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ocho.

—¿Quién es ella? ¿La trajiste tú, Namjoon? Quedamos en que nadie podía saber de esto.

La voz molesta del segundo tipo se hacía cada vez más ruidosa, tragué con dificultad y me dispuse a correr, pero antes de lograrlo alguien tomó mi brazo.

—¿Quién te mandó? ¿Quién mierda eres?

Temblé al escuchar esa grosería; no me gustaban, eran malas. El que supuestamente era Namjoon, apretó su fuerza en mi brazo, haciéndome soltar un leve gemido de dolor. Yo era débil y las marcas en mi piel paliducha se notaban de más.

—S-sólo estaba leyendo u-un libro y yo... —Con la mano libre le mostré mi mochila, la cual aún estaba abierta y el libro de "los perros no van al cielo" se podía ver con claridad. —L-le juro que n-no...

Él no dijo más, me soltó con calma y giró sobre sus talones. Otra vez se dirigió al otro hombre que evidentemente era mayor, con barba y bigote. Le hizo una seña con las manos, en defensa para que se tranquilizara y me miró por última vez.

—Es sólo una niña.