Dejé de pensar y mi mente se concentró en el placer de ese beso.
Sentí cómo el cuerpo de Marcus se estremecía bajo mi tacto cuando
mis manos acariciaron su espalda a través de la ropa. Un calor conocido
me recorrió y el deseo aumentó. Con rapidez, mi respiración
acelerada se volvió entrecortada y el calor más abajo de mi vientre
me dio la bienvenida. Resurgieron con rapidez los antiguos deseos
y necesidades que había intentado desterrar de mi interior. Me sorprendió
lo poco que había servido mi lucha interna por deshacerme
de esa necesidad que había empezado a desarrollar por Marcus. Y
cómo la pasión me dominaba, sin importarme nada en ese momento
que no fuera él. Sus manos bajaron hasta el borde de mi jersey,
colándose en un solo movimiento por debajo de éste. Mi piel se
erizó de placer ante el calor de sus manos acariciando mi cintura y
subiendo con apetito hacia mis pechos, ahora expuestos a su toque.
Mis sentidos se desbordaron. A esas alturas, mi jersey yacía en el
suelo, junto a la camiseta de Marcus. En pocos segundos, mi pechos
quedaron liberados de la prisión en la que se encontraban, dando la
bienvenida a las manos de Marcus, que demostraba en ese momento,
la devoción que sentía por ellos. Yo a mi vez, recorrí con deseo
su musculoso cuerpo, mientras nuestras bocas, se exploraban la una
a la otra, saboreándose con deleite. Mis manos se volvieron atrevidas,
desabrochando el pantalón de Marcus y bajando su cremallera,
mientras besaba con anhelo su boca y su cuello, desplazándome hacia
su pecho. Bajando con pequeños besos por su abdomen, percibí
como Marcus tembló. Su mirada, inyectada en deseo, se volvió
más hambrienta. Cuando sus manos agarraron mi cintura, su boca
se apodero de la mía, empujando mi cuerpo hacia atrás y cayendo
ambos en la cama. Mis manos no se quedaron quietas, bajaron su
pantalón, mientras frotaba mi cuerpo contra el suyo, sintiendo el
calor que éste desprendía. Marcus me había quitado los pantalones
y yo ni siquiera me había enterado. En ese momento, una pasión
galopante me tenía totalmente abducida. Sus manos exploraron con
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Pase lo que pase
Novela JuvenilLia se ve obligada a cursar sus estudios en la Universidad de Harvard, en el Estado de Massachusetts, bajo la amenaza de que si se niega el peso de la ley caerá sobre su madre. Así que, con muy poca gana y un plan en su cabeza se sumerge de lleno...