Capitulo 6: Multi-universos

85 8 1
                                    

Mis padres habían perdido la cordura al ver el desastre esparcido por cada extremo del baño, desde la sangre hasta los pedazos de espejo que habían quedado dentro y fuera del lavabo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Mis padres habían perdido la cordura al ver el desastre esparcido por cada extremo del baño, desde la sangre hasta los pedazos de espejo que habían quedado dentro y fuera del lavabo. Una de las sirvientas del Reino lo notó al ver como el agua corría por debajo de mi puerta al no haber tenido el cuidado de cerrar la llave de agua. Algunos sirvientes me habían jurado ver como mi madre, la Reina había soltado unas cuantas lágrimas mientras me encontraba recostada en una de las camillas del hospital del Reino.

Fue un ataque repentino que no hubieran esperado de mí, ya que ni siquiera yo lo esperaba. Tenía aún tanto estrés y ansiedad guardada dentro de mí que en cierto momento tendría que explotar y no fue de la mejor manera, rozando lo ridículo.

Inspeccione mi mano, ya había regenerado mi piel cortada, solo quedaba el rastro de sangre de lo que en algún momento fue una herida. Miraba mi reflejo en el espejo mientras trataban de hacer algo por mi cabello, el corte era muy torpe y desigual, ahora estaba aún más corto de lo que yo hubiera preferido. Es más, no lo prefería, era solo un arranque de querer hacerme daño a mí misma; Pase la mano restregando mi rostro con fuerza por querer quitar los pensamientos de mi cabeza, ahora había corrido los pocos restos de maquillaje que se encontraba en mi rostro.

Cuando era pequeña, alguna que otra vez había imaginado una vez, un montón de mundos paralelos donde yo no hubiera hecho tal o que hubiera hecho algo mal, pero no creía el hecho de que existieran tantas posibilidades de mi vida. La chica del aquel lugar parecía totalmente diferente a mí, tenía en sus ojos ese toque salvaje que yo no tenía por ningún lado, mucho más entrenada y más preparada para lo que me estaba por venir, incluso más feliz de lo que yo pudiera ser; si existían versiones tan diferentes a mí ¿Podrían existir otras versiones con casi la misma vida? La misma sensación vacía en el pecho.

Tenía mis dudas de Kami, le había confiado tantas dudas que nunca me pude plantear la idea de que fuera mi enemigo; sus ojos, sus abrazos, todo me inspiraba confianza en él, casi una tranquilidad igual o mayor a la que me daba Grimm. No entendía qué era eso tan peligroso que tanto miedo le causaba a Kami, podría haber pensado en el heredero del poder del viento, pero por la poca información que me había sido proporcionada no parecía ser alguien tan peligroso. Incluso podría decir que lo quería, no pude evitar sonreír con tan solo pensar en él.

— ¡Lo estoy logrando! — dije en un grito con mis pies a unos cuantos centímetros colgando sobre el suelo. La sensación caliente de mi espalda hacía que se recorriera al resto de mi cuerpo.

— Te dije que podías crear alas a tu voluntad — dijo sonriendo al ver como lograba hacer flotar mis pies sobre el cielo. Tomó una de mis manos haciendo que cada vez separara más mis pies del suelo, tambaleando cada vez que subía más.

Él veía mis pies para ver que todo estuviera en orden, pero yo cada vez tenía una mejor vista de sus curiosos ojos verdes con un destello naranja. Volteó inesperadamente a verme y en ese momento de distracción mis alas se desvanecieron cayendo en los brazos de él dejando nuestros rostros a centímetros. Sonreímos para después soltarnos a carcajadas, pocas veces me sentía así de feliz.

Agité mi cabeza quitando el recuerdo de mi mente con una sonrisa en la comisura de los labios.

Kami no me iba a dar respuestas o entrenar por lo que me había dado a entender, pero me hubiera gustado saber mucho más sobre otras versiones de mí para llenarme de información sobre ellas, como si fueran sumando años de experiencia y así no ser un total fracaso como guardiana de mi Reino. La presentación se acercaba, y cada vez estaba mucho más nerviosa con la presión que ponía Kami sobre mí, cada vez se ponía más ansiosa al punto de decirme que debía cancelarlo. Estaba dispuesta a hacerlo, pero no tenía ni idea de cómo hacerlo.

Tampoco era muy buena idea enterarme de lo que me venía en el futuro u otros multi-universos, entre en pánico la última vez y si encontraba algo más impresionante que eso sabía que no iba a ser capaz de asimilarlo, y volvería a pasar lo de la última vez. Las sirvientas que me encontraron me describieron como: "Estaba ida, totalmente, no respondía, pero sabíamos que nos podía ver, simplemente estaba en otro mundo, cuando se desmayó en el suelo comenzó a sangrar su nariz ¡No sabemos qué fue lo que pasó!"

Estaban tan asustadas que sentí tanta vergüenza por mí misma cuando se presentaron conmigo. Sentía una gran presión en el pecho, como si algo estuviera a punto de pasar.

Corrí hacia mi cuarto, sin asegurarme de que mi cabello estuviera totalmente arreglado, la cerradura de hierro la derretí poniendo mi mano sobre ella, si alguien intentaba pasar me daría algo de tiempo, tomé un frasco de pastillas que estaba sobre mi mueble que ayudaban a dormir más rápido, tomé unas cuantas tragándomelas sin pensarlo dos veces dejando desvanecerme en el suelo.

— ¿Qué sucede? — dijo Kami que había venido directamente a mí tomándome por los hombros, seguro sabía todo lo que había sucedido después de su gran revelación. Mi pecho subía una y otra vez, era incapaz de controlar mi respiración.

— ¿Sería capaz de mirar otros multi-universos? — dije apenas pudiendo articular palabra alguna, la cara de preocupación de Kami cambió tan drásticamente a una seria, como si lo molestara por algo insignificante.

— ¿Por qué me lo preguntas a mí? Puedes hacerlo tu misma, ya te lo he explicado — señaló un punto a la nada, y lo era literalmente ya que estaba tan presionada que no había notado que de nuevo estábamos en un limbo.

— Tú lo hiciste —. Él negó rápidamente con la cabeza.

— ¿Recuerdas tu don extra? Ese es, puedes abrir portales, mejor conocidos como desgarros, a otras dimensiones, mejor conocidos como multi-universos

— ¿Y cómo lo creaste tú?

— Yo sólo te ayude, estamos en tu cabeza ¿recuerdas? Todo lo que transcurre en este sitio es parte de ti, tú lo manejas. Así como eres capaz de crear cosas en gana también eres capaz de viajar a otros lugares... Y eso solo sucede porque cierta princesa tiene un don oculto — dijo mientras me daba un pequeño empujoncito con su dedo en la frente.

— ¿Y si solo lo imagino? ¿Cómo puedo saber qué es real? —. Quité el dedo de Kami de la frente, las cosas en el exterior comenzaban a tornarse algo extrañas, podría jurar ver pequeños destellos de llamitas en todo el lugar.

— ¿Alguna vez imaginaste una versión de ti de esa manera? No pudiste crear un escenario de la nada —. Los escenarios que había creado en el mismo sueño, me llevaban tiempo, incluso creándolo de bases de lo que había visto alguna vez en mi vida; Tenía sentido que no pudiera crearlo de la nada.

— Nunca me dijeron que podría tener un don extra... —. Kami bufó como si fuera lo más obvio del mundo, como si le fastidiase incluso la pregunta.

— Hubiera sido un tema demasiado extenso de explicarte e innecesario, lo primordial era entrenarte...aunque las reglas de etiqueta a mi parecer fueron un desperdicio de tiempo. Puedo enseñarte si lo deseas -. Se encogió en hombros metiendo las manos en los bolsillos.

— Vaya...creí que sería más difícil convencerte —. Volvió a señalar un punto a la nada.

— Puedes hacer esto incluso en tu forma normal, por ejemplo: Abrir desgarros con cosas que no existen en nuestro universo, traer algo que está en ese mismo sitio de otra dimensión...algo difícil de explicar, pero después me entenderás; pero es mucho más sencillo hacerlo de esta manera por ahora, en tu mente no puedes causar daño alguno — Kami estaba hablando tan rápido que parecía apunto de cantar una canción.

— Bien, my lady ¿Visitamos la misma versión de antes u otra? —. Tomó mi mano con una sonrisa en la comisura de sus labios. 

El sueño de un Fénix | Primer LibroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora