Capítulo 13

22 6 0
                                    

Mi mente es un volcán y el dolor en mi cabeza aumenta mucho más, mis manos empiezan a temblar y él lo nota, pero lo que más me sorprende es que ni siquiera se inmuta

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Mi mente es un volcán y el dolor en mi cabeza aumenta mucho más, mis manos empiezan a temblar y él lo nota, pero lo que más me sorprende es que ni siquiera se inmuta. Gracias a Dios que no se alarmó, hubiese sido todo aún más incómodo.

- Veo que eres callada- Vuelve a hablar y yo me aclaro la garganta para luego acomodarme bien y empezar a siquiera pronunciar algo. Él me mira expectante y ansioso por  escuchar mi voz,  por lo que decido hablar sin apartar mis ojos de él.

-Eh no...no. Perdón... Sólo estaba algo distraída- Digo y Axel me observa nuevamente. Su mirada azul brilla con una intensidad que me aturde y tengo que dejar de mirarlo para pensar con más claridad. ¡¿Qué diablos me pasa?!.

-Si, eso ví. ¿Y qué haces aquí sola?- Pregunta y levanto la vista otra vez para mirarlo y responder.

-Pienso... como dices, pensar es malo, pero aveces es necesario... es la manera de soltar todo- Digo sonando increíblemente más relajada, pero toda esa paz se va cuando se sienta a mi lado tomando cierta distancia. Mi pulso se dispara y a su vez miles de inquietudes.

-Como siempre... dejando a todos sin palabras- Dice con voz lejana y yo frunzo el ceño. ¿Acaba de decir cómo siempre?

-¿Cómo siempre?- Pregunto de inmediato y él mira a todos lados para luego fijar su mirada en mí. Su rostro es neutral, es increíble como puede ser un chico universitario,  su esencia deja claro que es un chico con experiencia y con más años.

-Claro, en la clase de esta mañana dejaste a todos sin palabras- Responde de lo más normal y yo asiento comprendiendo. Que estúpida soy. ¿Enserio estaba pensando que me conocía?.¡Por Dios!.

- ¡Oh cierto!- Digo y lucho contra mis ganas de volver a hablar pero mis ganas ganan y ya es tarde cuando me doy cuenta -Oye... yo. Sé que sonará extraño pero yo...¿Te conozco?- Termino de hablar y noto como su cuerpo se tensa ante mi pregunta.

Se pone de pié mientras guarda su manos en los bolsillos del pantalon y yo empiezo a regañarme mentalmente. ¡Dios. ¿Cómo pude preguntar algo así si apenas lo ví hoy?!. Levanto la vista ya que se ha puesto de pié y me sorprendo al ver una pequeña sonrisa abarcar su rostro. Mira hacia un lado y luego a mi.

-No lo creo. Eso deberás preguntartelo tú- Responde y sonríe de lado. Ese gesto me causó millones de sensaciones y tuve que contenerme.

Saca un papel de su bolsillo y lo tomo enseguida ya que me lo ofrece. Apenas lo veo me estremezco al notar lo que es.

- Se te cayó en el salón. Hasta pronto. "Keila"- Dice y me mira por última vez para luego irse. Veo su gran espalda y siento como extrañamente mi cuerpo se estremece nuevamente, más aún cuando veo con más claridad lo que tengo en mis manos. Es una hoja... una hoja nada más y nada menos que con su rostro dibujado, lo reconozco de inmediato, más aún... porque yo fui quien lo hizo.

Cenizas Del Pasado ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora