Te estoy perdiendo

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“Que todo nos una. Que nadie nos confunda. Que nada nos detenga. Y que nadie nos separe.”

Gatis me acompañas a comprar una rosa –me pregunta David.

¿Rosa? Para quien es –le pregunto

Voy a pedirle  a una chava que sea mi novia y quiero darle una rosa –me respondió.

--¡ere un idiota Solórzano! ¿A qué estás jugando? Te gustaba Alejandra le rogaste y nada. Fuiste con Andrea no funciono y ¡que vuelves con Alejandra!  No entiendo porque quieres tener novia ¡cuando te sigue gustando ella! Deja de jugar ¡no se porque últimamente solo quieres huir de lo que sientes!

Las cosas marchaban bien entre David y yo –solo Ruth, Matías y Alonso sabían lo que pasaba entre nosotros –nadie más sabía y ni siquiera queríamos que lo supieran, fingíamos que nada pasaba. Nos hacíamos a la idea que era química y ya –se convirtió en un secreto, una burbuja que queríamos guardar para nosotros nada más. –pero la burbuja se estaba empezando a romper, muchos de nuestros compañeros se estaban dando cuenta de que algo pasaba. Nosotros actuábamos como siempre, pero a veces sentíamos tal necesidad el uno por el otro que no podíamos evitar discretamente acercarnos y provocarnos aunque después entre nosotros fingíamos que era solo un juego y punto ¡no sentíamos nada! –pero también poco a poco en nuestra burbuja empezaron a entrar muchos problemas y nos alejamos.

David pasa todo el tiempo con Alejandra y yo procuro creer que no me duele --¡acepte que se está enamorado de ella! Y me di por vencida en hacerle ver que ella no dejara a su novio. También me aleje de él ¡me la paso todo el tiempo con Matías! El me ayuda tanto a distraerme. –íbamos bien, pero en estas semanas ya nos evitamos, cada quien anda por su lado, ya no pasamos tiempo los dos solos jugando o haciendo tonterías y solo de vez en cuando hablamos un poco porque la mayoría de las veces terminamos peleando, como en este momento –pensé.

No estoy jugando Dani, la niña me gusta y le voy a pedir que sea mi novia. Alejandra sigue con su novio y eso a mí me está matando –respondí.

--¡ves! No puedes andar con una niña ¡amando a Alejandra! Y ni siquiera sé quién es ella ¡ya no me has dicho nada de ti! Te apoyaría sí sé que es una tipa con las que siempre sales porque ellas también juegan ¡pero por lo que he visto esa niña no es así! No merece que le hagas esto ¡y ya deja de esconderte, amas a Alejandra pero ella a ti no!

--¡tú no entiendes! No voy a jugar con ella, en verdad voy a tratar de olvidar a Alejandra ¡y está bien si no me quieres acompañar a comprar la rosa! Tu jamás crees en mi ¡para ti siempre seré un zorro! Y una cosa más ¡no te metas en mi vida!

--¿Qué? ¡wow! No te preocupes de ahora en adelante ¡no me vuelvo a meter en tu vida! Bye

--¡Dani! Espera ¡no quise decir eso!

--¡suéltame David!

¡Que no me meta en su vida! Lo odio tanto ¡era su mejor amiga y ahora resulta que me meto en su vida! Me ha lastimado demasiado –pensaba mientras iba caminando hacia el salón.

¿Qué pasa Dani? No me digas ¡ya se, otra vez se pelearon! –me pregunto Ruth cuando me vio entrar y noto que estaba a punto de llorar

¡Es un idiota! No esta vez es diferente ¡yo soy la idiota que le pido perdón cuando sé que nos peleamos por mi culpa! Pero esta vez ¡que se vaya al demonio, sé que él también me busca cuando nos peleamos! Pero esta vez se pasó demasiado ¿sabes lo que me dijo? ¡Que no me meta en su vida! No quiero estar aquí ¡vámonos por favor. Ya no hay clases, el profe no va a llegar! No lo quiero ver –le respondí a mi amiga.

Dani tranquilízate ¡sé que se pasó de la raya! Pero estas temblando ¡no me gusta verte así de mal! –me dijo Ruth cuando ya íbamos camino a la salida de la escuela.

¡quiero gritar, llorar, matarlo, algo. Lo que sea! Me está doliendo mucho ¡y no quiero llorar más! Hemos peleado demasiado estos meses ¡sabes cuánto nos herimos los dos con nuestras palabras! Nos conocemos bien y sabemos dónde atacarnos ¡de ser amigos, pasamos a atacarnos! Tú has visto ¡como he llorado en cada maldita pelea, pero voy y lo busco. Nos disculpamos, sé que el también me busca, yo también lo he lastimado y lo he hecho llorar! Pero ya no aguanto más ¡hoy algo se destruyó! Cada pelea juramos que ya no más y que vamos a luchar por esto ¡pero ya no puedo! –le dije a mi amiga.

Dani ¡sé que no lo quieres ver en estos momentos! Pero mejor tranquilízate y piensa un poco las cosas ¡puedes arrepentirte después! Sé cuándo se quieren y por eso te lo digo. Ahí viene corriendo y si no te tranquilizas ahora puedes hablar de más. Te conozco. –dijo Ruth cuando vio que David venía a tras de nosotros corriendo y gritando que me detuviera.

Dani ¡para, por favor! Fui al salón a buscarte pero ya no estabas ¡escúchame! –me dijo mientras me abrazo con todas sus fuerzas para que no me escapara, mientras nuestra amiga nos dejó solos.

¡Suéltame David! Ya no puedo más con esto ¿Que nos pasó? –le dije mientras lloraba, no me había soltado desde que me abrazo.

--¡soy un imbécil! No creas que no me doy cuenta el daño que te hago con todas mis estupideces ¡y que te estoy perdiendo!

--entonces porque las sigues haciendo ¡ya no te entiendo!

--por favor gatis ¡perdóname! Fui ¡un idiota! No te quiero perder. Yo no quise decir eso ¡perdóname! Tu jamás te metes en mi vida ¡siempre has estado a mi lado apoyándome en todo! eres la única que nunca me ha dejado ¡no sé qué haría son ti!  Hago lo que sea ¡perdóname!

--¡te quiero! Pero a veces ya no puedo feo ¡yo no tuve la culpa que las cosas no hayan salido bien con Alejandra o que te hayas peleado con ella! a veces creo que ya no me importa ¡duele demasiado!

--¡no es por ella! y tienes razón ¡yo no te importo! Ayer que no vine a la escuela ¡no tienes una maldita idea como te extrañe, pero yo sé que tu ni siquiera te acordaste de mí. Te la pasas todo el maldito día con Matías!

--¿hablas en serio? ¡Eres un maldito idiota! Tienes razón no me importa ¡no estuve todo el maldito día pensando en ti y deseando mandarte un mensaje para hablarte! Estoy cansada de demostrarte que te quiero ¡y tu sales con que prefiero a Matías! Dejémoslo aquí.

--¡Dani!

Vámonos Ruth –fue lo que le dije a mi amiga cuando llegue a donde estaba ella y deje hablando solo a David.

¿Arreglaron las cosas? Vi que todo el tiempo estuvieron abrazados ¿lloraste verdad? –me pregunto mi amiga.

Quise no hacerlo pero cuando me abrazo no pude evitarlo y no arreglamos nada ¡es un idiota! Ahora sale que prefiero a Matías ¡cuántas veces le he demostrado que lo quiero a él! Sabes que es lo peor de todo ¡que es un maldito idiota que en estos momentos está dejando un mensaje en mi Facebook! Y yo una tarada que lo conoce también que sé que ese mensaje estará ahí.

El amor se apiado de míDonde viven las historias. Descúbrelo ahora