Salgo de mi departamento a primera hora del día, hoy es martes por lo tanto no me corresponde trabajar en la cafetería, es mi día libre allí.
Empiezo a caminar por las solitarias calles que rodean mi departamento para llegar al instituto.
Mientras camino no puedo evitar recordar los sucesos de anoche, esa pesadilla, esa silueta de una persona y todo aquello, sé que debería llamar al psicólogo para contarle lo sucedido, pero no tiene sentido decirle si terminará diciéndome lo mismo de siempre, "Es solo una consecuencia de tu accidente".
Después de esa pesadilla no pude conciliar el sueño, eso era lo peor. Siempre que pasaba terminaba desvelándome toda la noche.
Siento un auto detrás de mí y me sobresalto al escuchar su bocina, volteo mi rostro y me relajo al ver el auto de Matt, baja su vidrio y me mira.
-Creo que no entendiste lo que te dije ayer Keila- Dice en un tono acusatorio mientras yo me acerco un poco.
-Matt, sé que quieres ayudarme en todo, pero no es necesario. Créeme- Digo dándole a entender que no es necesario que se dé la molestia de venir a buscarme –Además ya voy a llegar- Termino de decir y él le quita el seguro a su auto para volver a mirarme.
-Súbete, y no aceptaré un no como respuesta. Lo digo enserio Keila- Dice y muerdo mi labio inferior para no decirle de nuevo que no es necesario.
-Está bien- Digo suspirando y me subo a su auto.
-Buena chica, ¿Tanto costaba?- pregunta y yo le doy una sonrisa nerviosa.
Miro el camino y siento el familiar cosquilleo en mis manos causando pequeños temblores. ¡Dios! Había olvidado lo mucho que me afecta estar en un auto, Matt lo nota y su preocupación es notable.
-Keila, estás temblando. ¿Qué pasa?- Pregunta preocupado al ver mi rostro, de seguro debo estar pálida.
-Na..nada- Respondo aún temblando y él detiene rápido el auto al llegar al instituto, se baja y me abre la puerta de inmediato para que yo baje al darse cuenta el por qué de mis temblores.
-¡Diablos, Keila lo siento de verdad. No recordaba tu fobia a los autos. Soy un imbécil, yo!- Habla pero lo corto antes de que siga.
-Tú solo querías ayudarme, no es tu culpa Matt. De verdad aprecio lo que haces por mí- Digo un poco más relajada al no estar en ese auto. Sus ojos me examinan buscando que esté bien y se relaja.
-No me habría perdonado si hubieses entrado en una crisis por mi culpa- Dice y yo le regalo una sonrisa para que se calme.
-Tranquilo y gracias de todas formas- Le digo y me sonríe nuevamente. Matt es una de las personas que a pesar de cualquier circunstancia, siempre muestra una sonrisa, es algo que admiro de él.
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Cenizas Del Pasado ©
ActionEl tiempo, es algo muy valioso, algo que contamos desde un principio y que nos marca con cada paso que damos en nuestra pequeña vida. De nuestro pasado aprendemos cosas que nos hacen enfrentar el presente, sin embargo, no tiene sentido enfrentar un...