“Tan imposible es avivar la lumbre con nieve como apagar el fuego del amor con palabras.” William Shakespeare
Pensé que seriamos lo de antes y ya no dolería, pero no es así –y duele mucho más saber que jamás volveremos a ser ese niños de meses atrás nunca.
Días como hoy creo que lo mejor sería separarnos para siempre antes de odiarnos en verdad –han pasado dos meses desde que aclaramos todo, yo volví a la ciudad, pero todo va mal.
Sé que en este tiempo se alejó de Alejandra pero la sigue queriendo –ya difícilmente hablamos, ni él me cuenta sus cosas, ni yo las mías, me he alejado de mi amiga y con el único que hablo bien es con Matías ¡estoy haciendo todo mal, pero ni siquiera hago el intento de cambiar las cosas, ya no sé si me interesa! A veces deseo desaparecer y enterrar esta etapa también, olvidarme que ellos existen.
Ellos no tienen la culpa de nada --¡al final creo que David tenía mucha razón cuando me dijo que yo jamás podría cambiar y siempre seria la misma! No merezco a los amigos que tengo.
¡Me equivoque tanto con David y lo sigo haciendo! –pero no puedo evitarlo, me duele tanto. Que cada que hablamos terminamos peleando por mi culpa, siempre le estoy reprochando sus mentiras o culpándolo de que ya no pueda creerle porque él me dejo.
Hoy se molestó conmigo porque me conto que ayer fue a buscar a Alejandra y se besaron –estoy tan cansada de esta historia que lo único que hice fue felicitarlo por volver a hacer el otro. Ya nuestra situación no es novedad, no luchamos por recuperar nada y yo ya me estoy dando por vencida.
Mi refugio ha sido Matías, los dos son tan iguales y tan diferentes al mismo tiempo para mí–estoy agradecida con Matías por siempre estar ahí para mí y lo considero mi mejor amigo, pero no como a David. –Le cuento muchas cosas a Matías, pero entre los dos hay muchos secretos, confió en el y compartimos cosas importantes, pero tenemos barreras. Nos entendemos bien, sabemos de nuestros demonios y los aceptamos sin juzgar.
Con David ya ni siquiera quiero hacerme ilusiones –siempre seremos amigos y nada más. Intento hacer las cosas bien ¡pero a veces siento que ya no puedo más! Quiero creer en él, perdonarlo y olvidar todo, pero siempre termino echándolo a perder ¡ya no sé si yo soy la única que estoy mal, al principio trate de hacer bien las cosas, pero no lo entiendo! Intente enfrentar la realidad, hablarle de lo que pasa, de lo que me hacía sentir cuando no respondía mis mensajes o que ya no nos contábamos nada ¡quería que me comprendiera! Sentir que los dos luchábamos porque esto funcionara ¡pero para el todo está bien! Así que deje de luchar contra la corriente, ya si él dice que todo está bien, es porque así es ¡ni siquiera es el amigo que yo conocí! A veces me pregunto ¿Qué si yo no lo hubiera buscado, él lo habría hecho? Al parecer no ¡y eso duele! Pero jamás lo sabré. –ya no me siento parte de su vida, me siento una extraña en ella, pocas veces estamos bien.
Quise arriesgarme he interna que esto no se vaya a la basura, hemos pasado por tanto –le acabo de enviar un escrito mío, donde le cuento absolutamente todo de mi ¡miedos, culpas, quien soy, mi familia, mi infancia, mi vida, secretos que en la vida compartí con alguien, le cuento lo de la secundaria, lo que paso cuando me mude, todo! se lo debo, el siempre deseo conocerme y yo deseo que sea el quien sepa todo de mí ¡estoy segura y pase lo que pase sé que jamás me arrepentiré de esto!
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El amor se apiado de mí
RomanceHay demonios que se apoderen de nuestras vidas y la arruinan para siempre. Solo hay una manera de combatirlos y yo no creía en ella. No tengo salvación, la única cura universal que existe, me matara. Lo sé. “a todas las princesas de hielo que sin...