“Escucha, el silencio también grita.”
Irnos a otro Estado, más de 12 horas por carretera, 1000 km de distancia que me separan de una vida que nunca volvería a ser igual. Todo sería obscuridad por algunos años.
Ese año cambio mi vida, yo no me quería ir, amaba a mi abuelita y no la quería dejar, pero ni modo de pequeña no se puede hacer mucho, así que tuve que irme con mis papas. Pero algo haría, tenía que hacerlo debíamos regresarnos, yo no me quería quedar allá, un buen plan se me tendría que ocurrir. Pero no, pasaron los meses y simplemente mis papas estaban contentos y todo marchaba bien no había motivos para regresarnos, aún…
Mi vida siempre cambia en instante y de la manera menos predecible, nunca había tenido cambias muy favorables que digamos y este no sería la excepción. Cuando nos mudamos nos fuimos a vivir con un hermano de mi mama, pues no fue tan malo al principio, eran mis tíos preferidos. Pero empecé a odiarlos, al igual que a mis papas, a todos ellos los culpe de que nos mudáramos, de cambiar mi vida.
Antes de mudarnos siempre pasábamos tiempo en familia con mi mama, mi papa, mi hermana, íbamos muy seguidos con mi abuelita. Comíamos en familia, mis papas siempre estaban ahí para mi hermana y para mí. Al mudarnos esto desapareció. Comidas en familia se terminaron, los tiempos en familia se esfumaron, mis papas empezaron a trabajar mucho, jamás los veíamos, ya no comíamos juntos, los tiempos a su lado ya no llegaron más. Tuve que ser más responsable y ser la mama de mi hermana, aprender a cocinar (mi mama a veces ya no le daba tiempo dejar comida preparada), tuve que ser fuerte y no necesitarlos, ni extrañarlos porque iba a doler y eso sería fatal para mí, además mi hermana ya estaba sufriendo este cambio demasiado, así que a mí me tocaba ser la fuerte, mi hermana es muy sentimental.
Eso me estaba haciendo ser más fuerte, dejar sentimientos aun lado, pero no era lo único. Dicen y siempre he escuchado que la familia siempre se debe apoyar, estar en las buenas y malas, pero en mi mundo las cosas como esas no existen. Llegaron los problemas, problemas de los que no deseo contar porque al final de cuentas es mi familia, pero el motivo de ellos es tan estúpido, pero que lamentablemente la raza humana es tan estúpida que lo material llega a ser lo más importante en sus vidas. Y en mi caso estos problemas por cosas materiales causaron que viera que la familia, puede traicionar. Que más pruebas necesitaba, para ser de piedra. Este mundo es cruel, tu propia familia te da la espalda, ¡tu familia!, entonces qué esperas de personas que solo son conocidas, hago bien en no confiar, y después de eso jamás volveré a confiar en nadie, seré fuerte, nadie me vera débil, no sentiré, me vengare. Eso sí, aun cuando diga que no quiero sentir o que me encantaría ser de piedra y que haría lo imposible para lograrlo, una cosa estaba clara, amo a mi familia y si alguien le hacía algo yo usaría todo de mí en su contra, odio que alguien se meta con la gente que quiero. Me vengaría por lo que le hicieron a mis papas.
Las cosas a partir de ahí no mejoraron mucho para mí, creo que pudo a ver sido bueno, sino hubiera hecho ciertas cosas. Mis papas se repusieron de lo que paso con mis tíos, yo me odie con toda el alma por no ser valiente y cuidar a mi familia, y esta oportunidad era la que estaba esperando para hacer ver a mis papas que nunca debimos mudarnos, a partir de esos problemas, yo hice más, hasta que conseguí que nos regresáramos. Debería de estar feliz porque logre lo que quería, el problema que una mala conciencia como la mía, no podía ser feliz por la manera en que lo consiguió…
ESTÁS LEYENDO
El amor se apiado de mí
RomanceHay demonios que se apoderen de nuestras vidas y la arruinan para siempre. Solo hay una manera de combatirlos y yo no creía en ella. No tengo salvación, la única cura universal que existe, me matara. Lo sé. “a todas las princesas de hielo que sin...