea de que Kami por fin se volviera parte de mí, Kami dejó salir las lágrimas que tanto había guardado hasta ahora.

— No, no en todos Ryu. Pero en algún momento nos llegamos a cruzar, tú ya me conocías antes de esto — su voz sonaba tan frágil que me costaba escucharlo con claridad.

— No te recuerdo de ningún sitio —. Con las mejores intenciones de querer consolarme Kami me dedicó la mejor mirada de ternura que me pudieron dar en mi vida, acariciando mi mejilla en forma tranquilizadora, acurrucándome en su mano.

— No te lo puedo decir, pequeña. Pero vas a tener que confiar en mí

Kami me tomo por los muslos cargándome haciendo que enredara mis piernas alrededor de su cadera abrazándome con la mayor euforia que podía darme. Dos chicos que se amaban con el alma hecha pedazos, ambos en sollozos, ambos queriendo sentir cada parte del otro, ambos amándose.

El sueño de un Fénix | Primer LibroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora