Última vez

206 32 6
                                    

23

Se despertó de golpe con la respiración acelerada.

No se acordaba qué era lo que estaba soñando pero no debió haber sido un sueño muy grato.

Agitado, intentaba aspirar por la boca pero sentía que el aire no le llegaba a los pulmones. Con cuidado y lentamente, se sentó en la cama para intentar calmarse.

Estaba sudando y podía sentir su corazón salirse de su pecho. Poco a poco fue recuperando su ritmo cardíaco a la normalidad. Tenía calor pero la noche era muy fría.

Llevaba un par de días teniendo malos sueños de los que solo podía recordar fragmentos que al instante se le olvidaban. Sueños en donde sus mayores miedos salían y lo dejaban con un sentimiento de vacío al despertar.

Podía sentir sus mejillas mojadas por el sudor y se levantó para ir al baño a refrescarse.

Al prender la luz y ver su reflejo en el espejo se dio cuenta de que no era sudor lo que estaba en su cara, hacía tiempo que había dejado de transpirar. Lo que tenía mojadas a sus mejillas eran lágrimas. Pequeñas gotas saladas que salían de sus ojos.

Con cuidado se las limpió y éstas fueron reemplazadas por otras nuevas. Por más que las eliminaba no dejaban de salir más.

Tenía tanto tiempo que no lloraba que el sentimiento se le hacía de lo más extraño. Se sentía raro por dentro, los ojos le picaban y tenía la sensación de que algo habitaba en su garganta.

¿Por qué estas llorando, Luhan?

Se preguntó a sí mismo y se puso a meditar sus pensamientos.

Primero que nada extrañaba mucho a su hermano, Yixing le hacia compañía y se sentía tranquilo al saber que estaban juntos. Ahora esa tranquilidad se había esfumado para dejar incertidumbre al no saber si estaba bien.

Extrañaba sentirse seguro en su propia casa. Estaba teniendo recuerdos del pasado muy constantemente y lo odiaba. No quería irse a dormir al solo imaginar las pesadillas que lo acecharían y no se podía alimentar bien porque su apetito se había arruinado.

Y por último, pero no menos importante, extrañaba a Sehun. Especialmente al castaño.

Verlo todos los días, tenerlo trabajando con él, que pudiera llamarlo cada vez que quisiera, que fuera su apoyo en las reuniones y la lista podía seguir y seguir.

Dejar que sus lágrimas se llevaran todo, lo hizo sentir solo un poco mejor. Regresó de vuelta a su cama, ya estaba sintiendo la temperatura fría en el ambiente y sus cobijas calientes lo reconfortaron un poco al instante.

Cerró los ojos para intentar conciliar el sueño otra vez. Si tenía otra pesadilla o no ya no le importaba. Al menos eran sueños y lo que más quería en estos momentos era escapar de la realidad.





Afortunadamente ese día era domingo y pudo dormir hasta tarde recuperando las horas de sueño perdidas en la semana.

Tampoco es que haya podido dormir mucho, no estaba acostumbrado y dándose por vencido se levantó de la cama.

Antes le gustaban los lunes, pero el solo pensar que tenía miles de cosas que hacer en el trabajo, le daba una pesadez enorme que fuera el día sigueinte, ahora no quería que su domingo se acabara nunca.

Después de tender su cama y tomar una ducha rapida, decidió que lo mejor sería hacer las compras de su despensa. Podía contar con su mano las comidas que había tenido en la semana, no podía ayudarse mucho cuando su mismo cuerpo rechazaba la comida, pero al menos el intento haría.

Tres meses de invierno {Sehun & Luhan}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora