II

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Era su primera cita y Bakugo llevaba de retraso ya veinte minutos.

Todoroki mentiría si dijera que no estaba molesto, llevaba todo aquel tiempo parado cual faro de luz, y por ello sentía que todas las miradas que pasaban a su lado solo lo observaban con burla; se sentía ridículo en aquel enorme centro comercial, rodeado de tiendas de ropa, restaurantes, tiendas de venta de mascotas, cafeterías, librerías y muchas otras cosas... y aun así él estaba ahí parado como idiota. Quizá lo era por esperar tanto tiempo.

- Oh .... Aquí estas bastardo.

- ¿Por qué tardaste tanto Bakugo? – replicó el bicolor, él quería mucho al rubio y en su mayoría pasaba por alto muchas de las desconsideraciones por parte de este, pero incluso él tenía un límite – ¿Sabes cuánto tiempo ha pasado desde que nos citamos? Me parece que no.

En ese momento exploto la bomba.

- ¡AH! con quien mierda crees que estás hablando maldito bastardo, si no querías venir lo hubieras dicho desde el principio.

- No es una cuestión de haber venido o no, solo quiero que me digas la razón de por qué me tienes aquí esperando.

- ¡Maldita sea! Si no querías esperar, te hubieras largado y ya. Estúpido mitad-mitad.

Había pasado poco tiempo para que Shoto se diera cuenta de una cosa con respecto a su novio... Bakugo Katsuki era la única persona que podía hacerte sentir culpable a pesar de que tu no hayas hecho nada malo.

- Pero quería verte – dijo Shoto con un ligero sonrojo en sus mejillas – Es nuestra primera cita y realmente me emociona el estar contigo de esta manera.

- Tsk... como sea.

Bakugo desvió la mirada y comenzó a caminar sin rumbo exacto, solo quería evitar ver a su lindo, adorable y esponjoso Shoto, se sentía estúpido al sentir tal ternura y cursilería por aquel chico, tanto que quería vomitar, pero de alguna enfermiza manera también estaba feliz de estar con él, se sentía tan completo junto a Shoto. Claro esto nunca lo admitiría abiertamente, quizá no ahora... Tal vez se lo diría algún día... Pero no ahora.     

Habían decidido almorzar en aquella cafetería, pues Midoriya le había presumido a Todoroki (no con intención), que había ido hace poco con Shinso, y que preparaban unos deliciosos waffles de chocolate, crema y fresas

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Habían decidido almorzar en aquella cafetería, pues Midoriya le había presumido a Todoroki (no con intención), que había ido hace poco con Shinso, y que preparaban unos deliciosos waffles de chocolate, crema y fresas.

Basto con decir chocolate para que el chico de heterocromía se emocionara dando a su mirada un brillo infantil. Pues Todoroki Shoto era un amante del chocolate o mejor dicho un adicto empedernido de este.

- Puedo tomar su orden – dijo la ayudante con una sonrisa sincera y con libretita en mano, mientras aquellos chicos terminaban de revisar la carta de aperitivos y delicias que presentaba el establecimiento.

Momentos Solo Para DosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora