¿Realmente estaba pasando? ¿La persona que le habia escrito y hecho sentir tantas cosas lo habia dejado?
El moreno llevó sus dos manos hacia su desordenado cabello azabache como muestra de su frustración, habia estado más que emocionado con todas las cartas que recibía a diario. ¿Y ahora? Nada.
Habian pasado dos semanas desde que aquella persona que tanto le habia llamado la atención, tan solo con unas simples palabras. Pero eran tan simples y profundas que podían interpretarse de millones de maneras.
Lo peor de todo es que no tenia ni la más mínima idea de quien estaba detrás de esas bellas palabras, sea quien sea se habia encargado se esconder bien su personalidad. No hablaba en masculino ni femenino, se autonombraba persona y eso no le daba ningún indicio.
Cuando Ginny le gritó en el pasillo por supuestos celos hacia las personas de las cartas, se sintió avergonzado. Pero no por que estuvieran casi todos los alumnos escuchando sus gritos, sino por que uno de todos aquellos era quien le escribía tan bonito. Sintió vergüenza por que no quería quedar como un imbécil ante aquella persona que aún sin saber su identidad, le estaba dando tanto revuelto en su consciencia.
No podía, simplemente no podía dejar de pensar en alguna mínima posibilidad de saber quien es. Correr hacia esa persona y pedirle hablar, que le explique tantas cosas, pero parecía imposible. También se le hacía raro el por que ocultar su personalidad o identidad. ¿Por qué lo haría? ¿Por algún trato en el pasado?
Las cartas aparecían de la manera más discreta posible, aveces en las tardes, aveces en las madrugadas o en plena mañana. Pero era siempre que Harry estaba distraído, y aparecieran en cualquier lugar. Ya sea en su escritorio, en su cama, en el bolsillo de su túnica, sea donde sea que el termine encontrandola.
Aveces le daba miedo el hecho de que le llegué una carta y que por muy mala suerte otra persona la encontrase. Para su suerte eso no pasó ya que la persona misma que las mandaba parecía saber sus propios movimientos. Otra cualidad que ponía como loco al pelinegro.
Ni siquiera las mandaba una lechuza. Era como un hechizo que las cartas aparecían con un ploop. Bastante parecido al que hacen los elfos domésticos al aparecerse.
Estaba harto ya de la situación, y decidió poner fin a sus dudas. El no mandaría cartas, él trataría de encontrar a esa persona que tanto le estaba moviendo el mundo.
No le importaba si Hermione, Ron o los celos de Ginny. Que eran más que estúpidos, ellos no eran nada, ni ahora ni antes de las cartas. Solo se dieron un beso y la pelirroja flasheó historia de amor. Claramente no era así y se lo habia aclarado pero esta parecía negarse.
Se rió bastante con la venganza de la personita especial de las cartas, y cuando le preguntó mediante la carta si le habia parecido importante el quizo responder que si. Pero obviamente no pudo ni podía.
--- Harry. ¿Has visto mi libro de Historia de la Magia? ---Preguntó Hermione y el moreno negó miranos hacia la ventana--- ¿Te pasa algo? ¿Otra vez las cartas?
--- No, no me ha mandado nada. ---dijo con tristeza en su voz--- pero tengo un plan.
--- ¿Un plan? Te apoyaré. ---Contestó rápidamente la castaña sentándose a su lado, Harry le sonrió.
--- No sé si funcionará, probablemente no. Pero no pierdo con intentarlo. Voy a encontrar a esa persona asi tenga que buscar en todo el mundo.
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ᴄᴏʟᴅ ʙᴏɴᴇs; [ᵈʳᵃʳʳʸ/ʰᵃʳᶜᵒ]
Fiksi PenggemarHarry recibe cartas a distintas horas del día, y dara vuelta el mundo con tal de descubrir quién es la persona que le escribe. ____________________________ (portada); @/lira-0618 Inspirado por la canción: Where's my love---SYML. [Drarry/Harco] ...