Capítulo 9. Solucionado

541 10 3
                                    

(NATALIA)
A Alba y a mí nos quedan tres noches juntas antes de despedirnos (de momento) y la verdad es que las cosas cada vez están más frías.
Me pongo una sudadera y unos leggins para bajar a desayunar mientras la dejo durmiendo, todavía es temprano, son las 9 de la mañana, pero no me apetecía afrontar una nueva discusión con ella. Estoy enfadada por el beso de ayer con Julia, muy enfadada.

— Nat, siéntate aquí conmigo! -dice Sabela saludándome desde lejos-.

— ¿Y tu churri? -digo mientras me siento con un café en las manos-.

— Se tuvo que ir para Galicia, ya sabes, hoy por la tarde trabaja... ojalá se pudiese quedar aquí siempre. Van a ser unos meses intensos, cada uno con sus rutinas y ay, me da miedo -dice pensativa.

— Yo creo que no deberías preocuparte por nada, Chus y tú formáis una pareja más que asentada y madura, verás cómo lleváis todos estos meses mejor de lo que piensas -digo cogiéndole la mano.

— Ya... ay mi Chus, lo quiero tanto... -dice sonriendo- bueno, ¿tú y Alba...? Igual me meto donde no me llaman eh, no hace falta que me respondas.

— No sé tía, es complicado, primero está el tema de Mikel, luego... bueno, ayer pasó una cosa y estoy muy cabreada con ella -digo frunciendo el ceño- lo peor es que se supone que como no somos nada, no puedo enfadarme. Esto es de locos.

— A ver cariño, si quieres te doy un consejo.

— Por favor -asiento-.

— Mira, no sé lo que habrá pasado ayer para que te enfades con ella, pero lo que sí sé es que os queréis, creo que no sois conscientes aún de lo que sentís la una por la otra. Estáis pasando por una situación complicada, sois el foco de atención y es normal que os dé miedo mostraros y meter la pata, así que mi consejo es que os toméis las cosas con calma, lo que tenga que ser, será. Y yo creo que vais a acabar juntas, palabra de meiga -dice riendo-.

— ¿Meiga? -digo riéndome-.

— Es bruja en gallego, ya sabes una palabra más neniña -me dice-.

— Jajajaja te adoro. Pues creo que tienes razón, supongo que no puedo resolverlo todo en cuestión de minutos, así que esperaré a ver a mi novio y aclarar las cosas... es un gran apoyo y no lo quiero perder, al menos como amigo -digo pensativa-.

— AMIGAS -dice María a mi espalda- oye a mí no me dejáis fuera de los cotilleos, así que ya estáis largando por esa boquita.

— Hombre Mari, buenos días, cómo tú por aquí tan temprano -digo abrazándola- le estaba contando a Sabela mi drama bollero, ya sabes.

— Es que sois las dos imbeciles, os podías casar ya y dejaros de tanta tontería -dice María-.

— Tú di que sí Mari, cortando por lo sano -dice Sabela riéndose.

(ALBA)
Me despierto intentando despegar los ojos después de una noche horrible sin poder dormir, eso de estar en la misma cama con Natalia dándonos la espalda me mata. Y todo por mi culpa, no sé qué me pasó con Julia, estaba enfadada y... joder.
Decido empezar a arreglar las cosas, espero que Nat pueda perdonarme pronto. Saco mi móvil y abro el whatsapp:

<<Yo>>: Julia, estás despierta? Quiero hablar contigo
<<Julia>>: siii, ven si quieres

Me pongo una sudadera y salgo con mi pijama ridículo hacia la habitación de Julia. Llamo un par de veces y al fin me abre la puerta.

— Buah tía qué resaca -dice Julia toda despeinada. La verdad es que está graciosa con esas pintas- ¿qué querías hablar?

— Lo de ayer, no sé cómo pasó pero no puede volver a pasar y...

— A ver, especifica hija mía, ayer pasaron muchas cosas y el alcohol no me deja recordar -dice Julia-.

— ¿Me estás vacilando? -pregunto enfadada-.

— Mi arma que no, que tengo lagunas. Tengo que dejar el alcohol, no vuelvo a beber -dice ella tirándose en la cama-.

— Julia ayer nos besamos -digo poniéndome roja-.

— Ay hotia, es verdad. Pero de risas, ¿no? O sea, que me apetecía en el momento pero que no me quiero meter donde no me llaman, además yo soy hetero.

— Joder Julia. Lo primero, no eres hetero, así que reflexiona un poco. Y lo segundo, de risas no porque se lo he contado a Natalia y está muy enfadada.

— ¿QUÉ? Pero tú estás locaaa! Ay quilla que yo qué sé, estaba bastante perjudicada y cuando bebo siento atracción con las chicas, pero también me lié el otro día con la Marta y aquí paz y después gloria.

— ¿Con Marta??? Julia, eres un caso... -digo sin poder evitar reírme- pues yo me quedé bastante rayada y no pude evitar contárselo a Nat... me sentía fatal.

— Ay las novias de España, cómo os gusta un buen drama eh -dice ella mientras coge el móvil- no te preocupes, esto se soluciona hablando las cosas.

Se pone el móvil en la oreja mientras yo la miro sin comprender nada.

— ¿Natalia? -dice hablando por el móvil- oye mira, súbete un momento a la habitación a hablar conmigo, y no me mates por favor, ya sabes que soy un alma libre y cuando me ciega el alcohol -......- jajaja ya sabes a qué me refiero, que yo soy la capitana de vuestro barco -......- vaale, te espero aquí reina, habitación 214.

¿Y después de OT?🖤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora