Desperté con una fuerte sensación de pesadez en mis ojos. Parpadeé
varias veces para abrirlos, pero hasta eso me costó trabajo. Los
podía sentir inflamados y pesados, igual que mi cabeza, que estaba
embotada. Con gran esfuerzo me arrastré fuera de la cama. Un poco
desorientada, llegué hasta lo que parecía ser un espacio abierto que
recogía el salón, el comedor y la cocina; el punto de luz que entraba
por los amplios miradores, los cuales daban unas fantásticas vistas
del río y de la ciudad. Pegado al enorme ventanal había un magnífico
piano. Mi boca gesticuló un amago de sonrisa, recordando el comentario
de Kira sobre el piano. Miré a mis dos amigos, que estaban
sentados en la barra de la increíble cocina de diseño tomando un
copioso desayuno. Dejé mi cuerpo caer sobre la silla y miré a Kira.
Ésta me regaló una sonrisa y me ofreció una taza de café.
—Gracias —dije con la voz rasposa.
—De nada. Tómate esto —dijo señalando dos aspirinas que había
dejado en la barra—. Tienes un aspecto horrible.
—Gracias Kira, tú sabes cómo subirme la moral, pero es cierto, me
siento fatal —dije con tono cansado.
—Tengo que comentarte algo. Sé que no te va a hacer mucha gracia
y creo que te va a dar un fuerte dolor de cabeza, por eso también lo
de las aspirinas. Prometo que será rápido —dijo sin coger aliento—.
Marcus ha estado toda la noche llamándonos a nuestros respectivos
móviles. Esta mañana Paul y yo conectamos nuestros teléfonos y,
nada más abrir la bandeja entrante, teníamos un sinfín de llamada y
varios mensajes de voz. Solo quería saber dónde estabas y si te encontrabas
bien. Parecía realmente agobiado, así que Paul ha tomado
la decisión y le ha puesto un mensaje en el que le dice que estás bien,
dentro de lo que cabe, pero que no puede decirle dónde estamos ya
que de momento no quieres saber nada de él; que ahora mismo lo
mejor es dejarte algo de espacio, ya que no estás demasiado receptiva.
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Pase lo que pase
Novela JuvenilLia se ve obligada a cursar sus estudios en la Universidad de Harvard, en el Estado de Massachusetts, bajo la amenaza de que si se niega el peso de la ley caerá sobre su madre. Así que, con muy poca gana y un plan en su cabeza se sumerge de lleno...