EXTRA 2: She's dreaming

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—Kyungsoo ha estado algo irritado estos días —le dijo Jongin mientras ambos escogían comida chatarra para su "noche de películas con comida hipercalórica que engorda y nada buena para la salud".

—Pero si es un amor el pequeño ojón —le respondió Sehun mientras se tomaba su tiempo para seleccionar sus dulces.

—Eso es porque no te ha tocado verlo en sus días malos. Ahora se le metió la idea de vender sus postres, pero en todas partes donde lleva las muestras, le han pedido el tiempo completo.

—¿Cuál es el problema, entonces? —le preguntó Sehun que claramente no entendía el conflicto.

—Que este año va a empezar a dar clases de cocina en la escuela de gastronomía, no puede trabajar el tiempo completo.

—¿Para qué quiere dos trabajos entonces?, que se dedique a enseñar solamente.

—No lo entiendes, hornear es importante para él, quiere que el mundo conozca su repostería.

—Sin duda alguna el mundo necesita probar esas maravillas.

Con sus compras hechas a la mitad, caminaron hasta la sección de los regriferadores para elegir un bote de helado.

—¿Malteadas de vainilla o de chocolate? —le preguntó Sehun a su amigo.

—Si vas a hacer malteadas ninguna de esos helados te va a servir —escucharon una voz a su izquierda.

Jongin y Sehun voltearon y se encontraron con un chico que parecía más grande que ellos pero mucho más bajo, con ojos rasgados juguetones y rostro de un gatito.

—Lo sé porque trabajo en una cafetería —continuó—, yo hago todas las bebidas y el helado que mejor sirve es este —señaló uno de los refrigeradores de a lado.

—Pero no sabe tan dulce esa marca —dijo Sehun.

—Exactamente porque no es tan dulce es que se intensifica su sabor, tan solo agrega un poco de azúcar y quedará perfecta.

—¿Qué me dices del bubble tea de chocolate, sabes hacerlo?

—Por supuesto, creo que es lo que mejor me sale. El secreto es preparar la tapioca un día antes para que repose bien y utilizar cocoa en polvo en vez de chocolate, así usas la cantidad de azúcar y sabor necesario.

Sehun sonrió satisfecho y volteó a ver a su amigo.

—¿Ves?, hasta un extraño me da sus recetas, dile a Kyungsoo que solo quiero la de las galletas mágicas.

—Ya sabes como es de terco...

—Esperen —dijo el desconocido de nuevo—, ¿conocen a alguien que hornea?, he estado buscando un buen proveedor pero nunguno es lo suficientemente bueno.

—Llevo un año conociéndolo y no hay mejores postres que los de Kyungsoo —dijo confiado Sehun.

—Tendré que probar algo de su cocina, entonces. Mi nombre es Jongdae, por cierto, tengo veinticuatro años.

—Soy Jongin y él es Sehun, ambos tenemos diecinueve.

—Me parece que tengo una galleta que guardé en mi bolsillo.

Sehun metió las manos en la bolsa de su sudadera de la cual sacó media galleta aplastada que le extendió a Jongdae. El chico hizo una mueca de asco pero aún así la tomó y le dio una oportunidad.

Después de probar la galleta, poco le importó que llevara tiempo en el bolsillo de Sehun. ¡Era la galleta más deliciosa que había probado en la vida!

—¡¿Él hizo esto?! —preguntó sorprendido.

—Y no solo eso, sus pasteles son deliciosos, al igual que sus brownies, las donas, pastelillos... —enumeraba con sus dedos Jongin.

—Guau, esto es muy bueno.

—¿Le darás una oportunidad, entonces?

—Por supuesto, dile al chico que venga mañana con sus pruebas, y hablando de eso, ¿les gustaría probar una de mis creaciones?, mi cafetería no está muy lejos de aquí.

Jongin y Sehun se voltearon a ver y se encogieron de hombros aceptando la invitación. No tenían nada importante que hacer después.

Platicaron todo el camino hacia el lugar. Estar con Jongdae era cómodo y sentían que lo conocían de años.

En cuanto entraron al local, Jongdae salió disparado a la cocina dejándolos solos por unos minutos.

—Kyungsoo estará feliz —le dijo Sehun a su amigo.

—Que Kyungsoo sea feliz me hace feliz a mí.

—A mí también, me tocan galletas, que por cierto, ¿exactamente qué fue lo que te dijo cuando le pediste la receta?

—Que te la dará cuando el sol saliera por el oeste y se pusiera por el este. Cuando el mar se secara y las montañas volaran como las hojas.

—Kyungsoo ha visto demasiado juego de tronos —dijo malhumorado—. ¿Qué le cuesta dármela?

—Supongo que tiene que pasar algo muy importante para compartir sus recetas, como deberte la vida, por ejemplo.

En eso llegó Jongdae con dos vasos en sus manos que puso sobre la mesa uno a cada uno.

—Anda, prueben.

Ambos tomaron un vaso y dieron un gran sorbo.

Decir que era el mejor bubble tea que Sehun había probado no era exagerar ni un poco. Este chico tenía mucho potencial.

—Es incluso mejor que mi favorito en Ilsan —se tomó la mitad gustoso.

—Hyung —dijo Jongin que solo llamaba así a las personas de su confianza, siempre y cuando fueran mayores que él—. ¿Sabes hacer lattes y licuados de plátano?, a Sehunnie es el único que le encanta el bubble tea.

—Sé hacer de todo —dijo orgulloso—, ¿qué tal está? —le preguntó a Sehun.

—Es perfecto.

—Bien, no se muevan, iré a preparar otra cosa.

Así su noche de películas con comida hipercalórica que engorda y nada buena para tu salud, terminó siendo una noche de "probando todo el menú hipercalórico y nada bueno para tu salud de la cafetería nueva que habían encontrado".

Si Kyungsoo lograba trabajar aquí, estaba más que decidido que vendrían de ahora en adelante todos los días para siempre.

Y también era claro que ese lugar se llenaría a reventar.

Tres meses de invierno {Sehun & Luhan}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora