Alex (Recuerdos)

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Alex - recuerdos

Alex suspiró y escuchó la palabra del general Gutter. Al parecer habían secuestrado a una mujer y todos los hombres del lugar debían buscarla.

-Aunque nuestra prioridad es hallarla sana y salva no olviden que debemos atrapar y detener a estos hombres que amenazan y dañan a nuestra gente -continuó el General, todos asintieron incluyéndole-, los médicos permanecerán aquí esperando, vayan.

Alex observó al primer grupo de soldados que ingresa al bosque y se cruzó de brazos antes de caminar hacia una ambulancia para esperar.

-Alex -lo llamaron y observó al General acercarse -¿cómo está tu hermano?

-Igual, no dice nada y sigue trabajando -el general suspiró -debe entender...

-Lo hago -se adelantó él-, Mikael no está pasando por el mejor momento de su vida y todos sabemos que perder a su mujer no es fácil.

Él negó molesto.

-No la perdió, General, fue secuestrada, como esta chica que buscamos.

El General solo lo observó unos segundos.

-Sabes que no hemos dejado de buscar a Lucía -él observo alrededor y asintió luego de un segundo-, pero creo que tu hermano piensa que es así.

-Y yo creo que él simplemente evita pensar en todo esto, él prefiere ignorar todo y simplemente trabajar, se siente...-observó al hombre -inútil -terminó por decir.

El General suspiró y observó alrededor unos segundos.

-Lamento lo que le ha pasado -le oyó decir-, pero algo me dice que la encontraremos.

Alex apretó los labios no dispuesto a decirle que él también esperaba que encontraran a la mujer de su hermano solo que, como toda su familia, tenía miedo de lo que le pudieran haber hecho. Tristemente era mejor saber que estaba muerta antes de que...

Él se estremeció ligeramente y se obligó a dejar de pensar así.

Observó un segundo a los hombres que armaban una tienda unos segundos antes de ver a otro médico en el lugar. Este solo llamó su atención porque discutía con otro hombre, un soldado. El general Gutter se acercó a ambos para tranquilizarlos. Allí fue que reconocía a uno de sus compañeros, Altaír, y al hijo del General.

Este último se alejó de ambos y se internó en el bosque mientras el otro solo negaba y caminaba hacia la tienda, como él, sabía que debía esperar.

-Alguien viene -gritó un hombre.

Todos se tensaron alrededor y se prepararon, solo que nadie esperó que una mujer apareciera por allí, y que cayera sobre sus manos y rodillas de frente.

Antes siquiera de pensar ya estaba a su lado, ayudándole.

Alex dejó de respirar al ver su rostro, no el labio partido que tenía ni el moretón, ni siquiera la belleza de su cara. Observó extremadamente confundido su piel pálida y delicada, sus labios llenos, sus pómulos elegantes y sus ojos azules. Unos ojos que lo hechizaron enseguida, otra vez.

-Médico -dijo una voz y casi saltó por la impresión.

-Sí, claro -soltó con torpeza y ayudó a la mujer a ponerse de pie.

Ella lo observaba entre asustada y sorprendida.

-Usted es...

-Soy Alex, medico, no te preocupes, ya estas a salvo -aseguró.

El General llegó cerca de ambos luego de ordenarles a algunos hombres que se movieran hacia el bosque.

-Alex, llévala a la tienda -ordeno el General y asintió.

Serie Nuevo Edén: Ellos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora