Capitulo 2: Recuerdos

116 10 2
                                    

Desperté de una zancada de mi cama atascada en mi respiración

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Desperté de una zancada de mi cama atascada en mi respiración. Con mi pecho subiendo una y otra vez a causa de mi desesperada respiración en busca de oxígeno y con mi cabello largo alborotado del rojo carmesí habitual en mí. Cubrí mi rostro con mis manos sintiendo el sudor de mi piel recargando los codos sobre mis rodillas en busca de consuelo, estaba a punto de llorar ¿Qué clase de monstruosidad era en la que me había convertido? Nunca me había visto de tal manera, con cuernos y ojos cargados en lava ardiente, hasta el momento no me había percatado que la cama estaba totalmente negra a causa de fuego reciente. Un hombre alterado entró a la habitación y lo reconocí en el mismo instante.

— ¿Qué te sucede? — preguntó alterado acercándose a la cama para cargarme y sacarme de está.

— ¿Qué te sucede a ti? Aquí tú eres el alterado — dije molesta soltándome bruscamente de sus brazos. Grimm señaló mi cabello.

— Tu cabello regresó a la normalidad — indicó — ¿Bromeas? Parece que un huracán pasó por aquí, se ha escuchado en todo el Reino —dijo como si de algo obvio se tratase. Lo miré sorprendida.

— Solo ha sido un sueño

— Pues ese sueño te altero demasiado, mira como has dejado toda está habitación — dijo señalando a los alrededores. Hasta este momento no me había percatado de que varios de los muebles del cuarto se encontraban en su gran mayoría oscuros por quemaduras recientes, cubrí mi nariz con desagrado al sentir el olor nauseabundo de la madera recién apagada del fuego.

— No hace falta regañarme

— ¿Qué tuviste que soñar para qué te pusiera de esta manera?

— Bien... — pensé antes de decidir si contarle o no — Fue muy extraño, debo de admitir; Fue como uno de mis cotidianos incendios, pero mucho más problemático y, además estaba con un chico pequeño que en este momento ya no recuerdo su nombre. Me había convertido en un monstruo, Grimm.

— En otro momento hablaremos de ello, necesito hablar de algo importante contigo — dijo ajustando las mangas de su chaqueta. Grimm siempre vestía muy bien, con chaquetas negras largas y camisetas a juego, de su pantalón lleno de bolsillos a los lados colgaban varios tipos de armas como cuchillos o armas que no resultaran molestas al moverse, incluso usaba botines negros que resultaran cómodos para correr; Su vestimenta combinaba perfectamente bien con su aspecto, el cabello albino de Grimm era también parte de su maldición, un cabello incoloro representando la poca falta de sentimientos de Grimm; Y a pesar de todo ello yo seguía pensando que Grimm era perfectamente capaz de sentir.

— ¿Algo importante? Nunca me cuentas nada

— Pues en está ocasión tengo que hacerlo. Escuché los planes de algunos chicos con intenciones de atacar el Reino

— Eso pasa seguido, Grimm

— Exacto. Pero esta vez con una novedad, vienen de Todher y estoy casi seguro de que los ha mandado Zephyr

El sueño de un Fénix | Primer LibroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora