Brian observó al general Gutter varios segundos sin saber que decir.
—Debes estar allí a las dos —dijo él con tranquilidad.
—Eso quiere decir que seré asignado a una mujer —dijo, ni siquiera era necesario preguntarlo.
El General solo lo miró.
—Esta ocasión es especial, fuiste seleccionado pero sabrás más de ello en la reunión, como los demás.
Miró alrededor un segundo.
—¿Y cuántos somos? —se puso de pie y caminó hasta la ventana.
¿No debería sentirse emocionado por ello?, por fin seria asignado a un mujer y eso era algo bueno. Solo que no sentía nada, ya se había acostumbrado a estar solo, ahora le parecía muy raro pensar en tener compañía.
—Lo veras en la tarde—. Miró al General—. Ve—. Él apuntó la puerta.
Brian tomó aire y luego lo liberó.
Sin mirar al general salió de su oficina y caminó por el largo pasillo hasta el elevador. Ya fuera del edificio se dirigió sin prisa a la reunión que tenía con otros hombres para saber sobre la mujer que fue asignado. No podía negar que era extraño esto, normalmente se entraban el mismo día que la mujer, no antes, pero con todo lo que estaba pasando tampoco era para tanto.
Cuando llegó a la sala de reuniones un hombre abrió la puerta para que pasara enseguida. Se congelo cuando vio a tres hombres más allí. Pero no por el número, sino por dos de ellos.
No puede ser, pensó.
Brian observó a su hermano menor sentado al lado de su amante como si nada. Sintió una punzada dolorosa en el pecho al saber y darse cuenta de que ambos habían tenido la suerte de ser asignados a la misma mujer, y se sintió a un peor al saber que él lo había sido también a ella, que sería testigo de esa relación.
Tragándose el nudo en su garganta caminó hacia la otra silla más alejada de todos, quienes los observaron, su hermano apenas lo reconoció y no le extrañaba, así años que la relación se había roto y sabía que por su culpa.
El hombre tras el escritorio suspiró y lo miró, era uno de los ancianos del consejo.
—Como imaginan a ustedes cuatro se les hicieron las pruebas correspondientes y fueron asignados a una mujer —todos esperaron, de reojo vio a Alex y Yerie observarse un segundo —pero hay algo especial en esa ocasión.
—¿Cuál? —preguntó el otro asignado, un hombre que no conocía.
—Como saben ustedes tienes el derecho a negarse a aceptar tal asignación —él los miró a todos —es muy raro que alguien lo haga, pero deben tener en cuenta un asunto aquí antes de aceptar o negar esto.
Él tomó un papel y luego lo giró. Brian observó a una mujer muy hermosa allí, sonriendo con suavidad. Fue Yerie quien estiro una mano para poder tomar la imagen y estudiarla más de cerca, luego se la entregó a Alex, cuando Alex se la tendió a él se negó y esta paso al otro hombre.
—Su nombre es Leslie, llego arias semanas—. Lo miraron enseguida, menos Alex que solo esperaba.
—¿Por qué lleva tanto tiempo sin tener asignados? —preguntó Yerie.
—Porque los médicos se dieron cuenta de que ella no puede tener hijos.
Hasta él se sorprendió por eso, no podía negarlo. Cuál era la probabilidad de que una mujer que no podía tener hijos llegara a un mundo donde era tan importante tenerlos. Y cuál era la probabilidad de que justo él fuera asignado a ella, pensó agotado.
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Serie Nuevo Edén: Ellos.
General FictionSerie Nuevo Edén Relatos cortos Ellos Relatos cortos de la serie Nuevo Edén contados desde el punto de vista de los personajes masculinos. Capítulos 1.- Altaír 2.- Alec 3.- Garrett 4.- Isaac 5.- Martin Y Altaír 6.- Sebastián 7.- Fabian 8.- Sebastiá...