No es no

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Gotas húmedas resbalaban de su cuerpo yendo a parar directo al suelo. Sehun acababa de tomar una refrescante ducha pero eso era lo menos importante ahora.

Ya que él estaba más bien concentrado en tomar la boca de su esposo. Luhan gimió bajito en medio del beso apasionado. Sehun deslizó sus manos desde los hombros hasta sus brazos, paseando por sobre su cintura hasta finalmente instalarse en sus caderas. Todo de forma lenta y suave, estimulando y disfrutando de las reacciones del más bajo.

—Maldición, Luhan —soltó con enfado mientras el rubio se removía tratando de frotarse contra él, haciéndole sentir que toda su fuerza de voluntad se iba al carajo. 

Se supone que solo tomarían una tranquila ducha, y aunque ver el cuerpo desnudo del rubio ya significaba una inmensa tentación, aún así nada comparado con el verdadero suplicio que le supuso cuando su esposo se acercó por detrás y le envolvió entre sus brazos.

Sentir la suave piel presionada contra su espalda fue más de lo que podía soportar. Así que girándose en su sitio, decidió que no estaba al alcance de sus manos el seguir soportando el martirio.

Él sabía que cuando el rubio se proponía algo, este sin dudar lo lograba. Ni siquiera sabía cómo es que se le pudo siquiera haber pasado por la mente que decirle "No, Luhan" iba a verdaderamente evitar que su esposo se le echara encima.

Sehun ya sabía lo insistente que el rubio podía llegar a ser, y aunque en la mayoría de los casos su esposo respetaba los horarios, no contaba con que un Luhan excitado no conocía el sentido común que el Luhan normal sí hacía.

Así que cuando la única respuesta que Sehun le dio ante su insinuación de hacerlo antes de ir al trabajo fue un rotundo y claro "no" él simplemente no podía quedarse conforme.

—Luhan...no llegaré a tiempo...

Se quejó mientras devoraba los labios de su esposo. Luhan le rodeó el cuello con uno de sus brazos y le atrajo más cerca. Sehun era capaz de sentir la erección necesitada de su esposo golpear contra su estómago y aunque él estaba algo duro, eso no se comparaba a lo rápido que el rubio se ponía caliente cuando quería sexo.

Sehun algunas veces se atemorizaba por el deseo insaciable del otro. Después de todo, no es como si dijera que eran una pareja con una vida sexual activa, no.

Ellos eran mucho más que activos en cuanto a su apetito sexual. Por que sí, Sehun nunca iba a negarle a Luhan una buena sesión de placer. En cambio, el problema principal residía en que este no era el mejor momento que digamos.

Sehun tenía que estar en la oficina en menos de veinte minutos. Él ya debería estar manejando rumbo al trabajo, pero no. Luhan había salido con su erótico tono sugestivo.

"Sehun... tenemos algo de tiempo~"

Al demonio.

—¡Mgh!

Exclamó Luhan con impresión cuando Sehun deslizó una de sus manos bajo una de sus piernas, entonces la subió a la altura de su cintura, haciendo que de forma inevitable sus genitales entraran en contacto.

—Ah —gimió el rubio. 

Sehun sintió que podría enloquecer mientras Luhan ondeaba sus caderas para generara más fricción entre sus cuerpos.

Ya no importaba. Quizá si se desviaba en la avenida principal y doblaba por el callejón izquierdo lograría llegar a tiempo.

—No pudo creer...que me hayas convencido de esto...

Dijo con voz necesitada mientras deslizaba sus labios por el cuello de su esposo, saboreando de la suave piel y de los estremecimientos que causaba en el más bajo.

El lindo esposo de Sehun ⟨⟨HunHan⟩⟩Donde viven las historias. Descúbrelo ahora