UN NUEVO CAMINO

Un nuevo camino - Parte 11

Los días pasaron volando y en un suspiro llegó el día de la fiesta en la cafetería de Lita, para dar la bienvenida a Seiya, Taiki y Yaten, y también aprovecharían para despedir a Darien, quien estaba por emprender su viaje hacia Inglaterra.

Las chicas estuvieron toda la mañana decorando el lugar y ayudando a Lita a preparar los bocadillos, postres y bebidas, y en cuanto terminaron, cada una fue a su casa para darse un baño y cambiarse de ropa.

Comenzaba a oscurecer cuando ya casi todos los invitados estaban reunidos. Cuando Serena llegó al lado de Darien, Seiya ya estaba ahí junto con sus hermanos y para él fue un tanto incómodo verla llegar del brazo de su novio.

¡Seiya, Taiki, Yaten! - gritó Serena llena de emoción mientras se separaba de Darien para ir a saludar a los chicos - ¡Qué gusto que estén de vuelta! - expresaba mientras los abrazaba.

Aunque Darien en realidad no los conocía, pues sólo los había visto el día que dejaron la Tierra para volver a su planeta, se acercó y saludó a cada uno con un apretón de manos, y no pudo evitar sentir ciertos celos al estrechar la mano de Seiya, con quien intercambió una mirada incómoda.

Después de ellos, hicieron su aparición Haruka y Michiru. Mientras la chica de cabello aguamarina se comportó con la elegancia y amabilidad de siempre, saludando a todos muy afectuosamente, la rubia fulminó a los Kuo con la mirada en cuanto los vio. Aún así, más obligada por Michiru que por voluntad propia, se acercó a saludarlos.

Cuidado con lo que haces, te estaré vigilando - dijo entre dientes al apretar con una fuerza mayor a lo normal la mano de Seiya.

Vaya - respondió el pelinegro con ironía - sigues teniendo esa peculiar forma de saludar, Haruka.

No te quieras hacer el gracioso - recriminó la chica mirándolo con desdén

Haruka basta - intervino Michiru - disculpen, ya saben que a Haruka no le agradan los chicos lindos - agregó la chica guiñando un ojo y dirigiéndose a Seiya y sus hermanos, quienes habían presenciado la escena.

Michiru - exclamó Haruka mientras giraba los ojos - ¿podrías dejar de decir eso, por favor?

Pero es la verdad - respondió su acompañante riendo - ven, mejor vamos por algo para comer - dijo mientras jalaba a la rubia hacia la mesa de bocadillos y ésta la seguía sin chistar.

Creo que Michiru sabe bien cómo domar a la fiera - dijo Seiya en un tono divertido cuando las chicas se habían alejado lo suficiente para no escuchar y él y sus hermanos empezaron a reír.

Mientras tanto, en la mesa de postres Serena comía de todo un poco y era la más feliz de probar todas las delicias preparadas por Lita.

Hola cabeza de bombón, veo que estás disfrutando de los postres - saludó Haruka con un tono divertido.

¡Haruka, Michiru! - respondió la rubia feliz de verlas ahí - ¡qué bueno que vinieron! ¿ya probaron todo lo que cocinó Lita? ¡todo está delicioso!

Sí, se nota que todo te está gustando - Michiru sonreía al ver a Serena tan entusiasmada con la comida - toma - le dijo mientras le extendía una servilleta con la mano - creo que el chocolate de ese pastel ha decidido dar un paseo por toda tu cara.

Serena tomó la servilleta y limpió sus mejillas, que ya estaban muy rojas por la pena.

Debes estar contenta de que los chicos estén de regreso - dijo Michiru para continuar la conversación.

Sí, la verdad es que fue una sorpresa su regreso y me da mucho gusto volver a verlos - respondió Serena muy contenta.

Preciosa - intervino Haruka - te recuerdo lo que siempre te he dicho... Ten mucho cuidado con Seiya, no le des demasiadas libertades o el lobo te comerá...