Negocio y Fans.

20.5K 888 120
                                    



Eran cerca de las siete de la tarde y en una oficina se encontraba un grupo de personas, tratando de cerrar un negocio con un hombre de una llamativa característica, poseía el cabello "blanco". Este peculiar rasgo no se debía a que fuera de una edad avanzada, ya que, este aun gozando de sus treinta y cinco años de edad, más bien este rasgo se debía a que el era albino.

El albino se encontraba en esa reunió, por ser uno de los mejores creadores de cómics de la actualidad, y además, por tener bajo su propiedad a varios cómics que, gozaban de gran fama y de grandes cantidades de seguidores, que iban desde niño hasta los adultos. 

En este negocio el grupo de personas estaba tratando de tener el privilegio de adaptar y producir una serie y una película sobre uno de los cómics del albino.

El albino bastante cansado, no por la reunió, podía ver con suma claridad como ese grupo de personas compuesto por cinco individuos, cuatro hombres y una mujer, daban su mayor esfuerzo en complacerlo para poder lograr el "SI" que habían venido a buscar. El quinteto de personas, lo había inundado de halagos y cumplidos desde que habían entrado a la oficina. Sin mencionar, que no olvidaron comentarle las promesas, sobre la gran cantidad de dinero que ganaría, los privilegios que le darían y los grandes beneficios que obtendría.

Luego de escuchar toda la propuesta, de casi dos horas, se limitó a ver y leer el documento que se le había entregado, no sin antes ponerse sus confiables anteojos. Leía con cautela el pedazo de papel, mientras por momentos miraba al quinteto, notaba algo de nerviosismo en ellos y mucho cansancio. Suponía que era normal, después de pasar dos horas sin dejar de hablar, y además de luchar con la preocupación de que la respuesta fuera negativa ante semejante propuesta.

Al terminar la lectura del documento, lo volvió a dejar sobre la mesa frente a él, al mismo tiempo que se le escapaba un pequeño bostezo. Cuando dirigió su mirada nuevamente al quinteto los noto algo pálido y con los ojos abierto de sorpresa, como si acabasen de ver un accidente de tránsito en cadena frente suyo. Con un poco de intriga y curiosidad rompió el silencio el albino por primera vez en esa eterna tarde.

- Sucede algo malo caballeros y... madame...? - Pregunto el albino con una ceja levantada y un tono de intriga mezclada con cansancio.

- Bueno..., solo pensamos que tal vez la propuesta no era lo suficientemente buena, y que le faltaba algo dado al bostezo que dejo salir señor... Lincoln . - Respondieron al unísono el quinteto, con una preocupación que desbordaba y rozaba a la desesperación.

Mientras el albino formaba una pequeña sonrisa, por lo gracioso que le pareció la reacción del quinteto ante su inocente muestra de cansancio. Una parte de él, no dejaba de pensar en la respuesta al unísono que le habían dado hace unos segundos, este lo había llevado a recordar y a pensar en su familia, familia que no podía frecuentar.

- Señor... Lincoln...?. - repentinamente lanzaron una preguntan al unísono el quinteto, esta vez con cara de incertidumbre, dada a la demora del albino y al silencio que se pronunció como por tres minutos.

- Ah... - Fue lo único que había logrado decir el albino, al ser sacado repentinamente de sus pensamientos, con un rostro de confusión adornado por una pequeña sonrisa, que no dejaba de aparecer en su rostro desde el inoportuno bostezo. En un intento de volver al presente, trato de una manera disimulada volver a la charla mientras se quitaba los anteojos y jugaba con ellos.

-Bueno, primero quisiera disculparme por el bostezo. Este no tiene nada que ver con lo de su propuesta, es solo que últimamente no he logrado tener una noche plena de sueño. – les explicaba Lincoln, lo más amable posible y con un toque de vergüenza, tratando de darles un ambiente más cómodo y relajado.

En Busca De Un Loud.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora