Capítulo VI - Matar o Morir

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- Yo... - dijo dudosamente Jadis.

Hubo silencio en todo el recinto. El lugar era grande, su forma circular culminaba con una cúpula en lo alto, adornada con un sinfín de estrellas y formas extrañas. En las columnas se podían ver talladas las figuras de los antiguos gobernantes del lugar.

Blair miraba todo desde su palco, con la esperanza de que su hermana evadiera todo aquello

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Blair miraba todo desde su palco, con la esperanza de que su hermana evadiera todo aquello.

- Yo lo hice. Lo maté con mi propio cuchillo, lo enterré hasta sentir que sus huesos eran quebrados.

El juez miraba algo horrorizado mientras la bruja decía sus palabras. 

Nuevamente el silencio abundó en el lugar. 

- De ser así, Jadis de Charn, heredera a la corona. Queda usted sentenciada a la pena de muerte, y como dicta la ley la que debe llevar a cabo la ejecución es nuestra majestad. Usted elije. ¿Ahorcamiento o decapitación? - esto último lo dijo como si realmente disfrutara hacer esa pregunta.

Esas palabras fueron un duro golpe para la Reina, quién no pudo evitar las ganas de llorar y suplicar perdón por su hermana.

- Supremo Juez. Tenga piedad de ella, no está en su sano juicio. Está bajo una grave maldición desde el día en que nació. - le dijo Blair entre lágrimas.

El hombre pidió a la monarca que se levantara. No era la forma en la que una gobernante debía estar. 

- La ley es la vida - alardeó el enjuiciador.

En ese instante, Octavio se paró de su asiento, con un pequeño libro en sus manos. 

- Solo hay una salida para que esta mujer no sea condenada a la muerte - gritó.

Blair volteó y miró como su esposo recitaba la antigua ley, impuesta por los primeros líderes del país.

- Un acusado de alta cuna puede exigir un Juicio por combate o incluso dejarlo en manos de los dioses y que ellos decidan su futuro . Sólo un caballero de la Guardia Real puede defender al rey o la reina en un juicio por combate si ha sido retado. Así mismo, el acusado debe elegir a un representante masculino para defenderlo en tal combate. Tal acto deberá ser efectuado en un plazo de dos días después de la condena  del sumo Juez. 

Blair miró desolada a su esposo.

- ¡Quiero pedir el juicio por combate! Reto a la reina por mi libertad. - Dijo Jadis mientras miraba como su hermana se derrumbaba.

- ¡Defenderé el honor de mi reina! - gritó Octavio.

Los tamboristas comenzaron a golpear sus instrumentos, haciendo una melodía dramática.

- ¡Tendremos un juicio por combate! - alardeó el anciano a cargo.

El público gritaba y festejaba eufórico. Hacía mas de medio siglo que no tenían un espectáculo de tal magnitud.

Las Crónicas de Narnia - La Joven ReinaWhere stories live. Discover now