Espacio y tiempo

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20

La tensión en el ambiente se podía sentir con el más mínimo roce.

Luhan y Yixing estaban en un duelo de miradas de la que Sehun no quería ser parte. Desafortunadamente estaba ahí de metiche y solo podía pedir que la tierra se lo tragara.

Su hyung tampoco estaba mejor, y mucho menos porque la disputa había sido por su culpa.

Al menos Sehun estaba callado y seguía vestido todavía.

—Hyung, tu camisa —le susurró a su amigo lo más bajito que pudo casi en silencio.

Jongdae bajó la mirada a su torso y abrió la boca sorprendido, recordando que no traía ninguna prenda puesta.

—Si Jongdae se va, me iré con él —escucharon que volvía a repetir Yixing.

—Bien, pero si cruzas esa puerta no volverás aquí nunca más —contraatacó Luhan.

—Tal vez no quiera regresar.

Una expresión de dolor pasó por la mirada del mayor, pero rápidamente la disfrazó de una de tranquilidad y como si nada, respondió:

—El mundo de afuera es peligroso, cuando Jongdae no sepa manejarte o te haga daño, ¿con quién vas a ir?

Jongdae frunció el ceño ofendido y abrió la boca para replicar cuando Sehun lo detuvo con una mirada. Rápidamente el castaño le negó con la cabeza para que entendiera la indirecta de que se quedara callado.

Si Jongdae se metía a la discusión las cosas se pondrían mucho peor. Afortunadamente su hyung le hizo caso y tomó una respiración para calmarse, aún así su expresión malhumorada no se le quitó del semblante y tan solo se cruzó de brazos.

—Eso no va a pasar, confío en él —dijo tranquilo Yixing.

—Bien, huye. Eso es lo único que sabes hacer —soltó cargado de veneno Luhan.

Esas palabras hasta a Sehun le dolieron. Yixing abrió los ojos en sorpresa. Nadie de los presentes decía nada, reinaba un silencio donde no se oía ni sus respiraciones.

Yixing tomó a Jongdae de la mano y lo arrastró hasta su habitación. Luhan y Sehun se quedaron de pie en la posición en la que estaban, ninguno hizo por hablar con el otro.

Pronto salieron los otros dos del cuarto ya cambiados y cada uno con una mochila.

—Hyung —le dijo el alto a su amigo preocupado.

Jongdae tan solo le hizo una mueca no sabiendo qué responder.

Luhan y Yixing compartieron otra mirada pero ninguno flaqueó. En un parpadeo, la pareja había abandonado el departamento, dejándolo solo con el rubio otra vez.

—Luhan, ¿qué has hecho? —reclamó.

—No entiendes —murmuró muy bajo pero al no haber nada de ruido, alcanzó a escucharlo perfectamente—, tú no entiendes nada —tomó su maleta que seguía detrás del sofá y caminó hasta su habitación.

Sin dudarlo, lo siguió por el mismo camino.

Sehun nunca había estado en la habitación del contrario, las veces que había ido a su casa las había pasado en la sala y en la cocina.

La habitación de Luhan no era muy diferente a su oficina en Deer Designs, era blanca, espaciosa, limpia y fría, muy fría. Nada personal que le dijera sobre los gustos del otro y tenía un ventanal que le daba la vista a la ciudad. Al estar en el último piso la vista era espectacular.

Tres meses de invierno {Sehun & Luhan}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora