Me Perteneces Luna

Capítulo 28

Courtney

Me estiré sintiendo mucho dolor en la parte baja de mi espalda, algo raro siendo una mujer loba pero me senté a los pies de la cama.

Froté mis ojos con mi mano derecha y traté de abrirlos acostumbrandome a la luz.

Observé la habitación, ésto no era el castillo de Kemereck.

Me toqué la cabeza porque sentía una punzada.

Analizé todo lo que había pasado. El escape, Lyann bañado en sangre, la llegada a la manada de Lyann, las palabras de April.

Me levanté rápidamente, debía verlo y saber si estaba bien.

Tomé el pomo de la puerta y lo giré, la luz del pasillo me cegó, no sabía porque mi cuerpo estaba sensible a todo.

Agudizé mi oído en busca de voces o ruidos que me indicarán donde estaba Lyann.

Bajé las escaleras, debía estar en una de las habitaciones de abajo.

A los pies de la escalera estaba Dereck con mala cara, mi corazón se hizó añicos pensando lo peor.

Dereck sintió mi presencia y trató de ir a mí pero levanté mi mano deteniendolo.

-No ahora Dereck- mi voz sonaba fuerte.

-Courtney yo...- trató de explicarse pero yo negué con la cabeza.

-Me mentiste- lo fulminé con la mirada y éste bajó la cabeza- de todas las personas, él único que nunca creí que me mintierá eras tú. Me ocultaste todo este tiempo que soy tu hermana- agité mi mano- ¿Por qué Dereck? Cuando más necesité de una familia. Pensé que estaba sola, que no tenía a nadie.

Dereck tenía lágrimas en los ojos pero no se comparaba al dolor que yo sentía. Saber que él me mintió por muchos años y que no se encargo de mi mientras Zack hacía y deshacía conmigo era el mayor problema.

Me giré, no quería hablar con él, solo necesitaba ver a Lyann.

-¿Dónde está?- pregunté alto para que Dereck me escuchará.

-En la habitación al final del pasillo- su voz se escuchaba rota.

Caminé casi corriendo y olfateé, su aroma llegaba de una de las habitaciones. Amaba ese aroma. Mi loba aulló feliz.

Vi una puerta color blanca y de ahí era  que llegaba el aroma. Tomé el pomo y lo giré. Un olor a hierbas me impactó. Pudé el cabello violeta de April y a Ethan al lado de una cama.

Me acerqué.

-¿Cómo está?- le pregunté a April. Ésta me observó y me dió una pequeña sonrisa.

-Está débil pero respondiendo al medicamento que le preparé.

Caminé un poco más hasta llegar a la cama. El cuerpo de Lyann estaba recostado boca arriba, tenía hematomas en todo el cuerpo pero se veía hermoso descanzando. Su pecho subía y bajaba lentamente, me preocupé.

Me senté a un lado de la cama y levanté mi mano hasta acercarla a su rostro. Su piel era suave pero fuerte y su barba de días me hacía cosquillas en las manos.

Admiré como largas pestañas caían en sus mejillas. Un ruido en la puerta me alertó que April y Ethan se habían ido. Tomé una de sus manos y la llevé a mi vientre.

Ahí estaba nuestro cachorro.

Un movimiento en la cama me hizó mirarlo a los ojos y éste estaba despertando. Sus ojos color ámbar me dieron una cálida bienvenida. Sonreí mientras él me guiñaba un ojo.