16. Destino.

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Disclaimer: Amolad pertenece a The Snipster.

Debía ser un día lleno de alegría, con el cielo despejado y el sol brillando en lo alto, parecía una burla del manto celeste, que contrastara tanto con su actual estado de ánimo, el viento soplaba una balada de nostalgia; un canto tan añejo como el tiempo, tan puro como el amor, y que le hacía recordar un pacto, uno que nunca llego a cumplir con la persona que había escogido, y por sobre todo, lo escogió a él. Al único que dio sin temor su corazón, y arriesgo su vida misma para mantenerlo en el mismo plano terrenal; su bella muerte, su dulce noche, su brillante luna.

—Des, te amo—Susurro en una rota oración que se llevo el viento. El moreno odiaba estar esperando en aquel solitario balcón, escuchando a lo lejos las trompetas anunciando la llegada de los altos cargos de los reinos vecinos. Esperando a que las campanadas de la capilla tocaran, para reclamarle que debía estar ya abajo...

¿Cuándo había sucedido? O cómo, no lo recordaba, tal vez fue porque en la mortal mentalidad humana el matrimonio lucia con un pacto eterno que unía personas, la idea de unir pueblos con ello era hermosa, sin embargo en su egocentrismo y con su vida tan efímera, los humanos olvidaron, que un pacto como ese, debe hacerse con dos personas completamente interesadas, sino pierde por completo su valor. Dio un rápido vistazo al cielo buscando entre las nubes el valor para ceder o escapar, un motivo para retirarse o para aceptar la perdida y continuar con aquella tregua entre reinos.

Su pueblo no entendería, que ellos como almas inmortales, el amar es más complicado; que con lleva en lo profundo lo que profesan en sus votos de unión: "Desde la vida hasta la muerte". Es un acto de confianza y cariño, fusionar a dos almas, enlazar dos caminos, el pacto de dragones y humanos no es como el "acuerdo nupcial" de los humanos y ellos no lo habían entendido, es más puro, más sagrado, realmente en ellos es: Eterno.

Y por esa única razón, lo que estaba haciendo lo hacía sentir como si su corazón se rompiera en millones de cristales que se incrustaban en los órganos vecinos, y a su mente reprimiéndole en silencio que era un traidor.

Bajo la mira, Leo lucía con el más valeroso y cordial novio, aunque su mente y alma estuviera hechas pedazos, las alocadas olas de su cabello habían sido controladas con aceite, y su traje blanco contrastaba con su tersa piel canela, su capa colgaba de sus hombros ondeando con el viento, y un pequeño cristal de color ámbar, era la decoración del amarre sobre su pecho, con un mudo gesto dirigió sus pasos escaleras abajo.

Realmente prefería que fuera con la primera luz matutina, el día de esa ceremonia, si hubiese sido en la noche como la señorita Vanya propuso, Estaría descorazonado, sentiría la aguda mirada de Des desde lo alto reprochándole sus actos...

—No... tu no harías eso...—Se reprendió a sí mismo, mientras continuaba descendiendo—Seguramente sabotearías este tonto matrimonio, y me empaparías en la costa con las olas del mar...—Divago en su mente— "tal vez me llevarías a naufragar por el océano... y me dejarías volverte a encontrar"

—¡Leo!—Un grito lo saco de sus pensamientos, dirigiendo su mirada oliva hacía el dueño de aquella voz. —Todos te estamos esperando. —Murmuro, intentando que su voz no denotara ni falso ánimo, ni despecho.

—Sir. William. —Respondió el moreno con una ligera sonrisa que no llego a lucir real. Y desde que Mortem se había marchado nunca llenaron su rostro. —La Srta. Vega ¿Ha llegado?—Pregunto, sin que se asomara por su rostro la pena que guardaba recelosamente en su interior.

—Lo busca en el salón, Mi majestad—Inclino la cabeza aquél letrado.

Definitivamente el actual rey de Terra Nova no era la persona que conoció en su biblioteca, era más cordial, y los años que había vivido como dragón le otorgaban solemnidad a su porte, a veces extrañaba el poder regañarlo como un niño y poder discutir con él. La amistad que habían forjado durante años, era un grano de arena en el desierto que había vivido el dragón de la vida. Ya no eran... ni sería iguales, no había nada de él alocado joven que conoció una tarde traído por Lorraine. O por lo menos eso es lo que él creía.

Solem & NoxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora