6# La misión (parte 2)

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En la persona de Denisse /check/


Mientras la maestra daba su clase de inglés yo seguía apuntando, en ese momento se me ocurrió escribirle a mi madre y saqué mi teléfono y eso hice... pero justamente había terminado la clase y la maestra me vio. Ya... ¡Adiós teléfono! ¡Adiós plan! Absurdo pero cierto

y Lizbeth me dijo:

—Deni ¿cómo te sientes? ¿te espero? —la verdad ya no me sentía tan mal, me sentía como una mentirosa.

—Ya me siento algo mejor, no te preocupes, espérame afuera, cuando termine de hablar con la maestra te digo.

—Vale—Ella salió directamente del aula y me espero afuera—

Fui hacia donde la maestra... y me preguntó.

—¿Por qué sacaste el celular Denisse?

—Es que no le avise a mi mamá de la junta. —dije esto porque es cierto, y no es por justificarme, pero nos dejan tareas que se nos olvida anotar, es decir, en cualquier momento se les ocurre a los maestros dejarnos tarea, lo sé, mi argumento es malo, lo sé.

—Discúlpame, pero te voy a quitar tu teléfono hasta la firma de boletas, lo hago para que la próxima no se te olvide decirles a tus padres. —Se supone que hay una regla absurda en mi escuela en la que "no se pueden usar los teléfonos" y resalto entre comillas porque no es siempre así, algunas veces esto suele ser más arbitrario que otras, según el maestro y el contexto.

—Pero maestra...

—¿Estabas fingiendo verdad? —cuestionó incrédula, con la típica expresión, levantando una ceja, No, Dios mío no estoy mintiendo, nadie me creerá, pero no me gusta mentir.

—No, como le dije, no desayuné y.... últimamente así me pasa que no me da tiempo a desayunar.

—Tienes que comer Denisse ¿qué tú mamá no te da de comer? —Uff, todo iba muy bien hasta que se le salió lo prudente. Luego por eso la gente se ofende con los consejos que no son consejos, pero son ataques

—Gracias por preocuparse, pero como le dije, iba tarde, y como no se permiten retrasos...—objeté de manera diplomática que siendo sincera mi agudeza mental es 0 como ya lo saben, pero si lo comparamos con ajedrez esto habría sido un movimiento bueno.

—Está bien te dejo que vayas, porque también tengo junta en la dirección. —Escuche y en mi cabeza fue como un ¡Yes!

—Vale, provecho, que tenga un buen día—Entonces salí del aula y Lizbeth me preguntó—.

—¿Qué pasó? ¿Qué te dijo?

—Pues que no me saltará las comidas y.... me quito mi teléfono.

—Entonces ¿Adiós plan? Lástima, y yo que quería darle una lección

—Pues si usamos el tuyo podríamos grabar con él, si quieres. —dije insegura de su respuesta, aunque al parecer estaba más emocionada ella que yo, tal vez, porque estaba muerta de miedo

—Perfecto, ¡Es buena idea!

Y salimos caminando hacia el patio y vimos a Mateo y Lizbeth me dice.

—Corre, ve y háblale.

—¿Cómo crees? ¿Qué le digo? —dije nerviosa, volteando a ver a Mateo y luego a Liz—.

—Que cómo está

—No ¡¿Estás loca!? ¡Qué vergüenza!

En ese momento ella me empuja y justo fui a dar en frente de Mateo... ¡¿Por qué hizo eso?!

¡Aprende a vivir con eso! DenisseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora