- ¿Cómo?- me pregunta.
- Así, que un hayamos pasado la noche juntos y que ahora me trates como si nada- le digo al borde de las lágrimas.
- Yo…- empieza a decir.
- ¿Luke… te importo?- le contesto intentando no llorar.
Él se levanta de la cama y va hacia mí, me toca la mejilla, yo agacho la cara y me aparto.
- Respóndeme- le digo- Porque si no te importo haremos lo que me dijiste ayer, nos olvidaremos.
Luke me mira a los ojos, yo le miro, intento descifrar su mirada.
- Claro que me importas- me empieza a decir- Pero…
- ¿Pero? ¿Siempre hay peros?
Luke se muerde el labio, pero no seduciéndome, si no como si no estuviera seguro de lo que iba a decir.
- Creo que lo mejor será que nos olvidemos.
Me empiezan a escocer los ojos, tengo un nudo en la garganta, hago un esfuerzo por hablar.
- Vale, perfecto- miro al suelo- Si así lo deseas.
- No es lo que yo desee, es lo que veo mejor.
- No intentes quedar bien Luke.
Voy hacia su puerta, la abro y salgo. A los segundos se vuelve a abrir, me giro, quizás se arrepienta y me pida perdón.
- Toma, vas demasiado de fiesta - me da su chupa de cuero, la que siempre lleva.
- No, gracias.
- Toma- me la lanza
La cojo para que no callera al suelo.
- No, toma.
Pero Luke ya había cerrado su puerta. Salí corriendo de la residencia de los chicos, lo que me dejaban los tacones, tenía dos ríos de lágrimas en mi cara. Sentía como si mi vida ya no tuviera sentido y odiaba sentirme así, odiaba mi vida, odiaba a Luke… No, no lo odio, lo amo y por eso estoy así.
Llegue a mi habitación destrozada, solo tenía ganas de tirarme en la cama y llorar. Me quite su chaqueta, ahora tenía su aroma más presente, unas cuantas lagrimas cayeron de mis ojos. Lo quería olvidar, hala, decidido, no más dolor, no más Luke, pero bueno, me tirare a la cama a llorar… PERO SERAN LAS ÚLTIMAS LÁGRIMAS.
Me tiro a la cama-dejando las gafas en a mesa-, no me quito ni los tacones, la resaca sigue en mi cabeza y si a eso le añadimos el dolor que siento en el corazón, para mi es el fin del mundo. Agarro las sabanas de algodón y empiezo a llorar desconsoladamente, esto era muy grande para mí… Los parpados se volvieron pensados y se me cerraban los ojos sin yo quererlo.
Me despertó una odiosa sirena, mire mi reloj que tenía en la mesita, esta alarma decía que se acababan las clases. Pasaron un cuarto de hora, yo seguía en mi cama llorando. Tengo que tener la cara echa una mierda, siento los ojos rojos y el rimen esta por todas mis mejillas. Pegaron a la puerta.
- ¿____?- preguntaron.
- Dejadme- grite con la poca voz que tenía.
Pero escuche como el pomo daba unas vueltas. Y aparecía David tras la puerta, me miraba asustado. Me pregunto cómo es que los chicos se cuelan en nuestras residencia… ¿Dónde están los profesores que se supone que hacen de guardia para que ningún chico entre? Escondí mi cabeza en las sabanas.
- Déjame, vete- dije con una voz ronca.
- Dios, ____… ¿Qué tienes?
Escuche sus pasos, luego sentí su cuerpo cerca de mi cama, se sentó a mi lado y me acaricio el cabello.
- Nada ¿Qué no entiendes de déjame?- le pregunte.
Él no tenía la culpa de nada y le estaba contestando muy borde.
- Yo…Yo solo vine a disculparme por mi comportamiento ayer, me pase con la bebida.
Deje de esconder mi cabeza y lo mire, el abrió los ojos como platos al ver mi cara. Puso su mano en mi mejilla y la acaricio, cerré los ojos, me sentía segura, reconfortada. Me senté en la cama, quedando a la misma altura que él.
- Ya, los dos nos pasamos con la bebida- intente sonreír.
Sentí que se acercaba más a mí y apoyaba su frente con la mía. Su respiración daba en mi cara. Tenía un nudo en la garganta, me sentía sola y odiaba sentirme así, hice hasta lo imposible por no volver a llorar y lo conseguí, cogí aire y puse mi mano sobre la mano de David que estaba en mi mejilla.
- Bésame. Bésame David- le suplique
Él me sonrió de oreja a oreja.
- No sabes lo que deseaba que me dijeras eso.
Lo siguiente que sentí fueron sus blandos labios sobre los míos Sus otra mano fue a mi otra mejilla, me pegaba más a él y lo que empezó siendo un beso muy corriente se volvió un beso demasiado salvaje. Suavemente él me empujo y se subió encima de mí. Seguía besándome, su lengua conocía cada parte de mi boca, jugaba con mi lengua. Cerré los ojos cuando David bajaba de mis labios a mi cuello, arquee mi espalda y gemí.
- ____…- me susurro al oído- Quiero…- me mordió el lóbulo- hacerte mía.
Yo no sentía nada, me sentía muy aturdida, la imagen de Luke cubría mi cabeza, me miraba decepcionado. Pegue un pequeño grito desgarrador, le aparte las manos a David de mis mejillas y las puse en mis senos. No quería sufrir, déjame en paz Luke, quiero ser feliz. David como un poseso empezó a besarme la parte de mi cuerpo que me dejaba libre la blusa. Cogí bruscamente sus cabellos y apreté su cabeza en mi pecho. Unas pequeñas lágrimas salían de mis ojos, yo no quería hacer esto, pero mi cuerpo no me respondía.
David volvió a mis labios y me los beso, mordiendo mi labio inferior. Otra vez Luke vino a mí cabeza, recordé nuestro primer beso, nuestras miradas cómplices, la forma en la que me pidió esta mañana que me quedara y luego la forma de la que me echo. Aparte a David de mí y me quite la blusa, dejándola en alguna parte de mi habitación. Luke me miro asombrado, Dios, ¿qué digo? Él no es Luke, es David. Me eche encima de él, volviéndolo a besar, levantando su mirada, Luke tiene mejor cuerpo.
Ya ___, para.
No ____, no pares.
Había dos voces en mi cabeza, me estaba volviendo loca, Luke tenía la culpa, él tiene la culpa de todo, de que ahora yo este besando a David, él tiene la culpa de que me sienta culpable por besar a otro chico que no sea él. Me separe de David lentamente, con la mirada puesta en la cama.
Muy bien ___, él no es Luke.
Muy mal ___, David te desea y tú a él.
- Yo... David… Lo siento, pero no puedo.
David estaba aturdido me miro extraño y luego sacudió su cabeza.
- No pasa nada ____, cuando estés preparada me avisas, yo te estaré esperando- agarro mi mano y la apretó- siempre.
Seco mis lágrimas y se levantó de la cama.
- Lo mejor será que te des una ducha y te relajes- dice sonriéndome- Nos vemos mañana.
- Gracias- le digo sonriendo.
Él cierra la puerta detrás de él. Me levanto de la cama, pero antes me quito los tacones y demás, me meto en el baño y me doy una ducha rápida. El agua caliente entra por cada aparte de mi cuerpo, relajándome, quitándome todas las preocupaciones de hoy. Doblo el cuello y el agua se desliza sobre mi cuello. Olvidare a Luke… ¿Cuántas veces había dicho eso? Da igual, pero esta vez seria de verdad. Salgo de la ducha, me envuelvo en una toalla.
Cuando ya tengo el pelo seco me miro en el espejo, tengo mejor cara, pero no es tampoco muy buena. Me puse mis gafas. Iba a ir a por el pijama que suele estar en la silla de mi escritorio, pero esta vez no está… Ostia, lo puse en la ropa para lavar y lo estarán lavando… Bueno, buscare otro, la toalla me empezaba a estorbar, así que me la quite. Sentía frio y me puse lo primero que encontré, su chupa, la chupa de Luke. Olía a él. Me la puse, me llegaba un poco más debajo de mi feminidad, no me dejaba nada al aire, se me fue un poco el frio. Fui a mi ropero a buscar otro pijama cuando llamaron a la puerta.
- Voy- grite.
Seria Rox o Wen preguntando por mí, me levante del suelo y fui a abrir la puerta. Puse la mano en el pomo de la puerta y lo gire, la puerta se abrió y vi su cara. Maldita hermosa cara. Cuando lo vi, se me descompuso el cuerpo y tuve ganas de llorar ¿por qué tenía que venir? Cogí aire y lo mire a los ojos, su mirada era sería, pero vi un brillo en su mirada y tenía una media sonrisa, muy pervertida. No te como mis mejillas se empezaban a poner rojas.
- ¿Qué quieres?- dije intentando ser muy desagradable.
- - Luke me mira- Vine a por mí chaqueta.
Me puse todavía más roja, llevaba su chaqueta puesta y no llevaba nada debajo,