¿Y después de OT?🖤

Capítulo 11. Gala de navidad

(ALBA)
Hoy toca volver al plató de Operación Triunfo para grabar la gala de navidad y estoy igual de nerviosa o más que la primera vez. Suerte que voy a cantar con una persona increíble, Zaz es una cantante espectacular, además de que congeniamos en muchos aspectos, es como si fuera mi hermana mayor.

— Ça va Alba? -me saludó Zaz abrazándome-.

— Ça va trés bien Zaz! -le contesté mientras me ponía roja, me daba mucha vergüenza hablar en francés.

— On y va! -me dijo mientras nos dirigíamos al escenario a grabar nuestra canción-.

Dios, ha sido una actuación espectacular, esta mujer es una músico en toda regla, qué dominio de la voz, de los ritmos... impresionante. No obstante, cuando acabamos de cantar, una chica en el público intentó enseñarme algo desde su móvil que no pude descifrar mientras me decía "estamos contigo Alba, no te pongas triste". La verdad es que no sabía a qué se refería, pero me inquietó un poco porque parecía decirlo en serio.
Después de cantar, me senté en los sillones con los demás a ver las siguientes actuaciones, me lo estaba pasando en grande; no parábamos de hacer fotos y vídeos chorras con los artistas invitados, que resultaron ser todos unas grandes personas.
De repente, alguien me tapó los ojos con sus manos, supuse que sería Carlos o Miki haciendo el tonto, como siempre, pero cuando toqué sus manos para retirarlas de mi cara, esas manos eran de...

— MARINA!!!! -grité girándome mientras la abrazaba y me la comía a besos-.

— La virgen, la Reche es adivina, ¿cómo sabías que era tu hermana? Vaya sorpresa de mierda jajaja -rió Carlos-.

— La conozco como si la hubiera parido -dije riéndome-.

— Bueno, bueno, la que la parí fui yo eh -dijo MI MADRE!!!!-.

— MAMÁ!!!!! -dije abrazándola junto a Marina- ¿pero qué hacéis aquí?, qué sorpresa jo.

— Raaaaafi, Raaaaafi -gritaron todos mis compañeros mientras le hacían la ola (incluida Natalia, que estaba bastante cortada con mi madre delante-.

— Hola preciosos! Pues aquí estamos, nos ha invitado el programa a ver la grabación de la gala, estábamos en la grada escondidas jajaja, habéis estado espectaculares todos -dijo mi madre con una sonrisa de oreja a oreja-.

— ¿Os han invitado? Oye pues hay que darles las gracias, es todo un detalle por su parte -dije sorprendida-.

— Uy, a nosotras y a alguno más -dijo Marina provocando los gritos de los demás-.

— Hala Marina!!! Mis padres también?? -preguntó Marta súper ilusionada-.

— Ya veréis ya -dijo Marina mirándome con una cara... extraña. La miré preguntándole con la mirada si iba todo bien y ella me asintió y dijo que luego hablábamos, qué raro-.

Tras acabar la primera parte de la grabación, hicimos una pausa para comer, hoy íbamos con más calma porque teníamos tiempo de sobra.
Llegamos hambrientos tras 3 horas ininterrumpidas de trabajo a la sala donde nos servían la comida y allí nos empezamos a juntar con los profes y... LAS FAMILIAS!

(NATALIA)
Lo primero que vi al entrar en la sala fue la cara sonriente de Elena. La verdad es que como hacía apenas unas horas que no los veía, no me pilló tan de sorpresa, pero me hacía ilusión ver cómo los demás saludaban a familiares a los que llevaban tiempo sin ver, me encantaban los reencuentros. Me acerqué con paso firme a mis padres y mis hermanos para hablar con ellos y noté una mirada intranquila por parte de mi madre, no sabía lo que pasaba hasta que cuando llegué a su altura, vi que había alguien detrás de ella... Mikel.

— ¡Sorpresa! -me dijo Mikel- te echaba de menos pequeña, que no te veo desde la firma... estás preciosa.

Yo no sabía cómo reaccionar, lo primero que hice fue rezar porque Alba no viera esto, pero no podía hacerle un feo a Mikel delante de mis padres, y menos después de haber venido desde Pamplona hasta aquí.

— Hola guapo -le dije mientras le abrazaba y le daba un beso en los labios- jo, qué sorpresa, gracias por venir -mentí, deseaba que no hubiera venido-.

— Bueno chicos, os dejamos que tenéis mucho que hablar y contaros -dijo mi madre dirigiéndome una mirada severa-.

— Natalia lo has hecho espectacular, estoy tan orgulloso de ti, y Álvaro, Paula... todos, de verdad, eres una estrella -me dijo volviéndome a besar-.

— Hombre Mikel, ¿cómo va? -dijo Pablo, el novio de la Mari salvándome de esta situación tan incómoda-.

Se pusieron a hablar mientras no paraba de girar la cabeza para intentar divisar a Alba pero no estaba en la sala, menos mal.

— Bueno que, idiota, me presentas a tus amigos o me presento yo? -me dijo Mikel-.

— Idiota tú. Ahora te los presento -dije dándole un beso en la mejilla intentando aparentar tranquilidad-.

Uno a uno fui presentándolo a todos mis amigos, menos a Joan, que no estaba, qué extraño, si acababa de ver a su familia y a su novia. Como me estaba preocupando porque no veía a Alba, le dije a Mikel que iba al baño, aunque en realidad solo quería encontrar a Alba.
Empecé a caminar por el largo pasillo que llevaba a las gradas y creí escuchar unos susurros así que giré a la izquierda y allí los vi: Joan estaba de cuclillas delante de Alba mientras le secaba las lágrimas.

— Albi -dije mientras corría hacia ellos- lo siento, no sabía que iba a venir, te lo juro-.

— Es mejor que la dejes un rato, Natalia -dijo Joan- ha estado feo-.

— Y qué coño quieres que haga Joan, ¿lo dejo delante de toda mi familia después de pegarse un pedazo de viaje hasta aquí? -digo enfadada- Albi mírame por favor...

— Ya he visto suficiente Natalia, necesito tiempo, por favor -me dijo sin levantar la cabeza-.

— Nat, no te enfades pero es mejor que la dejes tranquila de momento -dijo Joan-.

— ¡Eh Nat! ¿Dónde estás? Me prometiste un maratón de besos y yo no los veo por ninguna parte -mierda, Mikel me estaba llamando a gritos y Alba lo estaba escuchando todo-.

— Corre con él -dijo Alba riéndose amargamente-.

Decidí irme corriendo antes de que Mikel se encontrara a Alba llorando, cuanto menos coincidiesen, mejor, no quería liarla delante de todo el mundo.

— Ya voy Maik -dije-.