Nicudy: Contra Toda Prueba [En Proceso] [18+]

Ch. 22: Fuego con Fuego

POV. Nina Montgomery

Faltan tres minutos para esta reunión. Debo ser cuidadosa - aunque sé muy bien cuál será el resultado.

Mataré tres pájaros de un tiro.

El café de Mokey D'Donuts sabe a carajo, así que descarté ese lugar de inmediato.

Quería una buena taza de cafe o una copa de vino, pero dudo que este idiota pueda pagar uno de mi restaurante preferido, así que vine a un pequeño bar cerca del Distrito Forestal.

Estoy tras el bar, con un velo sobre mi rostro y actuando como si estuviera esperando a alguien.

La realidad es, espero a que mi acompañante se siente en la mesa designada y luego me acercaré. No es por crear drama, solo tengo un fetiche por las cosas misteriosas.

Tomo un trago de mi martini de zanahorias y de repente, veo al camarero - una cigüeña - llevar a mi cita a su mesa.

Sus orejas largas y con puntas negras se ven esbeltas y elegantes. Tiene porte masculino y buen cuerpo. Me relamo los labios pensando en que llevo varías semana en abstinencia.

Esto puede resultar interesante.

Antes de acercarme veo como este le hace una seña a la cigüeña para preguntarle algo. La cigüeña, con gracia y lista para hacer cualquier mandado, baja la cabeza para escuchar al conejo.

Luego de un segundo está menea su cabeza en son de negar y luego se va.

Preguntaba por mi.

Jackson Barke. ¿Acaso te estoy poniendo ansioso?

Bueno, basta de rodeos. Que empiece el juego.

Me apresuro a mudar mis orejas al lado sobre un hombro y camino hacia la mesa de mi invitado.

Sin saludarle, me siento en el asiento frente a él de lado y me cruzo de patas. Cuando mis ojos se encuentran con los suyos, veo esa reacción que esperaba.

Nada como jugar con la lujuria de los hombres.

Todos siempre quieren una apetitosa y hermosa fruta - Sí es prohibida o no, eso lo decidirá el tiempo.

"Al fin nos conocemos," empiezo yo, observando como Barke mantiene su boca abierta. Sus ojos viajando por mi cuerpo que viste seda roja de encaje.

"E-er..." traga y vuelve a comenzar. "¿Eres tú? ¿Verdad?" Su pregunta me da gracia. "Digo... eres ella, ¿no?"

Intento no ser demasiado tosca o libidinosa. Dios sabe que necesito coger pero tengo asuntos más importantes. "Seré ella, por hoy. Ahora, ¿quieres una copa de vino o prefieres solo discutir negocios?"

Lamo mis labios y lo observo fijamente. Todavía no he conocido hombre que no caiga a ese truco. Un hombre ama los negocios y más cuando vienen acompañados de una bella hembra.

"Necesitaré algo más fuerte. Si me descubren aquí estoy jodido." Dice el agente Barke con un ápice de ansiedad.

Que mal. Detesto a los machos inseguros y patéticos. "¿Tienes miedo, Barke?"

Eso llamó su atención. "¿Cómo me conoces? Conoces mi nombre, donde trabajo, y hasta mi numero de celular personal."

La sonrisa en mi rostro se ensancha. "Es de muy mala educación hacer tantas preguntas sin antes responder a la primera, Jackson. ¿Blanco o tinto?"

Este me mira perplejo y trata de ahogar un gruñido ansioso. "Tinto."

Chasqueó mis dedos y aparece otra cigüeña para servirnos un vino rojo en dos copas de cristal simétricas.