Tradiciones familiares

10

Youngjae había decidido contarle todo a Jaebum, después de todo era su pareja destinada, debía saberlo y quizás lo ayudaría en su situación. A lo mejor entre los dos, conseguirían una solución para que Youngjae escapara de su familia y su destino de darle un hijo a su hermana de aquella manera.

Jaebum lo llevo a la comisaria, donde no pudieran ser interrumpidos o escuchados por otra persona, ya que Youngjae insistió que nadie más debía enterarse.

-Bien, dime que está ocurriendo.

-No te pongas en plan policía-se quejo Youngjae.

-Lo siento, será por el lugar-dijo Jaebum, sentándose junto a Youngjae - pero estoy preocupado, y tanto secretismo me tiene nervioso.

Youngjae tomo aire, como intentando conseguir valor. Tenía miedo que Jaebum no le creyera.

-¿Youngjae?-pregunto después de un tiempo en silencio, por parte del omega.

-No sé por dónde empezar.

-Por el principio, supongo-bromeo, para quitarle tensión al ambiente.

-Cuando era pequeño, mi...

-Quizás no tan al principio-interrumpió Jaebum.

-Es necesario para que entiendas la historia

-Está bien.

-¿Sabes cuales son las tradiciones de las familias más ricas de este lugar?

-Conozco algunas cosas, como el matrimonio concertado o mentes un poco anticuadas para la época. Se podría que decir que son, demasiados conservadores.

Youngjae asintió.

-Bueno, pues cuando yo era pequeño, mi padre, al ser hombre, me educaron como un alfa, pero todo eso cambio cuando me presente como omega -Youngjae trago, al recordar el cambio de actitud de su padre- desde ese momento deje de ser su hijo, a ser una aberración para la naturaleza, según sus mentes.

Jaebum iba a decir algo, pero Youngjae no lo dejo.

-Desde ese momento, ya comenzaron a tratarme mal. No me pegaban, pero las palabras incluso pueden hacer más daños, diciéndome lo inútil y que era una deshonra para la familia. Añadiendo también, que no debía salir de casa, que nadie debía conocerme y que supieran la vergüenza que sentían al ser parte de su familia.

-Lo siento, mucho Youngjae. Sé que existen personas así, pero seremos capaces de cambiar algunas mentalidades o simplemente escapar. Fuera de las familias conservadoras y ricas, hay muchas personas que no piensan así.

-Pronto debo irme. Prometí regresar al mediodía. Aun no he terminado mi historia...

-Dime algo mas. -pidio Jaebum, necesitaba saber algo mas, ¿Por qué tenía ese collar? ¿Por qué no dejaban que algún alfa lo marcarse y se fuera de la familia?

-Pronto regresara mi hermana de la luna de miel, y cuando tenga mi celo, quedare embarazado de su hijo.

Jaebum lo miro extrañado sin entender lo que estaba diciendo.

-¿Cómo vas a quedar embarazado? Tú no eres ni el omega, ni el esposo de ese hombre

Youngjae suspiro.

-Lo sé, pero así son las tradiciones de mi familia.

-No ninguna familia tiene esas tradiciones.

-¿No me crees? ¿No crees lo que te cuento?

-Quiero hacerlo, pero me cuesta.

Youngjae se levanto.

-Debo irme. Si después de pensarlo me crees ven a buscarme.-dicho eso Youngjae se marcho de la comisaria corriendo a su casa.

Se le hacía tarde, no le dejarían salir de la casa una vez más, pero tampoco quería ver a Jaebum.

Quería confiar en él, pero el alfa no cree en sus palabras. Youngjae esperaba que solo necesitaba tiempo para pensar, sabía que no le había dado tiempo de contar su historia completamente, pero quería que alguien lo salvara.

Llego a su casa y su padre lo arrastro tirándole de los pelos, encerrándolo en la habitación por llegar tarde a casa. Dejándolo sin comer y sin cenar ese día.

Youngjae se sentía dolido y no por lo que le hizo su padre, sino porque Jaebum no creyera en él.

Jaebum se mantuvo en la comisaria, pensando en las palabras del omega. Extrañaba que familias hicieran esas cosas a sus hijos, por lo que decidió ir a la biblioteca en sus tiempos libres a leer tradiciones antiguas de las familias, deseando encontrar algo que se pareciera a lo que decía Youngjae.

El tiempo pasaba, y el omega no tenía ninguna notica de su alfa. Paseaba por los jardines de la casa, cuando escucho a una de las sirvientas hablar con otra.

-Hay que darse prisa, todo debe estar listo.

-Podría habernos avisado antes que llegarían de la luna de miel, no ahora con prisa arreglando la habitación.

-¿Pero no debería irse a vivir a la casa del alfa?

-Por lo visto van a esperar hasta darle el primer nieto a sus padres.

-Oh, eso es tan bonito.

Después de eso siguieron con sus tareas, mientras que Youngjae estaba escondido entre los arbustos. Salió de allí y se encamino hacia su habitación.

Su pesadilla estaba a punto de comenzar.

Según sus cálculos su celo estará en veinte días, pero daba igual el tiempo, esperarían lo que fuera necesario.

-Buenas tardes, señor. Me temo que nadie se encuentra en casa en estos momentos-hablo la sirvienta a quien había llamado a la puerta.

-Busco a Youngjae- dijo una voz que conocía perfectamente el omega. Era Jaebum.

-Oh, sí-dijo un poco sorprendida.-pase-termino diciendo.

Jaebum camino dentro de la casa, entonces vio a su omega, después de tanto tiempo, allí en las escaleras. Y pensó "Es más hermoso de lo que recordaba"

-Youngjae- lo llamo, este aun lo miraba por las escaleras.

Este se dio la vuelta, subiendo los escalones que le faltaban, esperando que el alfa lo siguiera. Ya que preferiría hablar con él en privado y no con las sirvientas cotilleando.