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Me quedo dormido en mi habitación, siendo inexistente para la familia que quiere casarse con mi hermana. Bueno solo el hijo se casa con ella, pero es una decisión de las familias, no de ellos.

A la mañana siguiente, me desperté curioso para saber que había pasado, pero no era estúpido, si preguntaba me ganaba gritos por abrir la boca. Esperaria que todos hablasen.

No tardaron mucho, en el desayuno me senté como un miembro mas de su familia. Si hubiera habido visitas estaría comiendo en mi habitación al igual que la cena de ayer.

Mi padre, el alfa de la familia, se sentía orgulloso, el olor que desprendia lo demostraba. Por lo que supuse que todo había ido mas que bien.

-Youngjae, vamos a contarte lo que sucedió anoche-dijo mi padre- Kim Geon Hak a aceptado casarse con tu hermana-dijo. Mi hermana sonrio un poco, parecía algo molesta. Aunque Geon hak no ha tenido que aceptar, seguro lo ha hecho la familia por él.

-Si, pero ¿Cómo se atreve a poner condiciones?-mi madre hablo molesta.

Nunca la había visto interrumpi a su alfa, este la miro y ella bajo la vista mirando a la mesa.

Asi es como enseñan a los omegas, a ser sumisos y sin opiniones. Supongo que yo no soy ya que trataron de criarme con alfa, pero finalmente fui omega. Soy sumiso, pero si utiliza la voz de mando, por eso prefiero aparentar ser sumiso. No me gusta que la use

-Esas condiciones son pequeñeces-dijo mi padre, después de un largo silencio, demostrando un dominio sobre su omega solo con su mirada. Asco me da eso, no quiero ningún alfa en mi vida. Mi lobo solo apareció para protestar por mi pensamiento, después volvió a esconderse en las tinieblas. Mi padre lo noto, tiene un olfato muy fino y pudo oler mi aroma por un segundo, ya que me miro, pero después siguió hablando- han pedido una prueba de virginidad. Ella lo es. Además de una de fertilidad, ¿Qué omega no es fértil? Eso lo tenemos, no hay que preocuparse-explico mi padre.

Mi hermana tenia una preocupada expresión, pero hasta yo sabia que era virgen, siempre estuvo aquí encerrada, nadie la ha tocado, al igual que a mi.

-Dentro de nada vendrá el medico. Preparate-ordeno a mi hermana, quien salio corriendo a su habitación- tu- me señalo-desaparece.

Yo asentí y me fui.

Tampoco existía para el medico, siempre supuse que si moria seria la alegría de mi familia, y porque no, la mia también.

Pero incluso la muerte me ignoraba, asi que me fui a mi habitación a encerrarme.

Me encantaba pasear por el jardín por las mañanas, pero hoy estaría encerrado en mi habitación.

Vino el almuerzo y me informaron que aun estaba el medico, por lo visto mi padre pidió que volvieran hacerle la prueba a mi hermana.

Yo me extrañe, ¿Qué había salido mal?

Al rato de terminar de comer la puerta de mi habitación se abrió.

-Debes bajar rápido-me dijo una criada

Me extraño mucho eso, pero baje corriendo tras ella.

El llanto de mi madre llego a mis oidos y el olor de enfado apestaba la planta baja entera. Esos ojos me miraron con mas odio de lo normal. No sabia que pasaba.

-Entra ahí-dijo usando su voz de mando.

Por un momento me paralice, pero rápidamente lo obedeci.

En la habitación estaba mi hermana llorando y el medico temblando.

Era un beta.

-¿Que ocurre?-pregunte.

-Debo hacerte las pruebas-me dijo mientras me empujaba a la cama.

-Espera, espera, ¿Qué le ocurre a mi hermana?

El medico suspiro, supongo que tiene miedo por mi padre, ¿Quién no lo tendría?

-¿No es virgen?-pregunto extrañado.

-Si lo es, pero no es fértil-me explico-debo hacerte las pruebas, tu padre lo ha pedido.

¿No es fértil? ¿Cómo puede ser eso?

Yo no podía creerlo.

Después de mis pruebas todos salieron de la habitación, para hablar con mis padres.

Mi hermana y yo nos quedamos tras el medico, quien debía informar.

-Bien-comenzó mirando sus papeles, con las manos temblando- ella es virgen...pero después de varias comprobaciones no es fértil-el gruñido de mi padre asusto al medico- el chico... es virgen también, pero muy fértil, demasiado-añadió.

Mi padre me miro, no podía mentir que tenia bastante miedo de lo que estará pensando mi padre.

Mi padre respiro profundo.

-Bien. Los mayores debemos hablar. Arriba a sus habitaciones-nos ordeno.

Mi madre pago al medico y pidió disculpas por el comportamiento de mi padre, quien se fue a hablar con los abuelos.

Tradiciones familiares Donde viven las historias. Descúbrelo ahora