Capítulo 25

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Dereck

Llevabamos dos semanas búscandolos y no aparecían. Las manadas estaban desesperadas y no tenían control puesto a que no aparecían sus alfas.

Courtney y Lyann.

Mi pequeña Courtney...

Dí un puño al escritorio que tenía frente a mí y grité de frustración. Arrojé todos los papeles que tenía encima del escritorio porque no servían de nada. Era imposible.

Todo daba a ver como si se los hubiera tragado la tierra.

Un pequeño golpe se escuchó en la puerta y grité enojado.

-¡Pase!-

-Dereck-

-¿Qué quieres April?- la miré sin expresión alguna pero al ver sus ojos violetas mirarme con tristeza me arrepentí de hablarle así- lo lamentó April no estoy para hablar ahora.

-Viné a decirte que hablé con mi madre- la miré con el ceño fruncido, porque ella me había dicho que nunca volvería a hablar con su madre y eso si que era extraño-

-¿Para qué April? Sabes muy bien lo que ella te hizó.

-Pero necesitaba ayudar a encontrarlos y por eso le pedí que nos ayudará- me gustaba su forma tan generosa de ser pero también odiaba que se rebajará así por ciertas situaciones ¿será normal?-

-No quiero que la traigas aquí. No quiero ni imaginar que hablastes con esa...- fui interrumpido por alguien que entró al despacho.

-Lamentó interrumpirte cuando ibas a decir cosas maravillosas de mí pero aquí me tienen- miré a la odiosa y era una señora de unos cuarenta años o más, tenía el cabello largo negro, sus ojos eran de un azul casi violeta y usaba de un vastón para aguantarse.-

-¿Qué haces aquí Karrit?- dije enojado y acercándome a April para defenderla, la misma estaba paralizada, me dolía verla así.

-Ustedes pidieron ayuda o mejor dicho alguien- se giró a ver a April y en sus ojos se vió algún tipo de arrepentimiento- Estás hermosa y luces muy cambiada cielo, tu cabello violeta grisáceo hace ver tus ojos aún más violetas y...- ella intentó acercarse a ella pero le mostré mis dientes en señal de defensa.

-No te acerques a ella o no vivirás para contarlo Karrit- ella me observó fijamente y luego mostró sus dientes amarillientos.

-Son mates ¿cierto?- algo dentro de mí se emocionó al escuchar esa palabra aunque vinierá de la persona que más odiaba. Se escuchó una carcajada proveniente de ella.

-Eso no es asunto tuyo Karrit. Si fuera por mí no estuvieras ahí parada pero April es muy buena e ingenua para saber lo que está haciendo- April salió desde atrás y se posicionó frente a mí fulminandome con la mirada. Desafiante, me gustaba.

-Eres un idiota Dereck- se giró y se volvió a su madre mirándola con ternura. Eso me enfurecía- Necesitamos saber dónde se encuentran y tú me la debes... Karrit- la vieja se quedó por un momento impactada y luego sonrió.

-Pudiste haber sido una excelente esposa para Paul- gruñí- Eres fuerte pero géntil, perfecta para pareja de él- una sensación de posesión se instaló en mi pecho.

-Karrit no es el momento - susurró April pero yo solo miraba fijamente con odio un punto y era Karrit.

-Vuelves a mencionar algo así y te estranguló con mis propias manos - dije furioso - ¡Ella me pertenece!

--Ya, ya cálmate vampirito- dijo burlona y luego volvió a April- ésto puede ser muy peligroso pero intentaré. Debo hacer un hechizo pero debó usar tu sangre para comunicarme con tu hermana - me miró con mala cara pero la ignoré.

Me Perteneces Luna Donde viven las historias. Descúbrelo ahora