*Jump Then Fall - Taylor Swift*
¿Alguna vez has sentido vértigo? ¿Has sentido como te vas a caer desde un lugar tan algo que... no sobrevivirias a la caída?
Caminamos hasta el parque, como siempre. Señalaste los juegos para ejercicio azules y dijiste:
-¿Tú te puedes subir ahí?
-No, no lo he intentado y no lo intentaré.
-Vale, ¿puedo? -me agache a poner a la señora balón en el piso. Levanté la cara.
-Si no te da vértigo puede... -entonces ya estabas en los primeros metros de distancia del suelo -s hacerlo, sube -y ya estabas arriba. Hasta arriba.
-Bien, sólo hazlo con cuidado.
-Bien.
-¿Tú crees que pueda pasarme a esa escalera? -dijiste señalando a la escalera de cadena.
-No... no lo intentes. -ya tenías un pie en la otra escalera, y el brazo en la parte de arriba del tubo. Sosteniendote sólo de un pie.
Tenías los dos brazos sobre el tubo, manteniendo todo tu peso ahí. Porque ya no estabas apoyando ninguno de tus pies en nada.
-¡¡FA!! -me gritaste aunque te estaba viendo, con los ojos como platos y el ritmo cardíaco por las nubes. Estaba casi segura de que después de eso sería diabética.
¿Qué coño se supone que debes decir cuando tu amiguis cae desde 5 metros de altura? Nunca me sentí de esa forma, todos mis sentidos estaban en como bajarte de ahí. Pero tu solo te carcajeabas a 5 metros del piso. ¿Lo recuerdas?
Estaba pensando como bajarte de ahí, como hacerlo sin matarme a mi misma. Porque estabas colgando con solo tus brazos de apoyo, a la mitad entre una escalera y otra, no podías tomarte de ninguna, cerré los ojos, y cuando los abrí estabas balanceadote para alcanzar cualquiera de las dos escaleras, y finalmente lograste poner un pie el la escalera de cadena. Llevabas ya una parte hecha, fuiste recorriendo tus brazos poco a poco, y dijiste, o gritaste,
-¡YA CASI, FA!
Entonces lograste apoyar tu otro pie en las escaleras, bajaste un peldaño y luego las manos a la cadena. Me sentí completamente aliviada, porque por 10 minutos que parecieron eternos, me sentí al borde de un precipicio -contigo-.
Corrí para sujetar la escalera mientras bajabas y una vez que estabas abajo dije:
-Juro que después de esto tendré diabetes.
-¡Vamos a ese! -dijiste y corriste a otra escalera, colgando como Batman, sujetandote de cabeza solo con las piernas. Luego, bajaste y caiste en los últimos escalones, a un metro o metro y medio de distancia del suelo. Te reiste y te paraste, caminando al siguiente, y al siguiente. Mi corazón seguía sin un ritmo constante por tu maldita culpa, probablemente eso nunca lo supiste. Cuando finalmente bajaste de todo, tomé a la señora balón del piso y te seguí, te intentaste colgar de unos tubos, o no se que intentaste hacer, metiendote el tubo hasta lo más profundo del culo.
-Si no quieres sufrir este dolor, nunca dejes de ser virgen. -te bajaste del tubo y luego te quedaste quieto de nuevo.
-¿Qué te p...
-Me pellizq...
-No quiero saber más.
-¡Que dolor! -te retorciste un poco más y luego caminaste como si nada.
Te alejaste caminando, aunque te seguía de cerca, y luego te detuviste en la cancha, tomaste a la Señora Balón y la lanzaste al aro. Anotaste. Pero no dijiste nada sobre estar a 7 metros de altura, al borde de una fractura severa, pero yo tampoco lo comenté.
No termino de comprender aún como pudiste estar como si nada las próximas 3 horas, porque yo aún seguía con las manos temblorosas, y la imagen de Jorge colgando desde ahí.
Probablemente fue la adrenalina la que me mantuvo despierta hasta las 3:00 am, imaginando que hubiera hecho si realmente hubieras caído de ahí, pero algo me dice que sabías perfectamente que no caerías.
Cuándo íbamos de vuelta a mi apartamento, saliendo del parque, rodeaste mi cintura de una forma extraña, y sonreiste con algo de maña.
-Mi mano va bajando -anunciaste, y yo sonreí, alejandome un tanto. No sabía realmente como reaccionar, porque la última persona que hizo eso, fue Diego, y casi le suelto un golpe. Así que solo te aleje, y después tu quitaste tu mano.
Sentí un escalofrío recorriendome el cuerpo entero, y ahora también lo siento, porque nunca había dicho en voz alta.
Y detesto que me escuches así, pero vale, mi voz está lo suficientemente jodida, sueno mal, sueno acabada, parece que llore demasiado. Pero mi voz está... rota. Simplemente rota, igual que todo dentro de mi.
Simplemente recuerda ese momento en el que casi te caes de 5 metros de altura. Sentí que no podía hacer nada, me sentía inútil, y probablemente yo tenía el vértigo que tú no tenías en ese momento. Me sentía inútil, y me sigo sintiendo igual, porque por más que haga esto como mi forma de dejarte ir, no puedo hacer nada.
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Cuando me vaya
Novela JuvenilSi llegaste aquí por ella, debes de saber que esto es para ti. Todo, absolutamente todo, es para ti. Si no tuviste los pantalones necesarios para abrirme la puerta de tu casa y arreglar esto de frente, tenlos para leer, mi versión de la historia, y...