XI

4.2K 412 110
                                    

Shoto observaba atentamente cada una de las fotografías de aquel álbum. Cada imagen que se encontraba en este, era de su esposo y de él cuando aún eran adolescentes y tenían solo el título de "Novios".

Conforme iba mirando cada fotografía el bicolor suspiraba o sonreía nostálgico, ya habían pasado cinco años desde que muchos de aquellos momentos ocurrieron; pero para Shoto el recordarlos era tan simple como volver a vivirlos.

- ¿Qué haces Mitad-Mitad? – preguntó el rubio quien había salido hace poco de la ducha y solo tenía una toalla rodeando su cintura y otra en sus hombros.

- Amor, estas mojando todo el piso.

- No me cambies el tema.

- Veo nuestras fotografías de este álbum.

- ¿Tenemos un álbum?

- Tenemos cinco Katsuki.

- No lo sabía.

- Y yo no sabía que eras sordo – mencionó el bicolor con la seriedad que lo caracterizaba – Te he dicho muchas veces que no te pasees por la sala desnudo y después de darte una ducha. Ve a la alcoba y vístete, antes de que te de un resfriado.

- No me voy a resfriar. Además, si lo hiciera eso no sería un problema.

- ¡Mentiroso! La última vez que te resfriaste faltaste una semana al trabajo, tú temperatura era sumamente alta y tenías alucinaciones.

- Es verdad. Y el estúpido Deku y tú no podían con cada villano de mierda que aparecía por ahí. Eso demuestra lo inútiles que son por igual. No pueden hacer nada sin mí.

Shoto no respondió nada ante eso, no tenía apetito de discutir con su esposo Bakugo Katsuki, y mucho menos quería inflarle el ego al héroe "Ground Zero".

El rubio simplemente fue a donde se encontraba el de heterocromía, se sentó a su lado rodeándolo con sus brazos y recostando su cabeza en su hombro.

- Suéltame, me estas mojando – dijo con falsa molestia el bicolor.

- ¡Ja! Te lo mereces por no querer ducharte conmigo antes.

- Sabes que cuando nos duchamos juntos siempre terminamos en la cama y no precisamente para dormir.

- Solo debiste haber dicho que no.

- Nunca aceptas un no por respuesta. Además, deberías ser un poco más considerado, ya me duelen bastante las caderas.

- Acaso eres una mujer como para fingir que te duele la cabeza. Yo solo quería hacerte el amor Shoto.

- Ayer lo hicimos Katsuki.

- Tsk.

El silencio volvió a reinar, y como si nada, Shoto continúo observando las fotografías, pasando página a página. Katsuki también observaba atentamente, no podía creer cuantas fotos tenía con su esposo de muchas de sus citas, paseos o simplemente de situaciones que compartieron juntos.

- Recuerdo esto – mencionó el oji-rubi, señalando una foto – Me obligaste a usar aquellos anteojos durante todo un día para estudiar el libreto de esa estúpida obra en la que íbamos a participar, porque según tú, podríamos lastimarnos la vista. Pero al final del día, dijiste que solo querías ver como lucia con anteojos. 

 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Momentos Solo Para DosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora