Entre depresivos nos Entendemos. [FHS]

~;Prólogo;~

Por más que lo intentaba, nadie lograba entender. Nadie hacía el más mínimo esfuerzo por comprender lo que trataba de explicarles. Se sentía como un idiota, como una persona que habla sobre cosas sin sentido y la gente tan sólo le escucha balbucear.

Y así se preguntan ¿Por qué esconde tantas cosas? Y es que para qué soltar palabra si ni un humano vivo entenderá. Los sentimientos encerrados le hacen mal, no poder soltar lo que le ha estado sucediendo le ha estado quebrando de a poco, pero nadie lo sabe, no vale la pena desahogarse con nadie.

Ansiedad social.

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¿Sabes lo que es ser invisible? No poder ser alguien frente a nada ni nadie, no tener voz ni voto.

No logra confiar, todos están en su contra, nadie quería compartir, ninguna persona quería acercarse, no le prestaban atención e incluso finjían que no de encontraba allí. No es amado, ni su familia se compadece de su pobre y solitaria alma, simplemente no lo deseaban, dejando de por medio un "Qué error, no sé por qué no te aborté".

Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH)

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Ellos lo presionaban, lo obligaban a hacer y deshacer y explotaban lo más mínimo de su ser para su propio beneficio, no tenían consideración a sus súplicas y sólo lo mataban aún más. Su familia no paraba de quebrar su piel, de quebrar su garganta, de quebrar su corazón, ¿Por qué tuvo que tener vida, si al final no podrá vivirla?

Presión social.

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¿Por qué simplemente no se mataba y ya? Después de todo, el destino le juega una muy mala carta. Su madre hacía de su vida una esclavitud infernal debido al alcohol que ingería, cada persona del cual caía completamente enamorada no le correspondía, o ya tenía a alguien más, o la traicionaban de maneras crueles. Como dejarla por mensaje, besarse con otra persona en frente de sus ojos, perder tanto interés a tal punto de ignorarla por unos meses y no volver a saber de su persona, e incluso han ocurrido accidentes de todo tipo.

¿Es que ella no podía amar como los demás? A todas las personas que amaba se iban con el viento y no volvían. "Zorra" se ha convertido en su apodo escolar, todos sabían la cantidad de novios que ha tenido, era lógico tantas críticas.

Limerencia.

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Sólo por tener pelo hasta los hombros, sólo por tener facciones delicadas, sólo por usar anteojos, sólo por ser reservado, sólo por tener dos madres, sólo por eso es víctima de abusos escolares. Es golpeado cada día sólo por ser diferente, por tener otra actitud, por ser más débil que los demás. Los mayores se aprovechan de su debilidad y agreden sin piedad su cuerpo, puede llegar a su hogar con moretones, sangre corriendo desde su piel, e incluso cortadas graves, pero por más que cure esas heridas vuelven a abrirlas,  vuelven a lastimar su cuerpo por dentro y por fuera, sólo por ser así.

Bullying.

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Un hogar destruido en un incendio junto a la familia que tanto amó. Ese chico a corta edad perdió todo lo que tenía, todo lo que conocía, a corta edad vivió en las calles, a corta edad robaba para poder alimentarse, sin importar las consecuencias. Él tenía una vida sin nada, sin propósito, y seguía esforzándose por ello, pero empezaba a pensar ¿Vale en verdad la pena? ¿Golpear a las pandillas y ladrones por algún territorio? ¿Vale la pena seguir así?

Trastorno de la conducta.

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Debía ser una enorme coincidencia. Con diferentes razones, con diferentes caminos, ellos fueron al lugar que era de casta circulación. Las personas más desdichadas de la universidad, como si los átomos en sus carácteres hubieran hecho conexión los atrajo a un mismo lugar, una misma sentencia.

Entró, buscó un libro en los grandes estantes cubiertos de historia, para luego mirar a su al rededor y confirmar que no estaba en soledad.

Seis jóvenes se observaban a los ojos, todos al rededor de una simple mesa teniendo en su mente sentarse en esta y encontrar que no eran los únicos queriendo sentarse en aquella.

Todos con sus miradas inexpresivas, vacías, doloridas, fastidiadas, nerviosas. Esas miradas observaban a las otras en mismas condiciones.

Y sería mentira decir que ellos no se habían dado cuenta del vacío en sus pupilas.

Tal vez por eso.. tal vez por esa razón ignoraron las voces en sus cabezas que gritaban "¡Sal de ahí!", Tal vez por eso la curiosidad ganó la guerra contra el temor.

Sin decir palabra alguna, se habían sentado en la misma mesa, con diferentes libros, en diferentes sillas, diferentes actitudes y emociones dentro.

Aunque había algo que no era diferente, había algo que tenían en común, algo que los unía y los hacía tan cercanos en el destino.

Y ellos querían saber qué era.